Las elecciones municipales del pasado domingo fueron ganadas en Badalona por Xavier García Albiol, que encabezaba la candidatura del Partido Popular a la Alcaldía badalonesa. Este dirigente conservador ha pasado a ser conocido en toda España por sus convicciones xenófobas. Él disputa de hecho a Josep Anglada, el racista de Vic –otro enemigo de los inmigrantes-, el liderazgo en el perverso ranking de la xenofobia.

Lo peor de esta historia
Al respecto, conviene subrayar que mientras Anglada –ex militante de Fuerza Nueva y de AP- se ha montado su propio partido, contrario radicalmente a la inmigración, García Albiol depende orgánicamente del PP. Lo peor de esta historia –lo más inquietante- es que García Albiol no hace la guerra a los inmigrantes por su cuenta.

Apoyo inequívoco
Lo respaldan, con un apoyo inequívoco, Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, y otros altos cargos populares, como es el caso de Alberto Fernández Díaz y otros conmilitones suyos. Por encima de todos ellos se encuentra, sin duda, Mariano Rajoy, que deja hacer a García Albiol y hasta es más que verosímil que le exhorte a que lo haga. Por fortuna, la justicia ha intervenido y este político xenófobo corre, como consecuencia de algunas de sus aseveraciones, presuntamente ilegales, riesgos judiciales.

La Joventut Nacionalista
En el interior de CiU no parece que haya por el momento una mayoría a favor de pactar con el PSC. En cambio la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC) sí aboga por impedir que García Albiol llegue a ser alcalde de Badalona. El presidente de la JNC, Gerard Figueras ha declarado que “no entendería” que los votos de CiU sirvieran para que ocupara la Alcaldía badalonesa García Albiol. El PSC no se ha pronunciado aún públicamente.

Las bajas pasiones
Ni los votos de CiU ni los del PSC ni los de IVC han de robustecer a quien confunde de forma deliberada la delincuencia con la inmigración, azuza las bajas pasiones de los ciudadanos criminalizando a los inmigrantes y se recrea acusando de no pocos males a los más débiles. Ya que Rajoy permite tranquilamente que en sus filas haya predicadores de la xenofobia, CiU y PSC deberían dar una lección a la opinión pública y, en función del veredicto de las urnas, vertebrar una alianza en Badalona muy al estilo de lo que los franceses denominan los valores republicanos, entre los cuales se halla la conjunción de la derecha y la izquierda democráticas para cerrar la puerta a la extrema derecha.

Frente a la extrema derecha
La política antiinmigración de García Albol se adentra sin complejos en el territorio de la extrema derecha. Y frente a la extrema derecha ni CiU ni PSC pueden encogerse de hombros. Por encima de las siglas están la ética y los principios democráticos. Y, ciertamente, la dignidad de los seres humanos, vengan de donde vengan. Una vez más hemos de recordar que el hambre, la precariedad y la miseria no son ningún delito. Los delitos los cometen los que persiguen, insultan y explotan a los forasteros, en su mayoría pobres.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM