La Junta de Castilla-La Mancha ha decretado la puesta en cuarentena de todas las explotaciones ganaderas con ganado ovino o caprino de Albacete, Cuenca, Toledo y Ciudad Real por el avance de la viruela ovina. Se excluye Guadalajara porque hay poco ganado. Según la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, esta enfermedad ha obligado ya a sacrificar a casi 40.000 animales. La medida afecta a 6.000 explotaciones ganaderas y a una cabaña de tres millones y medio de ovejas y corderos.

Por el momento solo se han localizado brotes en dos provincias: Ciudad Real y Cuenca. En esta última es donde empezaron los primeros casos a finales del año pasado, con seis focos en Villaescusa de Haro y cuatro en Tébar y La Alberca de Záncara. La detección de un posible nuevo brote en Ciudad Real en una gran explotación desató la preocupación por si se estuviera ocasionando una transmisión comunitaria entre los rebaños.

La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural firmó una orden que entró en vigor este 7 de febrero y que prohíbe los desplazamientos de reses entre diferentes explotaciones con el fin de impedir que se mezclen unos animales con otros extendiendo el contagio. “Es algo parecido a lo que se hizo con el covid, pero con los animales”, explicó Cruz Ponce, directora general de Agricultura. Existe una excepción: las reses pueden ir a los mataderos para el sacrificio, teniendo en cuenta que los medios de transporte tienen que estar limpios y desinfectados.

No se ha establecido una vigencia temporal para la medida, aunque se estima que podría ser durante un par de meses, ya que “la idea es que los cebaderos terminen su ciclo de cebo –desde que reciben al animal y lo llevan al matadero-, para que se vacíen las explotaciones y poder desinfectar las instalaciones”. Los ganaderos afectados por el brote de esta enfermedad han sido indemnizados por el gobierno de Castilla-La Mancha y han recibido en su conjunto cuatro millones de euros.

La leche de las ovejas podrá recogerse ya que supone la materia prima del el queso manchego, el producto estrella de Castilla-La Mancha. Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, defendió esta medida justificando la protección de la producción, que rompió récords en 2022. Además se analizarán a todos los sementales a petición de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (AGRAMA).

No hay perigro para el ser humano

El gobierno castellanomanchego dejó claro que la viruela ovina no es una enfermedad que se transmita al ser humano. “No es una enfermedad zoonótica. No hay posibilidad de contagio a las personas”, aseguró Ponce. “Uno sí que puede llevar el virus, por ejemplo, en la ropa y trasladarlo de una explotación a otra, pero no se puede contagiar”, añadió la directora general de Agricultura, causa por la que se han extremado las medidas de seguridad en los traslados de animales entre explotaciones.

En la Unión Europea, Castilla-La Mancha es la única región que tiene actualmente brotes de esta enfermedad, que está incluida en la categoría A dentro del reglamento de enfermedades animales de la Unión Europea, lo que conlleva tomar medidas en caso de detectarse. La viruela ovina llegó a Cuenca desde un cebadero situado en Granada, donde ya se ha dado por controlada.