El relato victimista de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, se resquebraja por momentos con cada declaración de los testigos ante el Tribunal Supremo. En esta ocasión ha sido el testimonio de su abogado, Carlos Neira, quien compareció ante el alto tribunal el pasado 27 de mayo asegurando sobre el empresario ―según una información recogida por El País― que “él me dice que entiende lo que es la conformidad penal y que adelante”. Según informó el abogado, esta charla tuvo lugar el 30 de enero del pasado año, tan solo tres días antes de que se enviara el correo electrónico proponiendo un acuerdo con el Ministerio Fiscal.

La versión de Neira contradice la que el empresario ofreció apenas unos días antes, cuando declaró ante el Supremo que él y su abogado solo habían conversado sobre un hipotético acuerdo con la Fiscalía en una reunión en octubre de 2023. Según los testimonios, Neira explicó al empresario que solo se enfrentaba a dos opciones: continuar con la batalla judicial o tratar de llegar a un acuerdo con la Fiscalía. La respuesta de González Amador fue simple: pidió a su abogado hacer lo mejor para resolver el asunto de forma rápida y sin salpicar la figura de su pareja, Isabel Díaz Ayuso.

Según explicó Neira en su declaración ante el Supremo, explicó al empresario que la mejor vía para no perjudicar a Ayuso era la de llegar a un acuerdo. El letrado señaló que conseguir un pacto suponía una condena, a lo que, según su testimonio, dijo: “Entiende lo que es una conformidad y que adelante, que ya lo dejaba en mis manos”. Con esta respuesta, Neira explicó como envió el correo el 2 de febrero a la fiscalía de delitos económicos proponiendo un acuerdo, especificando que González Amador se declaraba culpable de dos delitos fiscales.

Sin embargo, Neira si ha coincidido con la versión de su cliente en cuanto se refiere a que este no estaba presente en la redacción del mail ni le mandó una copia una vez enviado. El abogado aseguró que el correo se redactó según lo que él consideraba tras las instrucciones del empresario. “A mi cliente no se lo envié, eso es cierto, no tenía conocimiento de que yo había puesto en marcha los trámites para la conformidad penal que él me había autorizado”. Sobre el abogado del Estado al que le envió también el correo, Neira sostiene que lo hizo con el fin de “agilizar lo máximo posible la tramitación de esa conformidad penal”.

El fiscal del Supremo Julián Salto envió un correo al letrado el 12 de febrero en el que comunicaba que se le había asignado el cado y que tendría en cuenta el acuerdo de conformidad. Neira señaló en el Supremo que esto fue transmitido a González Amador. Siguiendo en esta línea, el abogado confirmó la perplejidad de su cliente al ver el correo filtrado en los medios dos días después, el 14 de febrero.

Neira se desligó de la querella que González Amador presentó contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, asegurando que no participó en su redacción y señalando que se omitieron aspectos que la defensa de García Ortiz ha considerado relevantes.

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