Tras la dimisión de Carmen Montón como ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, todos los focos se han situado sobre el presidente del Partido Popular, Pablo Casado. En los últimos meses la sombra de la duda de los másteres irregulares ha planeado sobre varias personalidades. Cristina Cifuentes acabó dimitiendo como presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque por motivos bien distintos, tras trascender un vídeo comprometedor robando una crema en un supermercado; Montón ya ha dimitido y el único que ha sido salpicado y no ha asumido responsabilidades políticas ha sido Casado. Y además, no piensa hacerlo.

Como si no fuera con él, el líder del PP ha insistido este miércoles en los pasillos del Congreso de los Diputados en que está “muy tranquilo” ya que su caso no tiene “nada que ver” con el de la ya exministra de Sanidad. Considera que no debe dar más explicaciones al respecto y ha marcado distancia: “No todos los casos son iguales” porque en el suyo, asegura, no se produjo la “supuesta falsedad de documento público” ni un cambio de notas.

Casado considera que ya ha aportado las explicaciones oportunas, la primera vez durante más de dos horas y ante más de medio centenar de periodistas, y ha abogado por pasar página porque “España no está para seguir hablando de un curso de doctorado de hace diez años".

Pero por más que se tape los oídos, el estruendo le resultará ensordecedor. Podemos ya ha iniciado la ofensiva contra el líder del PP. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha parafraseado el argumentario del PP y, con tono irónico, ha dicho: “La pelota está en el tejado de Pablo Casado, enseñar el trabajo de máster y decir ‘viva el rey’”. Asimismo, desde la formación advierte que “es el siguiente”.