La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se ha mostrado satisfecha con el acuerdo alcanzado por PSOE y Unidas Podemos para coordinar la derogación de la reforma laboral. En una entrevista en Al Rojo Vivo, ha asegurado que no ha habido choque alguno en lo relativo a contenidos ya que, por el momento, únicamente se ha abordado “cómo organizamos la coordinación y cómo gestionamos el proceso de negociación”, que encara “la fase decisiva”.

Este jueves Moncloa anunció que los socios del Gobierno habían rubricado un acuerdo para articular una mesa coordinada por Yolanda Díaz y que integrará al Ministerio de Economía y Seguridad Social. En concreto, la mesa la comandará el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey; y estará compuesta por un director general de la vicepresidencia Económica -que hará las veces de representante de Calviño- y un director general de Seguridad Social. Además, “en función de los temas que se traten, podrán acudir representantes de otros ministerios afectados”, señala Moncloa.

Preguntada al respecto, Calviño ha sostenido que “estaba muy claro que era necesario coordinar el trabajo” porque “es muy importante que hablemos con una sola voz”. Para ello, el Ejecutivo mantendrá reuniones periódicas todos los martes y miércoles para determinar sus posiciones y hacer evaluaciones posteriores. El próximo 2 de noviembre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha citado a Díaz y Calviño en lo que será el punto de partida.

“Lo que de verdad importa es impulsar esa fase decisiva de negociación”, ha insistido la ministra de Asuntos Económicos. Calviño ha destacado la importancia del asunto esgrimiendo que “tenemos que reducir la temporalidad, erradicar la precariedad que arrastramos desde hace décadas, el paro estructural, trabajos estables, que aumente la competitividad… Todos esos objetivos son compartidos por la inmensa mayoría y nos concentraremos en tener una reforma que además cuente con el máximo apoyo”.

Preguntada por si, tal y como se ha publicado, “no quiere ir demasiado lejos” mientras que Yolanda Díaz quiere profundizar; Calviño ha asegurado que “eso no refleja en absoluto la realidad”. Y ha destacado que la reforma laboral se trata de “un compromiso de investidura, forma parte de la hoja de ruta y estaba en el plan de recuperación avalado por la Unión Europea”. Eso sí, no ha mentado la palabra “derogación” en ningún momento.

Decisión salomónica... pero Díaz vuelve a ganar

La pasada semana Unidas Podemos solicitó una reunión de urgencia con motivo del choque entre Díaz y Calviño por presuntas injerencias de ésta última en la reforma laboral. Ambas formaciones se vieron el pasado lunes y la cita concluyó sin acuerdo y con lecturas bien distintas. Mientras los socialistas valoraban que fue “constructiva” y primó el “buen tono”; Unidas Podemos constató que "será necesario seguir negociando dado que por el momento no hay un consenso sobre la reforma laboral”, según fuentes.

Tras trascender el malestar de los morados, Sánchez no solo apoyó a la ministra de Asuntos Económicos atribuyéndola incluso un rol de coordinadora, sino que pretendía diluir a Podemos articulando una mesa para concretar y ultimar la reforma laboral que estaría integrada por varios ministerios. Finalmente, el presidente ha constituido este órgano, pero estará supervisado por Díaz, no por Calviño.

¿Tutelar a Díaz?

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha precisado que este pacto define “la manera en la que van a participar” los distintos ministerios, por lo que en ningún caso se pretende "tutelar" a Yolanda Díaz. Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha expresado este miércoles su "satisfacción" por el "acuerdo sobre la necesidad de abordar los contenidos de la reforma laboral": "Doy las gracias a los equipos negociadores porque por fin vamos, de nuevo, a fijar los límites, el alcance de la reforma laboral más importante que vamos a hacer del mercado de trabajo en nuestro país", ha dicho Díaz desde Roma. También ha agradecido a Sánchez su disposición para presidir la reunión que mantendrá con Calviño el 2 de noviembre porque "el presidente que representa a todo el Gobierno" y "nos permitirá volver a hablar, una vez más, del alcance y los contenidos de la reforma laboral".

Díaz también ha sentido la polémica con Calviño a raíz de la reforma laboral y ha insistido en que "lo importante no es el quién, es el qué". No obstante, ha vuelto a defender que la metodología no es el problema, como había señalado la vicepresidenta primera. "Esta metodología le ha llevado al Gobierno a alcanzar acuerdos sociales. Yo pensaba que (las negociaciones) estaban cerradas, hemos remitido el componente 23 (a Bruselas) y pensaba que estaban cerradas", ha remarcado la ministra.