Ciclogénesis en el Poder Ejecutivo. La crisis ha estallado a primera hora de este viernes tras un tuit publicado por la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, urgiendo al PSOE a convocar la mesa de seguimiento del pacto de Gobierno para asegurar el cumplimiento del mismo. Según fuentes, el enfado de los morados ha sido provocado por una “injerencia” de Nadia Calviño en la derogación de la reforma laboral que compete el ministerio de Trabajo, comandado por Yolanda Díaz.

Unidas Podemos considera que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos se ha inmiscuido en la negociación de la reforma laboral, que ya está en marcha con los agentes sociales pues se espera concretar antes de final de año y es una de las banderas del socio minoritario de la coalición.

“Necesitamos abordar la gestión y ejecución de los compromisos de coalición", ha argumentado Belarra en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter Ione Belarra. No ha hecho mención alguna a los puntos concretos que quiere abordar con sus socios socialistas.

El PSOE ha recogido el guante y ha aceptado convocar la cita. La encargada de organizar el encuentro sería la número dos del partido, Adriana Lastra, que ya está en contacto con Belarra y le ha trasladado su absoluta predisposición, por lo que no habría “ningún problema”. De hecho, los socialistas consideran que el grado de cumplimiento del acuerdo con Unidas Podemos es "alto" y creen que ambos partidos están satisfechos con cómo se están desarrollando los acontecimientos. "Tenemos una reunión fluida y cercana con nuestros socios", señalan las fuentes consultadas.

Un choque de trenes habitual

Calviño y Díaz son, sin ningún género de duda, las ministras que más chocan de todo el Ejecutivo. Buena muestra de ello dieron durante las conversaciones para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 15 euros mensuales, aplicable desde el pasado 1 de septiembre.

La subida se concretó a última hora del jueves 16 de septiembre. Díaz hizo el anuncio oficial después de que durante toda la jornada Calviño había negado que el acuerdo con los sindicatos se hubiera concretado. La pugna entre ambas por este asunto siempre fue feroz y, aquel día, o Calviño no sabía nada o estuvo de Óscar.