Uno de los grandes símbolos del despilfarro y descontrol de dinero público está en la Comunidad Valenciana, la Ciudad de las Artes y las Ciencias fue un megalómano proyecto convertido en un agujero sin fondo para las arcas públicas que identifica como nada la gestión del PP en esa Comunidad en la época en la que era Presidente Francisco Camps, el de los trajes, junto a la alcaldesa Rita Barberá. Eran los tiempos en los que Camps y Esperanza Aguirre constituyeron el “eje de la prosperidad” para hacer oposición a Zapatero. Ahora se sabe que la Comunidad Valenciana está arruinada, su deuda calificada como “bono basura” y Madrid reconoció el pasado mes de febrero un déficit que duplicaba el oficial.

“Maniobra de los comunistas”
El arquitecto valenciano concedió  una entrevista a la revista “Architectural Record” que se edita en Nueva York, en la que le preguntan por las críticas técnicas que reciben sus obras y, sobre todo, las abultadas facturas que cobra.

Las críticas que ha recibido por parte de algunos partidos como el PSOE y Compromís y Esquerra Unida, que insisten en que se investigue el multimillonario sobre coste de la Ciudad de las Artes, son para Calatrava “una maniobra de los comunistas”, y explica sus elevadísimos honorarios porque se encarga “hasta de la fontanería”.

En su respuesta compara sus obras directamente con joyas arquitectónicas españolas declaradas Patrimonio de la Humanidad, y se pregunta porque atacan sus obras y “no atacan la Alhambra en Granada. No atacan la catedral en Santiago de Compostela. No atacan el Prado en Madrid”.

Honorarios “muy modestos”
Santiago Calatrava afirma que ha trabajado 20 años en Valencia, por los que su firma ha recibido “unos honorarios de 90 millones de euros, lo cual es muy modesto si se considera que he estado haciendo la arquitectura, el diseño, y toda la ingeniería”.

Los mil millones de la Ciudad de las Artes no son nada al lado del rescate a la banca
El argumento del arquitecto para justificar el multimillonario coste de su obra en la capital valenciana es esperpéntico: “España ha recibido 100.000 millones de la Unión Europea. La gente dice que se necesitará en total un billón. Comparado con eso, los 1.000 millones no son nada”.

Lo que no es capaz de entender el arquitecto es que despilfarros como el que supuso su obra han llevado a que España haya acabado pidiendo el rescate financiero e intervenida con unas consecuencias que para las clases medias y bajas españolas serán dramáticas y que él no sufrirá. Y parece querer olvidar que su Comunidad Autónoma, en la que hizo muchos negocios, tiene todas las cajas de ahorros quebradas e intervenidas: la CAM,  Bancaja y Banco de Valencia, controladas férreamente por el PP valenciano durante 20 años son el mayor ejemplo del caciquismo, el despilfarro y el enriquecimiento personal de entidades financieras.