Con motivo de la publicación de su nuevo libro José María Aznar ha sido entrevistado por Carlos Herrera en la Cadena COPE. Parece que el expresidente está de vuelta en la esfera mediática -se niega a aclarar si retornará también a la política-. Como acostumbra, ha lanzando dardos envenenados a Mariano Rajoy, ha pedido mano dura con el independentismo, la aplicación del 155 e incluso ha insinuado que el impulso del populismo moderno en Europa fue impulsado por la no participación en la Guerra de Irak de Francia y Alemania.

En el libro “hago un análisis sobre Cataluña”, subraya Aznar. A su juicio, “estamos viviendo un golpe de estado que no ha sido desarticulado. Los golpistas siguen en las instituciones”. Sobre los más de dos millones de votantes independentistas, Aznar se ha limitado a decir que “el movimiento separatista aún no se ha desarticulado”, a lo que ha añadido que no pueden existir dos legalidades y “estas personas tiene sus derechos y obligaciones, pero están sujetas a la ley”.

Aznar considera que “España está atascada” y no avanzará en el planto internacional o económico hasta que no se ataje el asunto, cuya solución pasaría por la aplicación del artículo 155 “completamente y sin límite de tiempo hasta que se desarticule” el movimiento independentista.

El expresidente del Gobierno opina que en Cataluña se evidenció una “dejadez política”: “Se ha dejado un terreno vacío y cuando eso ocurre llega alguien y lo ocupa”. Este ha sido el primero de los dardos envenenados que ha lanzado a Mariano Rajoy, a quién culpa -aunque no de manera explícita- de la pérdida de los 3,5 millones de votos que se fueron a Ciudadanos y de los 600.000 “que se fueron a VOX”.

“Por decirlo de una manera más concreta. Cuando yo lo dejé, yo legué un espacio electoral unido desde la derecha hasta los límites del PSOE. Hoy ese espacio está troceado en tres: PP, Ciudadanos y VOX. Y eso no es una buena noticia. El PP tiene que plantear su refundación, su futuro”, ha espetado.

En este sentido, ha señalado que “la elección de Casado hace que el PP tenga una oportunidad de reconstruirse”. Ese sería el primer paso, “contener la pérdida electoral. Reconstrucción, rencontrarse con sus principios, sus valores y sus electores”. El segundo paso debe valorarlo Casado, pero Aznar ha insinuado una hipotética fusión que empezaría por “una comunicación fluida”.

La Guerra de Irak

José María Aznar considera que “el gran problema del mundo de hoy es la confrontación” que “hace años era impensable” entre “el orden liberal y el neoautoritarismo”. Este último concepto sería, según su criterio, “una expresión del populismo”. “En el mundo liberal han entrado las dudas por el populismo”, ha asegurado.

Aznar ha insistido en que España no participó en la Guerra de Irak, sino que “apoyó las acciones fundamentalmente de Estados Unidos y Gran Bretaña”. “España hizo lo que tenía que hacer, que era mantener la solidaridad atlántica”, ha precisado el expresidente, quien ha puesto en valor el compromiso de Estados Unidos para mantener fuera de Europa el comunismo tras la Segunda Guerra Mundial y él quiso responder de la misma manera porque “cuando los americanos se sienten amenazados nosotros tenemos que responder”. De hecho, ha llegado a reprochar que quienes rompieron esta solidaridad atlántica fueron Francia y Alemania y “ahí, en gran medida, nace el populismo moderno en Europa”.

Rato y Zaplana

Con respecto a la sentencia firme y consecuente condena de cuatro años y seis meses de prisión a Rodrigo Rato, otrora el vicepresidente del Gobierno de Aznar, éste último ha asegurado que “siento una especial pena por esa situación y deseo que lo afronte con todo el coraje”. Eso sí, matiza que “ha sido condenado por hechos que no tienen nada que ver con su etapa en el Gobierno”.

Asimismo, ha aprovechado para expresar, una vez más, su “profunda preocupación” por la situación de Eduardo Zaplana, que “lleva meses en prisión preventiva” y es una persona “enferma de leucemia y sujeta a gravísimos riesgos”.