Por lo pronto, Aznar sigue protagonizando su cruzada verbal contra el Gobierno, siempre que tiene ocasión, fuera o dentro de España. Este sábado, en Ávila, donde acudió a recibir la insignia de oro de la organización agraria ASAJA, el expresidente no se conformó con dar las gracias y arremetió contra el Gobierno, acusándole de colocar al país “en una situación límite”, que aún “no ha tocado fondo”.

Un cambio no va a arreglar las cosas
"Nadie debe llamar al engaño de nadie, porque costará un enorme esfuerzo y no pocos años reconstruir el daño que se ha causado a la economía y a la sociedad Española", ha opinado Aznar, que ha advertido, sin embargo, (contradiciendo otros discursos anteriores en los que ha prometido que un cambio político traerá la recuperación) que “no se trata de una cuestión meramente coyuntural en la que un cambio va a arreglar las cosas".

La situación actual no es la de 1996
En su opinión, la situación actual no es la de un cambio de políticas que "pueden producir resultados completamente diferentes", tal y como a su juicio el PP "demostró en 1996", sino que es "algo más profundo".

"Una situación límite"
No obstante, el expresidente se ha preguntado "cuántos parados más hacen falta en España para acabar con esta situación" y ha llamado a los españoles a hacer posible un "cambio de ciclo político". Tras repasar los problemas económicos -paro, falta de crecimiento, subida de tipos e inflación-, Aznar ha asegurado que esta es "la expresión de una situación límite y la consecuencia de unos errores enormes".

Su responsabilidad como expresidente
El expresidente del Gobierno, que ha estado acompañado, entre otros, por su mentor político, Feliciano Blázquez, ha asegurado que no cumpliría con su "responsabilidad como ex presidente del Gobierno y ante la sociedad española", si no dijera que España "vive una situación límite y que el daño que se le está causando es muy grave".