La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha admitido tras varios días negando la mayo sobre el escándalo de las residencias, ha apuntado que “no ha habido delación ni negligencia”, sino “pragmatismo”. Así lo ha aseverado en una entrevista concedida a El Confidencial en la que en todo momento justifica que la decisión de no hospitalizar ancianos de centros de mayores respondía a criterios clínicos y no políticos.

Ayuso ha asegurado que “estoy completamente segura” de que cuando todo pase y se conozca la actuación del Gobierno con la perspectiva del tiempo, “estaremos orgullosos de cómo ha actuado” tanto la Sanidad como el Ejecutivo regional.

A su juicio, “no ha habido una crisis de residencias, ha habido una crisis en las residencias, en los hospitales, en las casas…”.

Ante esto, preguntada concretamente por si se ha atendido a todos los ciudadanos por igual, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha argumentado que “hay que tener en cuenta varias cosas. En primer lugar, son criterios clínicos y médicos, nunca son políticos. Muchos médicos, con covid o sin covid, en muchas ocasiones deciden no incorporar a un paciente a la UCI o no moverlo de su casa o su residencia porque esa persona no está preparada físicamente, no está en condiciones de ser ingresada”.

Ayuso llega admitir que “lo que a mí me preocupaba más es que, en la puerta de un hospital, hubiera que elegir entre dos personas, como hemos visto en otros países”. Cabe recordar, en este punto, que el Gobierno regional ordenó a las residencias no hospitalizar a mayores en plena pandemia del coronavirus. En consecuencia, cabe preguntarse si las instrucciones se dieron para evitar que se deba elegir entre dos personas a atender. Esta versión contradice la anterior, en la que dice que siempre se han guiado por criterios médicos.

No obstante, Ayuso ha insistido en varias ocasiones a lo largo de la entrevista en que se guiaban por criterios médicos: “No nos han sobrado UCI, pero todo el mundo que estaba preparado físicamente las ha tenido y cada geriatra y cada sanitario ha peleado por cada vida. Jamás hemos dicho 'esta vida vale más que la otra', se ha peleado por todas las vidas. Otra cosa es que haya pacientes que por su estado de salud hayan sido ingresados o no en una UCI o trasladados o no de una residencia. Sí es verdad que en las últimas dos semanas de marzo los servicios estaban hasta arriba de pacientes, y llevar a una persona mayor a esperar a un hospital, cuando puede ser tratada en su residencia, pues habrán decidido los médicos que era lo mejor, pero nunca por dejación”.

La líder del Ejecutivo madrileño ha querido zanjar el asunto asegurando que “un geriatra de una residencia piensa también que es mejor que una persona anciana esté en la residencia, que es su casa, a que esté en un hospital en plena pandemia, con el peligro de contagio…”. Y añade que “hay que distinguir cuándo y dónde se va a encontrar mejor una persona mayor, no porque es mayor sino por las patologías que arrastra. Al aplicarlo, tiene que quedar claro que ahí no ha habido dejación ni negligencia, que ahí ha habido una situación de pragmatismo, de decidir caso a caso qué es mejor para cada persona”.

El consejero díscolo

Alberto Reyero, consejero de Políticas Sociales (Ciudadanos) fue uno de los más críticos con la gestión de Ayuso y, concretamente, con la decisión de no hospitalizar residentes y no medicalizar las residencias. Trascendió incluso un correo electrónico en el que advertía al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, de la muerte inminente de ancianos en situaciones indignas.

Sobre esto, Ayuso considera que dicha situación de división nunca debió haberse producido porque a los familiares de las víctimas les llegaría la sensación de que se pudo haber hecho más, “y no es verdad”, dice.

Sobre el posible recorrido judicial de la causa, afirma que “no lo temo desde un punto de vista judicial” porque “no han sido decisiones del Consejo de Gobierno” ya que “muchas decisiones de una residencia nada tienen que ver con la Comunidad de Madrid”.