La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, intervino la primera en la videoconferencia de los presidentes autonómicos con Pedro Sánchez para poder asistir a tiempo a la misa en la catedral de La Almudena. En dicha reunión, en la que entre otras cosas se habló de la desescalada del confinamiento ante el coronavirius, Ayuso no mentó palabra alguna sobre su plan, que fue filtrado a lo largo de la tarde del domingo.

Según informa la Cadena SER, la Comunidad de Madrid ya tiene preparado un primer borrador de la estrategia a seguir el cual, a pesar de estar listo, no avanzó a la conferencia de presidentes regionales.

El consejero de Sanidad de la región, Enrique Ruiz Escudero, remitió el documento durante la tarde del domingo al resto de consejeros. Lo llamativo no solo es que Ayuso ocultara el plan al presidente del Gobierno central y a sus homólogos, sino que, además, los consejeros de Ciudadanos tampoco fueron consultados.

Según el citado medio, los naranjas están muy molestos porque nadie les ha preguntado a pesar de que se recogen medidas estrechamente vinculadas con las consejerías que lideran, como Transporte.

Ayuso contempla poner mamparas de protección en locales de hostelería, el uso obligatorio de mascarillas en el transporte público, medidas para garantizar el distanciamiento en los centros educativos… También queda en el aire la apertura de las piscinas en la temporada estival.

Sánchez advierte: la desescalada la marca el Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicó este domingo a los presidentes de comunidades y ciudades autónomas que será la Administración central la que fije las "reglas comunes" que todos deberán seguir para la desescalada tras la etapa de confinamiento provocada por la pandemia de coronavirus.

Así lo manifestó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa después de la videoconferencia que mantuvo Sánchez con los dirigentes regionales, en la que le ha trasladado que recabará sus propuestas para estudiarlas, pero que "tiene que haber un criterio común" para todo el Estado de cara a la desescalada.

Illa recordó que el estado de alarma establece el mando único del Ejecutivo central, aunque "mucha parte operativa" para poner en práctica las medidas "requiere de la colaboración entre los distintos niveles de administración", así que lo que ha propuesto el presidente es "una desescalada asimétrica en función de la situación y capacidad de respuesta", acordando las zonas a desconfinar, siempre dentro de una "métrica común".