El Senado ha acogido este martes la Comisión General de Comunidades Autónomas, promovida por el Partido Popular, para aprobar un informe sobre el impacto regional de la ley de amnistía. Debate al que ha asistido Pere Aragonès como único contrapeso al ejercicio de “filibusterismo” de los conservadores. El president catalán percute en la idea de un “referéndum pactado” con el Estado español como “única vía” para reparar “gran parte del dolor causado por la represión” y, a la postre, la siguiente fase tras la aprobación de la proposición del perdón a los líderes del procés.

El Partido Popular ha abierto el debate en la Cámara territorial, a través de la voz su senador Antonio Silván. El conservador arrancaba el pleno con críticas al Gobierno y a los barones socialistas por no acudir a la llamada de la Comisión General; argumento que le ha valido para acusar al Ejecutivo y al PSOE de “faltar el respeto” al Senado. “Sánchez y su Gobierno hacen historia despreciando a esta cámara”, ha defendido, al tiempo que trufaba sus diez minutos de intervención con alusiones a miembros del Grupo Socialista. Reivindicando el “éxito” del Estado de las autonomías, Silván equipara la medida de gracia con una estocada “mortal” al Estado constitucional y autonómico, así como una “ruptura” del régimen del 78 y la “humillación” de España frente a “golpistas e independentistas”.

Palabras, las del senador conservador, que desde las fuerzas de izquierdas e independentistas han repelido con virulencia. El socialista Javier Ramírez Apesteguía ha cuestionado el espíritu de la citación de este lunes en el Senado, argumentando que no existe tal “colisión” entre la proposición de ley de amnistía y las competencias autonómicas o su ejercicio. Por su parte, la senadora de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Sara Bailac ha acusado al PP de “filibusterismo político” con un debate que carece de profundidad y que supone un ejercicio de instrumentalización de las instituciones por parte de los populares.

Siguiente parada: referéndum

Tras la intervención de los tres votos particulares contra el informe promovido por el Partido Popular, la Mesa ha llamado a filas al president de la Generalitat. Aragonès se ha dirigido al atril de la Comisión, desde donde ha deshojado la margarita independentista tras una infinidad de noes que se han convertido en síes con el paso de los años. El candidato republicano a la reelección arrancaba su alocución aludiendo a la pregunta que figuraba en las papeletas del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017: “¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente?”. Ese, precisamente, es el motivo por el que se han reunido en el Senado este lunes, desde la voluntad de conseguir un referéndum “legal, posible y necesario” para dar carpetazo al conflicto catalán.

Aragonès incluso ha reiterado que es la única vía para solucionar los flecos que, a pesar de la proposición de ley de amnistía, aún quedan por resolver con el Gobierno de España. El president ha recordado el camino de su región, desde el recurso de inconstitucionalidad del Estatut en 2006, hasta llegar al cénit de la “represión del Estado”, como fue el 1 de Octubre. Desde entonces, ha recordado que una larga extensa nómina de actores políticos de todas las sensibilidades negaba la mayor a una eventual amnistía, al igual que los indultos. Sin embargo, “de la noche a la mañana”, el perdón dejó de ser “imposible e inconstitucional de la noche a la mañana”. “Sucederá así con el referéndum”, pronosticaba el president.

La presencia del candidato republicano en el Senado se explica con arreglo a la defensa de que la democracia “jamás puede ser un delito”. “Para defender Cataluña, los ataques sufrimos, el desprecio constante… Estamos hartos de recibir todos estos golpes. La defendemos. También los derechos y libertades de todos. No nos escondemos ni lo haremos jamás. Es mi obligación defender a mi país ante el odio y el desprecio”, ha proseguido un Aragonès que defendía la ley de amnistía como la victoria de “la Cataluña libre”.

La ley de amnistía es el camino para “reparar gran parte del dolor causado por la represión”. Pese a este importante paso en la reconstrucción de puentes entre las dos administraciones, Aragonès ha avanzado que “jamás” olvidarán la “violencia policial y los años de exilio y de cárcel”. Precisamente por estos motivos, el president de la Generalitat ha defendido la medida de gracia, exhibiendo su convencimiento de que, igual que ocurrió con esta iniciativa, el referéndum “dejará de ser inconstitucional” para el Gobierno de Pedro Sánchez.

En paralelo, enfundado ya en el mono de campaña electoral, Aragonès ha reivindicado la necesidad de un “sistema de financiación singular” para su región. El president destaca que Cataluña “debe tener un sistema de financiación propio” para gestionar “directamente” todos los recursos y recauden todos los impuestos. El modelo actual, continúa el republicano, es una “losa insoportable, obsoleta, opaca e injusta” para Cataluña.

Ayuso lidera al PP

Tras el paso por el atril del repóker de barones conservadores, Isabel Díaz Ayuso tomaba la palabra para profundizar en la narrativa expuesta por sus compañeros y elevar el tono contra el Gobierno de Sánchez. La presidenta de la Comunidad de Madrid incluso ha vertido sus habituales acusaciones de “totalitarismo” al Ejecutivo. En cualquier caso, ha enmarcado la ley de amnistía en un “golpe contra la unidad nacional, la democracia y el Estado de derecho programado y por etapas”, alertando al mismo tiempo que esta “rompe” a todos, incluyendo al PSOE.

La baronesa madrileña ha canalizado la acción popular contra el Gobierno, aprovechando asimismo la ausencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla. Ayuso ha acusado a Sánchez de enarbolar la bandera del “frentismo, de la mentira y de la traición al mandato de las urnas, instituciones y la propia Constitución”; además de afear al Gobierno su ausencia en el debate en la Cámara Alta.

Ayuso ha resaltado que son tiempos de “reescribir la ley a favor de delincuentes condenados, de mejorar sólo la vida de violadores y de que un prófugo de la Justicia dicte al Gobierno, desde Suiza o Bélgica, con mediador salvadoreño, cuál debe ser el rumbo de la Nación Española”. Expone la “anormalidad” de que cualquier país democrático pueda depender de quienes “tienen como objetivo declarado liquidar la nación”. “No es normal que se amnistíe a delincuentes para mantenerse en el poder a cualquier precio, y menos aún que sean los delincuentes los que redacten los términos de esa norma de amnistía y lo hagan abierta e indisimuladamente, con sucesivas humillaciones públicas, para que quede claro quién manda”, ha planteado.

Así las cosas, la presidenta regional ha rechazado el planteamiento troncal del Ejecutivo, quien sujeta la aplicación del texto a la búsqueda de la “convivencia” en Cataluña. “Los independentistas sólo necesitaban un gobierno central débil, sin principios y a la desesperada para conseguirlo”.

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