Lo digo como socialista de base obsesionado con ayudar a que el PSOE vuelva a definir las grandes metas que la España socilademócrata necesita: los entusiastas de Pablo Iglesia (PODEMOS) consolidan su poder en Madrid, en Andalucía y en algunas Comunidades más. ¡Qué alegría que poco a poco todos los ciudadanos tengan claro que el PODEMOS de Iglesias no compite con el PSOE! Como no lo hace el PP (por las mismas razones extremas).

El PSOE también ha estado tentado de complicar su ideología de años por intentar mirar de reojo al PODEMOS pablista. La tristeza que nos produjo a muchos socialistas la entrevista de nuestro Pedro Sánchez con el oportuno Évole, fue que notamos que a ese compañero le empezaban a cegar los destellos radicales y simplificadores de PODEMOS. La meditación que se produjo después (y todavía hoy) entre los militantes del PSOE lleva (a la inmensa mayoría) a dudar mucho más de PODEMOS y a empezar a dudar algo de éste Pedro Sánchez.

Pero andaba por ahí (en PODEMOS) un tal Errejón: ese sí podía ser una tentación para conversar y pactar algunas cosas en este momento tan difícil para España y los españoles.Pero todos los candidatos podemitas que se identifican con Errejón están siendo derrotados por los partidarios de Iglesias. ¡Incluido un portavoz de vivienda social que ganó una pasta con un piso protegido!

No hay duda de que el PSOE tiene suerte en los momentos límite: en esta hora que necesita tranquilidad para definir los grandes objetivos políticos, económicos y estructurales para el próximo tiempo de España, se le simplifican dos frentes ideológicos: el de PODEMOS y el del PP.

¡Venga compañeros!: a debatir y fijar esas metas que ilusionen a una ciudadanía que no quiere Trumps ni de derechas ni de izquierdas.