Lo decía Mario Benedetti: “Desde que los hijos educan a los padres, se acabaron los complejos de Edipo”.  Trasladándolo al terreno de la política ¿Están los padres de hoy en día más dispuestos a dejarse convencer por sus hijos incluso para elegir en las urnas al candidato que ellos proponen. No hay datos al respecto, pero sí una evidencia constatada por expertos: los adolescentes de hoy están mas preparados que sus padres en una disciplina básica para la vida actual: las nuevas tecnologías.

El que manda, es el que sabe más de lo último

Nunca antes había ocurrido que un hijo supiera más que los padres de algo que no está en el curriculum escolar. El dominio de ordenadores, tablets y, sobre todo, teléfonos móviles, empequeñece la autoridad de los progenitores y otorga a los adolescentes una creciente capacidad de influencia que antes no tenían.

Está por ver que pueda ocurrir en España, pero los candidatos a las pasadas elecciones han tenido un buen ejemplo a seguir en las primarias demócratas de Estados Unidos. El teléfono móvil, el acompañante fiel con el que más tiempo pasa un adolescente, ha sido el cauce por el que Bernie Sanders, el septuagenario senador que ha disputado seriamente la candidatura demócratra a Hillary Clinton,  ha llegado a los más jovenes…. Y a sus padres.

La influencia en las urnas

Emulando en parte la campaña de Obama en 2008, y teniendo en sus filas a algunos de los expertos que acompañaron entonces al actual presidente, el equipo de Sanders ha conseguido adaptarse muy bien a la situación actual: Además de un aluvion de tuits “pro Bernie” y de posts en Instagram, hasta 165 páginas de apoyo al senador podían encontrarse en Facebook y más de siete millones de personas habían clikeado el preciado “me gusta”. Otro  ejemplo es este mensaje distribuido en Reddit, un agregador de noticias: “Call your parents and grandparents for Bernie” (atrae a tus padres y abuelos hacia Bernie).

Tampoco ha sido difícil para su equipo hacerse con el número de teléfono de miles de jóvenes ofreciendo llaveros y camisetas a cambio de enviar la palabra BERN, una sencilla técnica de marketing convenientemente adaptada a las necesidades electorales.

Big Data, donde todo se mezcla para hacer retratos

Todo ello ha constituido su acceso al famoso Big Data, un cúmulo de datos que primero se almacenan y después se cruzan y analizan para detectar patrones de consumo, nuevas oportunidades de negocio o, como en este caso, potenciales votantes. El resultado ha sido un acercamiento a los más jóvenes, y a sus padres, que ha doblado a su contrincante Clinton en la carrera hacia la candidatura.

La realidad a tener en cuenta en un país como el nuestro, en el que se cultiva más bien poco al adolescente como votante potencial, es la siguiente: Aunque no tienen edad para votar, miles de jóvenes de entre 15 y 17 años han conseguido este año algo que está a años luz de la política española: convertir a un septuagenario que se declara socialista en una auténtica alternativa de poder que ha mantenido hasta el final el pulso con Hilary Clinton, a la que se daba por ganadora de las primarias demócratas incluso antes de que empezaran. Con ello soñaría Felipe González, tan retirado él, y no digamos el añoso Rajoy, cuyo nicho de votantes incluso le supera en edad.

Trae a tus viejos contigo

Los que ya habian cumplido 17 cuando empezaron las primarias han sido la“obsesión” de Sanders, como explicaba un articulo de Politico.com, por varias razones: una, porque en al menos tres estados importantes los jóvenes de esa edad pueden votar en las primarias al considerarse que serán mayores de edad el día de las elecciones. Y dos porque, aunque en la mayoría del país no puedan participar en esa fase previa, serán cientos de miles los que votarán por primera vez en noviembre, pocos meses después de haber alcanzado la mayoría de edad.

Pero no solo los de 17. Con su mensaje de cambio, Sanders ha conseguido también movilizar a muchos jóvenes de 15 y 16 años. Y con ellos, y ahí está otra clave descacable de su éxito, a sus padres. “Want real change?” –rezaba uno de sus tuits- “Vote for Bernie today. Bring your folks, too”. Aunque no puedas votar, es el auténtico mensaje, trae a tus “viejos”…. Que ellos sí pueden y quizá hagan lo que tu les digas. 

Así lo contaba en el Christian Science Monitor una mujer de mediada edad que nunca había ido a un mitin: Motivados por alguna de las vías mencionadas, sus hijos de 12, 16 y 18 le exigieron que fueran todos a ver al viejo Bernie, o no irían a la escuela al día siguiente. Un viejo chantaje, probablemente aderezado con la mencionada influencia de los más jóvenes sobre sus padres, había conseguido añadir a cuatro personas más a la lista de potenciales votantes del viejo senador.