La historia del Goya inédito titulado "Retrato de don Valentín Belvís y Moncada" y Esperanza Aguirre ha dado una vuelta de tuerca más que pone a la expresidenta de la Comunidad de Madrid en una posición más delicada si cabe. Tras la denuncia de su cuñado por la venta del cuadro que estuvo durante años sobre la chimenea del salón principal de la casa de su suegro, Ignacio Ramírez de Haro, el conde de Bornos; ahora trasciende que Aguirre se sirvió de su cargo al frente de la región para ganar tiempo y maniobrar interesadamente.

Según lo publicado por eldiario.es, en un correo enviado por Aguirre desde una cuenta de la Comunidad de Madrid que respondía ella personalmente figuraba “Asunto: Re Goya”. En él, formado por apenas unas líneas, la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid pidió a su cuñado algo, Íñigo Ramírez de Haro, algo de tiempo, pues éste le había sugerido contactar con expertos del Metropolitan Museum Art de Nueva York, donde residía, para que aconsejasen a la familia sobre qué hacer con el Goya.

No creo que debamos decir nada de momento. Es muy peligroso desde el punto de vista mediático y político”, fue su respuesta.

Las informaciones apuntan a que fue escrito directamente por Aguirre ya que el remitente es EAGB2513@madrid.org, una enigmática cuenta que ya no está activa pero que en su momento era la que respondía personalmente. EAGB son las iniciales de Esperanza Aguirre Gil de Biedma y  el número 2513 es su fecha de nacimiento, al revés (nació el 3 de enero de 1952).

El correo electrónico de Aguirre fue enviado el 20 de marzo de 2012.  Pedía tiempo. Unos días antes, el 9 de marzo, Sotheby’s lo había tasado en ocho millones de euros. Y unos meses después, el 18 de julio del mismo año, se concretó la venta del Goya al empresario Juan Miguel Villar Mir.

A juicio de su cuñado, el denunciante, Esperanza Aguirre se aprovechó "de las facultades del cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid, con abuso de las relaciones personales", asegura la querella que presentó su cuñado el 8 de abril.