El lema se podía leer en muchos sitios: El futuro de España. Los momentos previos a la apertura del Congreso Extraordinario del PP, el XIX, del que saldrá el próximo líder del partido, este viernes, se vivieron con cierta tranquilidad. Los compromisarios iban llegando poco a poco y recogiendo una carpeta azul con la documentación, entre las que se encontraban las papeletas para dar el voto tanto a la Junta Directiva Nacional (papeleta salmón) como al Comité Ejecutivo Nacional.

Nada de papeletas nominales

El presidente del Comité Organizador del Congreso, Luis de Grandes, prometió a Pablo Casado que las papeletas para la segunda vuelta de las primarias del PP serían nominales. Si bien, los compromisarios tendrán que rellenarlas con su puño y letra.

"Trataré de no emocionarme con el discurso de Mariano Rajoy"

Algún compromisario, en conversación con El Plural, comentaba que estaban expectantes al discurso que por la tarde dio Mariano Rajoy. Incluso, alguno confesó que esperaba "guiños" del expresidente que hiciera decantar su voto hacia Casado o Soraya Sáenz de Santamaría. La pregunta del día era qué se esperaba en ese discurso. Otros dirigentes negaban que Rajoy se fuera a apartar de la neutralidad que ha mostrado durante el proceso. Esteban González Pons llegó al hotel Auditorium visiblemente emocionado. A los periodistas les reconoció: "Trataré de no emocionarme con el discurso de Mariano Rajoy".

"La gente sale en tromba en las redes a apoyar a Casado"

Al llegar, exministros y cargos del partido fueron atendiendo a la prensa. Muchos aprovechaban el momento para defender al candidato por el que habían apostado. Javier Maroto, en el bando de Casado, e Íñigo de la Serna, en el bando de Saenz de Santamaría, se quedaron en los pasillos del hotel, para hablar con los compromisarios y atender a la prensa. Maroto declaró a El Plural que "la gente sale en tromba en las redes a apoyar a Casado".

Buffet a 25 euros

Los compromisarios se hacían selfies, con los logos del PP de fondo. Igualmente, con los dirigentes. Incluso se vio algún palo selfie. A la hora de comer, hubo quién optó por entrar al buffet, a 25 euros, con vino incluido para el que quisiera. Otros prefierieron las cafeterías repartidas en distintos puntos.

"Presidenta, presidenta"; "presidente, presidente"

Sobre las 16:00 horas, los dos candidatos llegaron al hotel donde se iba a inaugurar minutos después el congreso. Sáenz de Santamaría entró antes, y fue recibida a gritos de "presidenta, presidenta". Después, Casado, con los mismos gritos de "presidente, presidente", aunque con diferentes palmeros. Ambos atendieron a la prensa y alabaron a Rajoy. Ella deseó ser la presidenta del partido que "vuelva a ganar las elecciones", mientras que él aseguró que quiere una integración real y no ofrecer los restos a los demás. Al entrar en el plenario, los seguidores de Casado se hicieron oír más que los de los seguidores de Sáenz de Santamaría. A los dos les costó tiempo bajar los peldaños desde la entrada hasta la primera fila. Los presentes se hacían fotos con ellos. Los dos se sentaron cerca, sólo separados por Ana Pastor en primer momento y por De Grandes después.

Todos de pie

Al inicio del congreso, sobre las 17:57 horas, De Grandes pidió a los asistentes en el plenario que se pusieran de pie porque iba a sonar el himno de España. Acto seguido, el protagonista de la jornada, por los piropos que le echaron desde el micrófono, fue Rajoy, al que se le vio emocionado más de una vez. Su saludo con Alberto Núñez Feijóo fue bastante frío. Luis de Grandes, como presidente del Comité Organizador, y Pastor, como presidenta de la mesa del congreso, se deshicieron en elogios. "Estoy aquí para decirte que no sólo has sido un gran presidente, sino que has sido el mejor presidente que hemos tenido nunca", aseveró. "Has mejorado la vida de los españoles", le agradeció. Elvira Fernández, Viri, mujer de Rajoy, sentada junto a su marido, también se emocionó al ser citada.

Rajoy, rodeado por decenas de compromisarios tras su discurso
Rajoy, rodeado por decenas de compromisarios tras su discurso

"Una mujer que no concibe España sin el PP"

Cuando subió al escenario María Dolores de Cospedal, a las 17:45 horas, fue más rápido en levantarse a aplaudirla Casado que Sáenz de Santamaría. La todavía secretaria general del PP entregó el testigo de su cargo "con la conciencia tranquila, sin cuentas pendientes y con la lealtad intacta" al partido y a su presidente. En su discurso, pronunció el nombre de Rita Barberá en dos ocasiones. Al hablar de los miembros del PP asesinados por ETA, recibió la ovación del auditorio. A más de uno se le escaparon en ese momento las lágrimas. Se definió como "una mujer que no concibe España sin el PP". Instó a cerrar el congreso "con unidad" y "con grandeza". Mientras tanto, hacía calor en la sala y gran parte de los compromisarios se abanicaba con las cartulinas de los votos a mano alzada (Sáenz de Santamaría lo hacía con un abanico), de colores rojo (para el NO) y amarillo (para el SÍ), como la bandera de España. De Cospedal cerró su intervención a las 18:22, casi 40 minutos después de iniciarla.

"He sido feliz"

Mariano Rajoy se despide de la política reivindicándose

Rajoy comenzó la suya, tras un vídeo de despedida que le pusieron con su trayectoria política, a las 18:35 horas. "He sido feliz con vosotros y espero seguir siéndolo en el futuro de otra manera", confesó. "España está mucho mejor que cuando llegamos al Gobierno", se auto-felicitó. Mientras, en los pasillos del hotel, un buen número de compromisarios se tomaba café y cañas. "Jamás he caído en la tentación de negociar con ETA. Jamás he pagado un precio político como precio. Jamás he acercado a presos. Nuestra política ha consistido en aplicar la ley. Hemos derrotado a ETA a cambio de nada", defendió, sumando el éxito del fin de ETA a su legado.

"A mucha honra"

"He tenido el honor de ser político, y a mucha honra", sostuvo más adelante. Criticó a los que se presentan en política "con mucha pose" y "poca sustancia". Fue bastante aplaudido al decirlo. Los focos le hacían sudar, como se podía ver en su frente. "Ser del PP es una de las mejores formas de amar España", expresó. Sus palabras fueron de agradecimiento y evaluación. Se mantuvo en tierra de nadie y no hizo guiños ni a Sáenz de Santamaría ni a Casado. Se despidió advirtiendo: "Me aparto, pero no me voy. Lejos de la primera línea. Seré leal". Los compromisarios se levantaron a aplaudirle. Tuvo que pedir "por favor" que le dejaran continuar hablando para terminar sus mensajes y consejos. Por último, dio las gracias a su familia, de manera especial a su mujer. Acabó con un "nunca me habéis fallado" y "muchas gracias" a las 19:23 horas, siendo un poco más extenso que De Cospedal.

Último baño de masas

Antes de marcharse del plenario, Rajoy se dejó querer. Se hizo muchas fotos con los compromisarios, muy sonriente. Una mujer le repitió varias veces, y bien alto, "Presidente, ¡no te vayas!". De Cospedal también se dejó querer con aplausos de otro grupo. Quedó claro que la jornada del viernes fue para despedir al pasado del PP.