El pasado miércoles el imputado en Púnica David Erguido fue elegido senador por designación autonómica a propuesta del Partido Popular. Desde las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo, Erguido es diputado regional en la Asamblea de Madrid, por lo que estaba aforado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Ahora, con su ascenso a senador, el blindaje aumenta el calibre puesto que pasa a estar aforado ante el Tribunal Supremo.

Son varias las aristas del caso Púnica que pesan sobre Erguido. Sus irregularidades arrancan en 2003. Entonces, era asesor de Esperanza Aguirre y concejal y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Algete (Madrid). Ambos cargos los desempeñó hasta 2011.

Los siete años en Algete bien le bastaron para que la Guardia Civil le señalase sin tapujos en el marco de la trama Púnica. La Unidad Central Operativa (UCO) de este cuerpo remitió un informe al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional en el año 2008 en el cual se acusa a Erguido de malversación de fondos públicos. Concretamente, se le vincula con hasta siete eventos. La Guardia Civil sospecha que el recién designado senador, encargado de supervisar y dar el visto bueno, engordó las facturas con el objetivo de desviar 78.860 euros de las arcas del Ayuntamiento de Algete a las empresas de José Luis Huerta Valbuena.

Una de sus compañías, Waiter Music, se sitúa en el epicentro de la Púnica. Pues bien, en ese mismo informe. La Guardia Civil precisa que Waiter Music organizó un evento “con una posible vinculación con David Erguido”, cuyo departamento de contabilidad lo registra como "Actuación Mariachi Campo de Golf Isabel II" que pudiera corresponderse con una actuación de cuatro Mariachis en el Campo de Golf de Isabel II, con un importe de 1.800,00 euros que pasó a estado de "pendiente de facturar" y posteriormente se incluyó para liquidar con dinero público destinado al pago de otros eventos celebrados en el municipio.

La cesta de Navidad

En otro informe elaborado por la UCO de la Guardia Civil fechado a 2006, David Erguido fue receptor de un regalo de Ramiro Cid, uno de los constructores y presuntos cerebros de la trama Púnica.

En concreto, le regaló una cesta de Navidad valorada en 411,46 euros. En este sentido, la UCO argumenta que estos presentes los hacían los empresarios de manera habitual en Navidad a fin y efecto de engrasar sus relaciones con las administraciones públicas. En palabras de la Guardia Civil, los regalos los hacían “a aquellos funcionarios cuya intervención pudiera repercutir sobre los intereses empresariales de esta persona”. Cabe recordar que en aquel momento, Erguido era asesor de Aguirre.