Durante las últimas semanas, y más especialmente desde el inicio de las movilizaciones por parte de los pensionistas, los partidos de la oposición se han lanzado a criticar la inviabilidad y los graves problemas de sostenimiento del actual sistema de pensiones.

Ante esto, el Gobierno ha respondido tachando estas opiniones de alarmistas y de no hacer ningún bien por los jubilados, para los que ha defendido la ministra en varias ocasiones, las pensiones están garantizadas, pese a haber dejado la hucha vacía y tener que financiarlas con préstamos.

Pero este lunes el gobernador del Banco de España se ha desviado del argumentario del Gobierno de Mariano Rajoy y ha reconocido que el sistema público de pensiones “tiene problemas serios”, amenazado por tres elementos, la evolución demográfica, el aumento de la esperanza de vida y el desempleo.

La pregunta ahora es si desde el Ejecutivo se ‘abroncará’ a Luis María Linde, al igual que a la oposición, por alarmista y por no hacer ningún bien a los jubilados.

Sobre esas posibles soluciones que habría que llevar a cabo para asegurar el sistema público de pensiones, Linde sí que ha descartado ya la de ligar su aumento al IPC, algo “dificil” para él, aunque, ha asegurado, es una cuestión que debe determinar el Pacto de Toledo