Con su 'mala leche' lingüística habitual, Guillermo Fernández Vara ironizaba este lunes sobre la creación de una nueva consejería de la Junta: la de Empleo, Mujer y Políticas Sociales. La calificaba de "la consejería del banco malo". Con esta fórmula irónica subrayaba cómo en ella se habían incluido los dos asuntos que más lastran al gobierno autónomo, los 'activos tóxicos' que ningún otro consejero quería: el empleo, o más bien la continua pérdida del mismo en la región; y la renta básica, o más bien el gran proyecto de política social prometido y que la Junta no acaba de poner en marcha.

Las consecuencias del desastre electoral europeo del PP extremeño
Pero el disparo de Fernández Vara, aunque él quizás no lo pretendió así, iba más allá de ser tan sólo una crítica a las fallidas políticas económicas de Monago. En realidad estaba señalando otra diana políticamente no menos jugosa: la creciente crisis interna que vive el PP extremeño.
 

El presidente extremeño, José Antonio Monago..., de repente con el asiento menos seguro de lo que pareció en otro tiempo. EFE

 

 


Los 'populares' obtuvieron unos muy malos resultados en las elecciones europeas del pasado 25 de mayo. Perdieron 60.000 votos en concreto. Muchos de ellos, aunque no todos, votos 'socialistas de siempre' que se habían trasladado hasta el PP en las pasadas autonómicas por el descontento con el zapaterismo. Votos que, sin embargo, han vuelto a 'su casa' de origen en la primera ocasión que se les presentó y que llevaron a que Extremadura fuera de las pocas CC.AA. donde triunfó el PSOE el pasado 25M.

Los pacenses contras los cacereños
Este hecho, más las tensiones que ya se estaban viviendo y se disimulaban porque el poder de Monago parecía asegurado, han metido sin embargo al PP de Extremadura en un vía crucis, con las direcciones de Cáceres y Badajoz desconfiando una de otra, y muchos 'monaguillos' buscando su mejor colocación futura bajo la vista del 'vicario' Monago. Él mismo, que llegó a pensarse en heredero de Rajoy, cuestionado como nunca lo había estado antes.

Para desgracia de Monago, la derrota del PP en las elecciones europeas del mes pasado se debió exclusivamente al derrumbe del partido en la provincia de Badajoz... Justo la 'suya', la que controlan él y su círculo de íntimos. Mientras el PP mantuvo el tipo en Cáceres, donde los que mandan son sus 'amigos' Fernando Manzano y Laureano León, a los que mantiene Monago satisfechos con los respectivos cargos de presidente de la Asamblea, y de la diputación.

Los 'activos tóxicos' que nadie quiere, entregados a una mujer sin futuro político
Pero la derrota mostró que la reelección del poder 'popular' en las próximas elecciones autonómicas está muy lejos de ser no sólo segura, sino probable, y los nervios dieron paso a las carreras por colocarse. Y para empezar, los que tienen 'carrera política' se empezaron a desprender de lo que Fernández Vara ha llamado, con esa 'mala leche' que decíamos, de los 'activos tóxicos'.

Así, aprovechando tensiones por el control de las cajas extremeñas, como contamos en ELPLURAL.COM, Monago se cargó la Consejería de Economía y Hacienda, y con ella a su consejero, Antonio Fernández, y eligió a una técnico, una mujer sin carrera política, sin peso en el PP, ni proyección política futura, Ángeles Muñoz, para echar sobre sus hombros esa 'consejería de banco malo' en la que depositar 'venenos' como el empleo o los asuntos sociales.

Monago cuida a los amigos
De paso, de esta forma, el presidente extremeño ha 'limpiado' las carteras de quienes sí son gente del PP, con ambición política, que tienen quién les quiera en el PP y que se ven con futuro político: la vicepresidenta, Cristina Teniente, a la que ha quitado el 'marrón' del Empleo, y la de otro de sus amigos, la de Luis Alfonso Hernández Carrón, el consejero de Salud, que se ha visto librado de los Asuntos Sociales.

Pero este movimiento, que muestra los nervios que se viven en la Junta extremeña 'y alrededores', no parece que pueda ser suficiente para curar el problema si continúan las malas señales. La 'quiebra' entre el Badajoz de Monago en caída libre para el PP, y el Cáceres que quiere más influencia y peso, amenaza con profundizarse.

Y, paradójicamente, la sustituta de Monago podría ser una de las personas a las que ahora él ha buscado proteger. Porque es la vicepresidenta de la Junta, Cristina Teniente, cacereña, y a la que no le falta ambición -dicen que mira con mucho interés la carrera recorrida por Susana Díaz en Andalucía y toma notas-, quien comienza a ser vista como la sustituta..., la monaguillo que podría crecer hasta sustituir 'al' Monago.