¿Apuesta Mas ahora por la sociovergencia?
Después de casi dieciséis meses de constante colaboración entre CiU y el PP, Artur Mas parece que ha llegado a la conclusión que muchos analistas políticos ya habían vaticinado: CiU necesita un sólido y constante apoyo parlamentario para garantizar la estabilidad de su Gobierno de la Generalitat, mientras que el PP cuenta en las Cortes Generales con unas amplias mayorías absolutas que le permiten gobernar sin tener la necesidad de recurrir a apoyos externos, y todo ello comporta, en las condiciones actuales, una subordinación de CiU al PP. Como ya hiciera al inicio de su mandato presidencial, Artur Mas parece dispuesto ahora a recurrir al apoyo del PSC, esto es a la puesta en marcha de la tan traída y llevada sociovergencia.

¿Un brindis al sol?
No obstante, esta oferta de Artur Mas parece, al menos por ahora, un simple brindis al sol. Porque en el citado debate parlamentario el líder nacionalista reiteró una exigencia básica: la de la asunción por parte del PSC que el concierto económico o pacto fiscal es “la única alternativa viable” para que Cataluña consiga recuperar la actual crisis y pueda pasar página a la etapa de drásticos recortes presupuestarios, de especial gravedad en sanidad, educación y otras políticas sociales básicas.

El aparente distanciamiento entre CiU y PP
Más allá de los reiterados desaires del Gobierno de Rajoy al Gobierno de la Generalitat, en CiU son cada vez más numerosas las opiniones contra la continuidad de sus pactos con el PP, no tanto por la deriva soberanista de CiU, evidentemente incompatible con el PP, como por las posiciones recentralizadoras expuestas por algunos dirigentes populares, con Esperanza Aguirre a su cabeza. La lideresa madrileña ha verbalizado recientemente unas opiniones que se han expresado desde hace ya años en algunos cenáculos madrileños, al calor de lo que la FAES y otros “think-tanks” aznaristas vienen defendiendo, esto es acotar, recortar e incluso suprimir el actual Estado de las Autonomías, ahora aduciendo para ello razones económicas.

Aguirre, un problema para Rajoy
Mientras Mariano Rajoy se limita a intentar capear el temporal de la crisis al frente de un Gobierno que aparece desnortado, propenso a la improvisación y a las contradicciones internas, Esperanza Aguirre se aprovecha de esta debilidad y vuelve por sus fueros y abre de nuevo una batalla interna en el PP al plantear abiertamente un proceso de práctico desmantelamiento de nuestro actual sistema autonómico, con lo que CiU y los restantes partidos nacionalistas, en especial el PNV, se ven obligados a distanciarse del PP.

Los desencuentros entre Rajoy y Mas
Aunque Rajoy se ha apresurado a desmentir a Aguirre y sus afanes recentralizadores, los Presupuestos Generales del Estado presentados por el PP para este año incumplen algunos de los compromisos legales de la Administración central con la Generalitat, y está claro que la apuesta soberanista de CiU, con una primera estación que pasa por el concierto económico o pacto fiscal, está en las antípodas de los planteamientos del PP. Por si no bastara con esto, Artur Mas se siente decepcionado porque el Gobierno que preside ha tomado ya unas medidas de austeridad presupuestaria mucho más radicales que las adoptadas o anunciadas por el Gobierno de Rajoy, a pesar de que éste actúa con corrección sobre corrección.

¿Elecciones catalanas en 2013?
Artur Mas, y con él buena parte de la cúpula dirigente de CiU, baraja la posibilidad de avanzar las elecciones al Parlamento de Cataluña, que en principio deberían celebrarse a finales de 2014, hasta el punto que algunos dan ya por seguro que los próximos comicios autonómicos catalanes se celebrarán en 2013. Pero para justificar este posible adelanto electoral CiU debe demostrar la imposibilidad de un pacto de estabilidad con el primer partido de la oposición, el PSC, ya que no son pocos los dirigentes de CiU que descartan acuerdos con ERC, formación que consideran ideológicamente más próxima pero mucho menos de fiar.

El PSC, dispuesto a pactos, pero con condiciones claras
La respuesta del PSC a la tímida propuesta de pactos formulada por Artur Mas ha sido muy clara: la colaboración es posible, los ajustes presupuestarios son imprescindibles, pero también son imprescindible la adopción de otras medidas sólidas de recuperación de la actividad económica y de importantes gravámenes a las grandes fortunas. Mas no accedió a ninguna de estas exigencias socialistas, aludió una y otra vez a la herencia económica recibida de los gobiernos tripartitos, y defendió con insistencia el pacto fiscal o concierto económico como única fórmula posible para que Cataluña pueda salir de la crisis.

El naufragio del “Costa Concordia”, un pésimo ejemplo
Además de culpar una y otra vez a los socialistas de la situación actual de las finanzas de la Generalitat, el president Artur Mas abogó por los drásticos recortes presupuestarios, a los que se refirió como “políticas de austeridad”, recurrió a los ejemplos de Grecia, Portugal e Irlanda y acabó con otro ejemplo nada afortunado: “O mantenemos el rumbo, o acabaremos como el 'Concordia'”, en alusión al tristemente célebre crucero “Costa Concordia” que naufragó meses atrás en aguas italianas. Y es que el president Mas no recordó que aquel trágico naufragio tuvo un único y gran culpable: el capitán Francesco Schettino, que tras reiterados errores en la conducción de su barco lo abandonó dejando a los pasajeros y tripulantes a su suerte.

Jordi García Soler es periodista y analista político