La directora de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), Mar España Martí, tiene, entre otras atribuciones legales y constitucionales, la capacidad de “instar la incoación de expedientes disciplinarios en los casos de infracciones cometidas por los órganos responsables de ficheros de las Administraciones Públicas”, incluidas las universidades públicas, además de “autorizar la entrada en los locales en los que se hallen los ficheros, con el fin de proceder a las inspecciones pertinentes”, incluidos los archivos custodiados por los centros universitarios de titularidad pública existentes en España. Entonces, ¿por qué la señora España Martí no ordena la entrada en la Universidad Pública Rey Juan Carlos en busca del Trabajo de Fin de Máster (TFM) que la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, dice haber realizado y presentado bajo el nombre de  Reparto competencial en cuanto a materia de seguridad ciudadana”, máxime si hay documentación (publicada) suficiente que acredita la supuesta falsedad del TFM?

España Martí podría actuar de oficio

España Martí, como máxima responsable del regulador español puede actuar de oficio allí donde considere que se está vulnerando la protección de datos, como es el caso reciente de la acción emprendida por la AEPD contra los gigantes WhastsApp y Facebook por la cesión de información sensible, multando a cada una de ellos con 300.000 euros. Del mismo modo, puede intervenir en el caso de que haya sospechas de la alteración o manipulación de esos datos recogidos en ficheros y archivos. La Universidad Rey Juan Carlos es, a todas luces, el prototipo de Administración Pública donde esos datos, por los que vela mañana y noche la Agencia de Protección, han sido supuestamente alterados en beneficio de una persona determinada, en este caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid y máxima dirigente del PP en esta región, Cristina Cifuentes.

Falsa protección de URJC

Lo más chocante, y no por ello menos esperpéntico, es la respuesta de la Rey Juan Carlos, que acogiéndose al derecho a la protección de datos personales se niega a mostrar el Trabajo Fin de Máster de Cifuentes, cuando la ley por la que se rige la Agencia de Protección de Datos no ampara, precisamente, esta inusual negativa, no sólo mostrada por el centro universitario, también por la propia presidenta de Madrid que dice “no recordar” dónde está el documento, como si los registros universitarios no recogieran, precisamente, la entrada de todos estos trabajos de ineludible y obligatoriedad presentación para la obtención del citado máster. No hay, por tanto, ni un solo experto que avale la teoría de una universidad en el punto de mira de la sociedad y, hoy por hoy, señalada de estar al servicio del Partido Popular.

Las “amistades peligrosas” de Cospedal

En este sentido, llama poderosamente la atención la defensa trasnochada y desaforada llevada a cabo por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, a favor de los postulados defendidos por su amiga Cristina Cifuentes, única líder territorial “popular”, por cierto, que apoya abiertamente a la también secretaria general del PP. ¿Pago de favores? El caso es que Cospedal es la única líder conservadora que ha salido en tromba a defender a Cifuentes, sabiendo como sabe que al frente de la Agencia de Protección de Datos se encuentra su también amiguita del alma, Mar España, que nunca haría nada en contra de su mentora política y “hada madrina” del enchufismo de todos aquellos que estuvieron con ella en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (2011-2015).

Viceconsejera de Cospedal…

Lo hemos contado alguna vez: Cospedal ha tejido una tupida tela de araña en torno a las altas esferas del Estado en un intento de controlar aquellos departamentos donde la lideresa tiene sus talones de Aquiles, como es el caso de la Agencia Española de Protección de Datos. La secretaria general del PP no dudó ni un momento en “ordenar” al ministro de Justicia, Rafael Catalá, posicionado desde el principio en el ala “cospedaliana”, enfrentada a los “sorayos” (seguidores de su “enemiga” Soraya Sáenz de Santamaría) en el Consejo de Ministros que preside M. Rajoy, la designación de la que fuera su viceconsejera de Presidencia y Administraciones Públicas en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (2012-2015), Mar España, como máxima responsable del regulador español, a razón de 90.335,73 euros al año, 10.579,05 euros más de sueldo que el propio presidente del Gobierno.

Y exprofesora de máster de URJC

Sin embargo, lo más curioso de la inanición de la Agencia que dirige Mar España, que a la hora de “colgar” esta crónica todavía no había decidido intervenir en el “caso Cifuentes”, y eso que El Mundo la entrevistaba este domingo, eludiendo preguntas sobre el master de la presidenta de Madrid, es que España Martí ha sido profesora (como buena “pepera”) de máster de la Universidad Rey Juan Carlos, donde, precisamente, Cristina Cifuentes obtuvo el título cuyo trabajo no aparece por ningún lado, o si existe nadie está dispuesto a mostrarlo para despejar cualquier duda.

Cospedal utilizó la agencia contra ELPLURAL.COM

Una agencia ésta, como no podía ser de otra forma, relacionada con el Gobierno del PP a través del Ministerio de Justicia, que Cospedal ha utilizado en varias ocasiones para proteger su “intimidad” dineraria y patrimonial. Tanto es así, que denunció a ELPLURAL.COM ante la AEPD porque publicamos la nota simple para demostrar que la empresa de su marido, Ignacio López del Hierro, le había regalado la mitad de una mansión-búnker valorada en 2,3 millones de euros, construida sobre un terreno de 12.000 metros cuadrados en la zona más elitista de Toledo que, una vez más, “olvidó” registrar en su declaración de bienes de 2014. La agencia nos dio la razón a través de una amplia sentencia donde recriminaba a María Dolores de Cospedal su argumentario y exceso de celo, al mismo tiempo que le recordaba su condición de persona pública sujeta a una mayor transparencia que el resto de los ciudadanos (ver sentencia del 30-06-2014). Pronunciamiento que, tal vez, no hubiera sido posible de estar al frente de este organismo la amiga del alma y compañera de Cospedal y hoy responsable del regulador, Mar España.