El Rey ha mantenido contactos con expresidentes del Gobierno y empresarios del IBEX-35 para hablar sobre las consecuencias que tendría el desafío independentista en el sistema financiero y empresarial.

Según fuentes financieras, citadas por El Confidencial, este jueves, Felipe VI mantuvo contactos con expresidentes e importantes empresarios en vísperas de su comparecencia televisiva del pasado martes. En las reuniones habrían estado el presidente de Inditex, Pablo Isla; el presidente de Criteria Caixa Copr, Isidre Fainé; y César Alierta, exprimer ejecutivo de Telefónica. 

Zarzuela no desmiente los contactos
Fuentes autorizadas han confirmado a ELPLURAL que el Rey suele mantener contactos frecuentes con el expresidente del Gobierno Felipe González, aunque no han confirmado que haya mantenido una reunión reciente con el Monarca. Este periódico se ha puesto en contacto con la Casa Real, pero no han querido confirmar las reuniones. “No cometamos los despachos del Rey”, se han limitado a decir,  aunque no las han desmentido.

La independencia sería nefasta para la economía
El Rey quería conocer de primera mano la opinión de expresidentes del Gobierno y empresarios de las grandes empresas españolas sobre los efectos del independentismo catalán en el sistema financiero y empresarial. Las respuestas de las personas consultadas coincidieron en que serían nefastos.

Entre las consecuencias que desencadenaría la hipotética independencia estaría la retirada de fondos de España y el cierre del crédito que afectaría las inversiones en Madrid y en Barcelona; una rebaja de la calificación crediticia de España por el aumento de la prima de riesgo y de todas las empresas cotizadas, lo que encarecería del acceso a la financiación.

Habría una caída del Producto Interior Bruto (PIB), ya que Cataluña representa el 20% de la economía española, y afectaría a la creación de empleo y motivaría despidos.

Las fuentes citadas aseguraron que el Rey se quedó preocupado tras sus reuniones, en las que aseguró a sus interlocutores que en una intervención defendería la unidad de España. Felipe VI decidió comparecer el mismo día que el PSOE anunció que pediría reprobar a la vicepresidenta del Gobierno por la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado. El Monarca advirtió en su intervención de que la deriva independentista puede “poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España”.