Spotify, la plataforma de 'streaming' de música, ha entrado con fuerza en el mercado de los audiolibros, al conseguir que sus usuarios escuchen más de 90.000 títulos diferentes de su catálogo, que supera los 300.000 audiolibros.

La compañía lanzó esta opción a finales de septiembre de 2022, empezando por Estados Unidos. Los audiolibros se pueden encontrar en una sección de la biblioteca de los usuarios, donde se pueden buscar por nombre o ver sugerencias basadas en los intereses desde la pantalla principal.

Cuando Spotify decidió apostar por este formato, los audiolibros tenían una cuota de mercado de los libros de entre el 6 y el 7 por ciento, y crecían anualmente alrededor de un 20 por ciento.

Los autores tuvieron sentimientos encontrados ante la llegada de Spotify al sector de los audiolibros, ya que temían que el 'streaming' pudiera devaluar sus obras, según recoge The New York Times. No obstante, el consumo de audiolibros ha seguido aumentando, con o sin Spotify. De hecho, según datos de Bookstat, este mercado creció un 14 por ciento en el último trimestre de 2023 respecto al año anterior, sin contar las cifras de esta plataforma.

Con la inclusión de Spotify en el sector, el consumo de audiolibros se disparó un 28 por ciento en ese período y esta plataforma se hizo con el 11 por ciento de la cuota de mercado.

Spotify se situó así por encima de Apple y por debajo de Audible, el líder histórico de los audiolibros, y logró "ampliar el mercado en vez de quitar clientes a las otras plataformas", según el fundador de Bookstat, Paul Abbassi.

Las editoriales también han salido beneficiadas con la expansión de la plataforma de 'streaming' de música, con éxitos como 'The Woman in Me', la autobiografía de Britney Spears, o 'The Mountain is You', de Brianna Wiest. La directora de Operaciones de Thought Catalog, Noelle Beams, ha confirmado haber obtenido cientos de miles de dólares en 'royalties', lo que evidencia "que hay nuevos públicos a los que llegar".

Spotify ha anunciado que en los últimos meses los usuarios han reproducido más de 90.000 títulos individuales de su catálogo, que cuenta con más de 200.000 audiolibros, producidos por Findaway, una plataforma que compró en 2021.

La polémica por los derechos de autor

Los audiolibros han crecido más del 500 por ciento entre 2013 y 2022, según la Asociación de Editores Estadounidenses, y han generado ingresos de 839 millones de dólares (unos 779 millones de euros). En algunos géneros, como la autoayuda o las biografías de famosos, sus ventas pueden igualar o superar a las de la versión impresa.

Por eso, los agentes literarios han expresado su preocupación por las ganancias finales de los autores de las obras, que podrían verse afectadas como la música en 'streaming', que cada vez les reporta menos beneficios si son artistas con pocas reproducciones.

El presidente de Trident Media Group, Robert Gottlieb, también cree que el comportamiento de los consumidores puede ser un "problema" al tener una mentalidad "de que los libros deberían ser mucho más baratos", según declaraciones recogidas por The New York Times.

Actualmente, en Estados Unidos, Spotify cuenta con títulos pertenecientes tanto a editoriales de gran relevancia, como Hachette o HarperCollins, que ofrecen su catálogo completo en formato audiolibro, como de sellos independientes y autores que autoeditan sus trabajos. Otras firmas como Macmillan solo ofrecen a los suscriptores de Spotify una selección de sus libros y dan la opción a sus autores de participar con sus obras en plataformas de este tipo.

¿Es Spotify justo con sus pagos?

En los últimos años, ha habido un creciente coro de quejas por parte de artistas hacia Spotify, la plataforma de transmisión de música más grande del mundo, en relación con su modelo de pago. Este modelo se basa en el pago por reproducción, lo que significa que los artistas reciben una fracción de centavo cada vez que su canción es reproducida. Muchos músicos argumentan que esta estructura de compensación es injusta y desproporcionada, ya que los ingresos generados por las reproducciones de sus canciones rara vez alcanzan cifras significativas.

Los artistas más afectados por esta situación suelen ser aquellos menos conocidos o independientes, cuyos ingresos dependen en gran medida de la música que distribuyen en plataformas como Spotify. Para ellos, el bajo pago por reproducción puede resultar insostenible, dificultando la capacidad de ganarse la vida con su arte. Además, algunos críticos señalan que el algoritmo de recomendación de Spotify tiende a favorecer a los artistas más populares, lo que hace que sea aún más difícil para los músicos emergentes ser descubiertos y aumentar sus ingresos.

A medida que estas preocupaciones han ido en aumento, varios artistas prominentes han hablado públicamente en contra de Spotify y han instado a la plataforma a reformar su modelo de pago. Algunos incluso han retirado su música de la plataforma en un acto de protesta simbólica. Estas acciones han generado un debate más amplio sobre la equidad en la industria musical y han puesto de manifiesto la necesidad de un cambio en la forma en que se compensa a los artistas en la era digital.

A pesar de la presión y las críticas, Spotify ha defendido su modelo de pago, argumentando que ha ayudado a combatir la piratería y ha proporcionado a los artistas una plataforma global para compartir su música. Sin embargo, la tensión entre la plataforma y los artistas continúa, y es probable que el debate sobre la justicia y la transparencia en la compensación de la música en línea siga siendo un tema candente en los próximos años.