¿Se imaginan que al soltar el boli y coger la puerta de la oficina, se olvidaran como por arte de magia, de todos los problemas del trabajo y al regresar al día siguiente a su puesto, les ocurriera tres cuartos de lo mismo con lo acontecido fuera en su vida personal? En Separación, el extraordinario y distópico nuevo thriller psicológico de Apple TV +, ocurre esto y mucho más.  Sus protagonistas son un grupo de trabajadores que ha decidido voluntariamente participar en un angustioso experimento dentro su empresa, no se sabe muy bien con qué fin: llevan un chip en la cabeza que les hace olvidar sus recuerdos antes y después de trabajar. En definitiva, la manida frase de “no tener vida” ni fuera ni dentro del trabajo cobra especial sentido en la última gran apuesta de Apple TV+.

La nueva serie del creador Dan Erickson y del director Ben Stiller mete el dedo en la llaga del infierno que comporta para muchos no poder conciliar ni manejar adecuadamente trabajo y vida. ¿Es posible separar lo laboral de lo personal? ¿Por qué nos llevamos el trabajo a casa? ¿Qué pesa más, lo que ocurre dentro o fuera de la oficina? ¿Cómo afectan a nuestras decisiones profesionales los conflictos personales, y a la inversa? ¿Qué estamos haciendo mal para pasarnos gran parte de nuestra vida trabajando? ¿Vivimos para trabajar, o trabajamos para vivir? Si todavía no se había hecho alguna de estas preguntas, a buen seguro se las hará tras ver esta original propuesta que la plataforma de Cupertino emite bajo demanda semanal -ya hay disponibles 6 de sus 9 episodios-.

Separación habla de cómo nuestros a menudo deshumanizantes trabajos nos obligan a anularnos como personas y consagrarnos devotamente a la empresa.  Los trabajadores de Separación, al menos mentalmente, solo tienen el trabajo en sus cabezas, ya que no recuerdan nada de sus vidas privadas. Son máquinas perfectas de movimiento laboral continuo. La serie critica esas prácticas laborales que teóricamente tienen por objetivo mejorar el bienestar de los trabajadores, cuando en realidad lo que buscan a toda costa es que sus empleados rindan más.

El aire retro que envuelve ese entorno laboral asfixiante, perturbador y minimalista en el que transcurre la jornada de trabajo de los empleados de la misteriosa empresa, así como una estética gris que huye de tonos cálidos, consiguen que el resultado de Separación sea todavía más inquietante e impactante.

El elenco de la serie es una sinfonía sin una sola nota discordante. Adam Scott, junto con John Turturro, Patricia Arquette, Britt Lower, Zach Cherry, Jen Tullock, Dichen Lachman, Tramell Tillman, Michael Chernus y Christopher Walken contribuyen, y de qué manera, a construir un relato sobrio, lleno de silencios, miradas sospechosas e incertidumbre.

Es una serie compleja que se toma su tiempo para contar un relato en el que no todo es entendible desde un principio, ni falta que hace. Separación hay que disfrutarla como lo que es, una sólida invitación a la reflexión sobre el sentido que tiene vivir alienados y angustiados un tercio de nuestras vidas por el trabajo. ¡Fíjense si es malo trabajar, que hasta nos pagan por hacerlo! Cualquier cosa por la que te pagan dinero, muy buena no debe de ser.