Movistar + últimamente está que lo tira, trayendo  a España producciones tan interesantes como ‘Grace’. La frenética miniserie británica de dos episodios de hora y  media cada uno,  basada en las exitosas novelas policiacas de Peter James,  se ha situado desde su estreno hace una semana como lo más visto en la plataforma de Telefónica. Con buenos giros de guion y salvando algunas tontutas, que las tienes,  la historia protagonizada por el gran  John Simm además de fácil de ver,  cosa que se agradece por demás,  es muy entretenida y no da tregua al desaliento.

Nadie como los ingleses, con permiso de  los nórdicos que “matan” y persiguen asesinos como nadie, para  poner en pie adictivos thrillers. Sus  policías más  listos que el hambre, lo mismo desentrañan inexplicables crímenes  que encuentran desaparecidos a los que ni ellos mismos se encontraban, o sacan a la luz oscuras corruptelas dentro del cuerpo. Buenos ejemplos  de ello ‘Broadchurch’,  ’Line of Duty’ , ’The Missing’ o la más reciente ’Vigil’, títulos sin duda imperdibles y a cual más interesante.

Contar de qué va la serie sin caer en spoilers es tela complicado; lo que empieza siendo una cosa en ambos capítulos termina convirtiéndose en otra. El caso es que  John Simm encarna al detective Roy Grace, un policía cuya métodos de trabajo que incluyen prácticas tan poco ortodoxas  -y un tanto absurdas seamos honestos- como la consulta a médiums  no terminan de convencer a sus jefes, que optan  entonces por apartarlo al ostracismo y al olvido. Por si fuera poco, no consigue superar la desaparición de su esposa seis años atrás.

Será un antiguo compañero el que le saque del destierro, implicándole en dos investigaciones -una por capitulo- bien distintas. En la primera, ambos tratan de dar con un millonario empresario inmobiliario, desaparecido misteriosamente durante su  accidentada despedida de soltero. En la segunda, se enfrentan a la muerte de un profesor en principio por sobredosis, que sin embargo puede ser obra de un asesino en serie.

Ambos capítulos, aunque con algunas estupideces encomiables incomprensibles de por medio, saben construir bien una trama con el mejor sabueso al frente, el metódico  inspector Roy Grace al que tan magistralmente interpreta una vez más  John Simm.  El protagonista de la serie de la BBC ’Life on Mars’, que en 2006 le catapultó a la fama, traspasa la pantalla. No hace falta mucho más. Su sola presencia, su atractivo físico y esa personalidad entre chulesca y decadente atrapan por sí mismos, sin necesidad de mucho más. Es una pena que parte del resto del reparto no esté a su altura del actor británico.