Rodando Páginas es un proyecto que busca aunar literatura y cine y que ha alcanzado su máximo esplendor en esta quinta edición, celebrada en la Feria del Libro de Madrid. Organizado por la Asociación Madrileña Audiovisual (AMA) y la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), con el apoyo de la Comunidad de Madrid, CEDRO, DAMA ha impulsado más de diez adaptaciones y cinco acuerdos en estos momentos en marcha.
ElPlural.com ha podido asistir a la ceremonia de este año que, conducida por la periodista y escritora Isabel Cadenas Cañón, pronto dejó de serlo para convertirse en un lugar ideal para los amantes del cine, y de los libros; y es que más allá de que el deseo primero de los respectivos autores es que su obra se lleve a la gran pantalla, es un buen escaparate para los escritores menos consolidados y una oportunidad para los lectores que quieran conocer nuevos libros. En la gala, además, se han presentado cuatro obras internacionales (que se suman a las 12 nacionales), de México, Brasil y Argentina.
Rodando Páginas: Libros que buscan llegar al cine
Los libros que este año han llegado desde diferentes partes de España y del mundo a Madrid para intentar que la historia que sus autores cuentan se vea en el cine son:
Coníferas (Marta Carnicero)
Se trata de un thriller psicológico, ubicado en un paisaje idílico en el que no existen los móviles. El protagonista comienza a recibir cartas de un anónimo que resulta ser él mismo. Esa es solamente la primera localización, la segunda (aunque ocupa el 10% de la trama) es un hospital. Ambas, eso sí, se retroalimentan entre ellas.
Miedo, lealtad, maltrato, miedo a perder la memoria…son algunas de las palabras que suenan con más fuerza en la historia.
Los ingratos (Pedro Simón)
El periodista de El Mundo rescata aquí la España de los 70 a través del amor más puro que existe, el de los niños con las maestras que llevaban el saber a los pueblos en una época en la que, aunque el empezaba a proliferar, todavía quedaba para que este se asentase en nuestro país, máxime en las zonas rurales.
La mirada de la ausencia (Ana Iturgaiz)
Su autora define esta historia de amor y traición en plena III Guerra Carlista como “ideal” para convertirse en serie de televisión al estilo de El tiempo entre costuras o El Secreto de Puenteviejo. Poco más que añadir dado el éxito de ambas.
Mandato (Julio Celiz)
Gabriel, protagonista de esta trama en parte bélica es destinado al frente, al que renunciar convirtiéndose en desertor para su padre, quien ensalza que su primogénito se mueva en el mundo de las armas. Sin embargo, lo que a él le mueve es el amor, un sentimiento sin duda mucho más fuerte y mucho más patriótico. Así lo define su autor, llegado de Buenos Aires.
Recuérdame, Alice (Marta Santés)
El romance prohibido entre un alumno y su profesor son la clave de este libro en el que aparecen elementos reales como los atentados de Bolonia de 1980 que se cobraron la vida de más de 80 personas, tras los cuales los relojes se quedaron parados en la hora en los que ocurrieron. Entre las inspiraciones, explica su autora, destacan clásicos de nuestro cine como El Diario de Noa.
El Plan C (Anna Pólux)
Dos reporteras que trabajan en una revista de contenido dirigido a mujeres lesbianas y bisexuales tratarán de romper una boda (la de la ex pareja de una de ellas). Se trata de una novela que, además de traspasar barreras, provocará en el lector más de una y más de dos risas.
Redención (Fernando Gamboa)
Seguramente la historia más personal de las que se presentan. Se trata de una promesa que el autor hizo a un ser querido antes de su fallecimiento. Él mismo reconoce que le costó escribirla porque cada vez que veía su nombre todo se le tornaba imposible; aunque ahora celebra haber podido contar una historia que, seguro, atrapa a los lectores que no la conozcan.
Ambientada en la Barcelona de 2028, una agente de policía consternada por la sensación de haber podido hacer algo más contra los atentados de Las Ramblas, tratará de detener otro ataque de características similares. Es además una crítica a través de la inmigración masiva a los gobernantes que permiten a sus pueblos pasar hambre, obligándoles a abandonar sus casas en busca de una vida mejor.
Lo que la marea esconde (María Oruña)
Ambientada en Santander, en esta cuarta entrega la protagonista de la saga, la inspectora Valentina Redondo, vuelve tras estar de baja después de haber perdido a su bebé. En esta ocasión deberá resolver dos crímenes “clásicos” y dar con el culpable de entre los nueve candidatos, a los que irá entrevistando.
Como si no existieras (Susana Corcuera)
Esta historia ahonda en la infancia de Catalina, una infancia complicada por los abusos de su padre, psicológicos sobre ella, y sexuales sobre su hermana. La protagonista deja de lado su faceta controvertida para dar rienda suelta a sus sentimientos y a un pasado al que, por fin, puede de alguna manera dejar ir.
El club de las sombras. Ciudad de vampiros 1. (Martín Piñol)
Martín Piñol ha escrito en TV3, guiones y un largo etcétera. Se trata de una “novela autoconclusiva” que “da para muchas temporadas de Netflix”. “Es un Buffy, cazavampiros a la española”, dice el autor entre risas.
La trama es simple, pero elocuente, y habla de una vampiresa que todavía sigue viva e intenta ir a por una alumna y sus amigos, que intentan hacer un trabajo sobre la antagonista. Quién sabe si les saldrá demasiado caro. Está ubicada en la Barcelona actual, pero también cuenta con flashbacks hacia la ciudad condal del año 1200.
Malvarina (Texto de Susanna Isern e ilustraciones de Laura Proietti)
Es el libro animado de esta edición. Sus autoras reconocen que les gustaría que la adaptación en el cine fuera “tipo Matilda”. Malvarina es una divertida brujita que vuela en alfombra y “ya puestos” hace las pociones “más ricas del mundo”. Una invitación a no perder nunca nuestro lado infantil.
La fosa (Lola Montalvo)
Se trata de una crítica al caciquismo de los años 30 y 40 en particular y a la época en general, en la que el hijo del alcalde es el autor de los crímenes que se perpetran en el pueblo. Además de él y el sepulturero, que reincide en abusos sexuales, también hay personajes buenos como un Guardia Civil. “Somos los restos que dejamos. Si han estado cuando se abre una fosa de la Guerra Civil no importa en qué bando hayan estado sus familias (…) Esta no es otra historia de la Guerra”, subraya la autora.
Imagina que rompes todo (Lina María Munar Guevara)
La autora, autodenominada queer, asegura que se ve reflejada como la persona abusada y a la vez abusadora que es Melisa, la protagonista del libro, y de familia queer. La joven del libro intentará reconstruir la relación con su madre y de la rabia pasará a “la violencia no es siempre la mejor solución” al final de la historia, momento en que la escritora también enfrenta la dura realidad de que las relaciones familiares no siempre son fáciles.
Peregrinas (Joaquín Berges)
Se autocalifica como una “novela de humor fresco” y una celebración a una libertad “que se puede conseguir a cualquier edad”, y es que las tres abuelitas de esta road movie llevan a cabo mil y una aventuras después de fugarse de la residencia de mayores.
A lo largo de la trama el autor va desglosando la vida de todas ellas, que incluye maltratos o el hecho de tener que, como muchas de nuestras abuelas, sacar sus hijos adelantes, en ocasiones solas.
Premonición (Rosa Blasco)
Ella es Simonetta Brey, una médico forense que sale de la cárcel por un delito que sí ha cometido. Destinada en Menorca, tiene ahora la oportunidad de redimirse en una historia en la que el amor, los secretos y las infidelidades estarán también muy presentes.
Esto que me pasa (Fremdina Bianco)
Novela dramática en la que un “trío endemoniado” de chicas argentinas se defiende de la violencias de género. Una dura realidad que todavía hoy supone una lacra y a partir de la cual Biano aborda, en sus páginas, otras cuestiones como la complicada relación que el país latinoamericano tiene con el aborto. Esto que me pasa es una férrea defensa del feminismo y un grito contra “las cuentas todavía pendientes” en muchos rincones del mundo en pos de la igualdad.
Una edición récord
La quinta edición de Rodando Páginas, que ha tenido lugar durante los días 6 y 7 de este mes, se ha saldado con una asistencia récord. Entre el resto de los eventos y al que ha acudido ElPlural.com, la pasión por los libros y el cine han reunido a más de 1.000 profesionales. Además, durante las dos jornadas se han producido más de 70 reuniones.
