Iker Cantabrana, aka N-Wise, es uno de los raperos más influyentes de nuestro país. Patrón del underground y miembro de MDE Click, ha dejado una antología de códigos y referencias. Su obra, un océano en el que bucear como un bibliotecario solitario, lupa al ojo, entre infinitas estanterias de libros.

A través de su nuevo trabajo, Teléfono Kosher, N-Wise Allah reivindica el valor de la concentración y la profundidad en una industria cada vez más acelerada. Una hora de duración, un solo productor (Sabiobeats) y una portada verdinegra que evoca los viejos Nokia indestructibles, donde no existía la tentación de la pantalla y la tortura del scrolling infinito. Entre referencias políticas, códigos ocultos y barras que combinan ego y reflexión, el de Miranda de Ebro firma uno de sus trabajos más sólidos, donde conviven la espiritualidad de la Nación del 5% con guiños a Palestina, una dedicatoria a su madre y hasta una base de reguetón.

Pregunta: "Me sale natural, por eso tardo".

Respuesta: Así es. No voy al ritmo de la industria musical y ahora he sentido que ya era el momento de contar cosas.

P: Es álbum para escuchar con Google abierto e ir pillando referencias.

R: Siempre ha sido importante para mí soltar códigos. Sé que hay mucha gente que escucha algo y si no lo entiende, tampoco se preocupa en conocer. Pero si hay uno que dedica su tiempo a investigar, para mí ya ha valido la pena.

P: Me ha gustado mucho la portada 

R: Es de Kaiku, unos amigos de Bilbao con los que he trabajado en la mayoría de mis trabajos. Queríamos hacer algo un poco minimalista y  ha quedado bomba. Que sea todo negro con el teléfono en el medio le da un toque misterioso. Representa perfectamente al disco que te vas a encontrar cuando lo escuches.

P: Aparecen las letras NTFD

R: Intifada. Lo cambiamos por Nokia por darle un toque más encriptado. Teniendo en cuenta el conflicto entre Israel y Palestina, hemos querido hacer cosas así en el disco. 

P: Los teléfonos Kosher son utilizados por los judíos ultraortodoxos; en ellos, se restringe internet y muchas aplicaciones. Le veo dos lecturas. Defensa aférrima de tu concepto y estilo y, por otro lado, que el oyente se concentre en el disco evitando otros estímulos ajenos.

R: Es un poco de todo. Me gusta el título porque tiene varias lecturas y cada uno lo puede llevar a un terreno. Mi idea era que el teléfono representara la idea de un disco compacto y duro. El sonido de Sabiobeats, además, le aporta agresividad y refuerza la idea de irrompible, tal y como aquellos teléfonos que podías tirar 20 veces al suelo y seguían funcionando. Asimismo, es importante la idea de evitar distracciones. Meterte en él y no desviarte del camino. Esa idea de estar centrado representa salirnos de la industria musical, el ritmo de consumo y creación musical. 

P: No es normal encontrarte hoy en día un disco de una hora.

R: Hacer un disco ya es raro. Que sea de una hora es algo muy loco. Al principio no teníamos esa idea en mente, pero fuimos viendo que todo iba encajando bien. También existe el esfuerzo como creador de no caer en la monotonía, que resulte demasiado largo  y aburrido. Pero creo que hemos conseguido hacer una montaña rusa donde existe la variedad, ya que te lleva tanto muy abajo como muy arriba. Aunque sea un disco con un solo productor, el abanico musical es diverso y se tocan diferentes registros.

P: Lo primero que te encuentras al escucharlo es a El Churumbel de Málaga hablando de Netanyahu. Es curioso que muestre más humanidad sobre Palestina que Ayuso.

R: Lo que dice en ese extracto es una verdad. Dicha a su manera, pero una verdad como un puño. Empezamos el disco antes de que estallara este último conflicto, pero teniendo en cuenta la situación actual, quise meter algunas pinceladas para posicionarme, pero sin caer en el monotema. Empezar con un montaje de una llamada de El Churumbel a Netanyahu arroja luz. 

P: En Luigi y Supermario ya dices "Teléfono Kosher pero Palestina must get free".

R: Recuerdo que cuando la gente me preguntaba por el título del disco a la gente le chocaba que tuviera una connotación judía. Pero utilizar un término así no me convierte en sionista. Tampoco he querido convertir el disco en un panfleto ni hacer un tema rapeándote el telediario. 

P: Siempre me pregunté cuál era el origen de añadir Allah a tu nickname.

R: Nace de la Nación del 5%, una cultura surgida en Estados Unidos. Allah es arm, leg, leg, arm, head (brazo, pierna, pierna, brazo, cabeza). Significa que Dios eres tú mismo. Es muy común que se añada ese Allah a tu nombre. Rakim Allah, por ejemplo. Lo mío no tiene ninguna connotación religiosa.

P: Por ahí querría preguntarte. 

R: Siempre me he interesado por las religiones y sus santas escrituras pero nunca he sido religioso. No creo en ningún Dios misterioso.

P: El disco va sobrado de ego. No sé si esto es una forma de volcar tu chulería en el arte, para luego volcar la humildad en tu día a día.

R: No me considero una persona con mucho ego, pero noto que a muchos artistas se les acaba comiendo su propio personaje y termina dominándolo. Tengo la fortuna de vivir en un sitio pequeño donde no me conoce prácticamente nadie por la música. Esto es un desahogo personal. Cuando hago música soy el mejor del mundo, pero cuando termino dejo al personaje aparcado. Soy una persona normal y yo no voy por ahí así. Obviamente no tiene sentido. 

P: ¿Crees que en grandes urbes eso no se consigue?

R: Vivir en sitios pequeños te ayudan a salirte de tu personaje porque vives una vida normal. En Madrid tienes más cerca el farandulero, el cual te incita a meterte más en tu película y termina por dominarte. He visto casos y no quiero eso. 

P: ¿Que reflexión haces de tu proceso de madurez vital? Dices "Con 43 y todavía intento aprender a vivir".

R: Vas cumpliendo años, pero todavía tengo la sensación de sentirme joven. Siento que no se nada y sigo aprendiendo cómo se digiere todo esto. Vas cumpliendo años, te pasan cosas y sigues teniendo la sensación de no tener el toro por los cuernos.

P: También dices "El viejo que manda, Joe Biden".

R: Lo escribí cuando todavía mandaba.... 

P: En L.O.M.L (Love of my life / Amor de mi vida) haces una declaración de amor puro a tu madre.

R: A pesar de ser un disco con un mayor nivel de egotrip y agresividad, quería dedicarle una canción a mi madre. Ha sido ahora cuando he sentido cómo debía expresarlo y me salió súper rápido. Por otra parte, nunca me va a parecer que plasmo suficientemente lo que siento por mi madre. Es un tema cortito, bastante directo y donde se nota que está hecho desde el corazón. 

P: En Sikariona, con La Reina Mora, te atreves con el reguetón.

R: Al final es un tema de rap con una percusión de reguetón. Sabiobeats es de otra generación y hace música muy diferente. Me pasó varias bases de reguetón, me gustarón y salió esto. Y por qué no. Hay que hacer cosas diferentes también. Y más a estas alturas, donde no tengo nada que demostrar ni nada que explicar. Qué menos que hacer cosas un poco diferentes en 2025. Es algo que choca a la gente y ofrecerles algo que no se esperan de mí. 

P: Me imagino que no tuvo que ser sencillo adoptar la cultura hip hop en Miranda de Ebro a mediados de los 90. 

R:  En los 80 estuvo de moda el breakdance, pero luego desapareció todo. Pertenezco a la primera generación de raperos de Miranda y no hemos tenido ni referencias ni modelos a seguir. Más aún en un sitio aislado del norte de España. Era muy complicado conseguir música y todo eran referencias que veías por la tele. Recuerdo que vino un colega colombiano que vivió en Barcelona, era b-boy y nos trajo música y conocimiento sobre hip hop. Recuerdo que ahorraba todas las pagas que me daban mis padres y me lo gastaba en el catálogo de tienda de Barcelona llamada El Búnker. Vendían, sprays, fanzines de grafitti, música, vídeos... Luego, gracias al baloncesto, tuve la suerte de ir a campamentos en EE.UU y ahí me nutrí mucho de lo que había. El último año de instituto también lo hice ahí y fue donde se fue formando mi estilo y mi forma de ver el rap. A partir de ahí fui mezclando mis referencias de aquí y allá.

P: Recuerdo que salió en prensa que Miranda de Ebro era la segunda ciudad del mundo con mayor consumo de cocaína por detrás de Nueva York.

R: No sé si sería verdad eso. Vicio hay, pero no sé si tanto (ríe).

P: Respecto al beef con Kaydy Caín, el otro día salió en un podcast pidiéndote perdón.

R: Me lo dijeron hace poco, pero no lo he visto. No me interesa mucho porque después de tanto tiempo son cosas que no me preocupan. Que me pida perdón está muy bien, pero son cosas que ya pasaron. Ya no es solo lo que pasó, son todas las mentiras que se han dicho. Me jode que en ese momento trataron de hacerme daño y hundirme. No me lo merecí. Pero sin más. ¿Me pide perdón? Pues muy bien. Me resbala ese tema. 

P: Una de las últimas barras del disco es "un amor a mis haters".

R: Y más con esta edad. ¿Tú crees que 43 años me pueden hacer daño los odiadores? Hay que estar por encima de eso. 

P: Ahora, defender el álbum en directo.

R: Empezamos la gira en Galicia el último finde de noviembre. De momento hay 12 fechas y terminamos en Madrid a finales de febrero. Después el plan es ir para Latinoamérica.

P: Pegastéis fuerte allí.

R: Hemos ido varias veces y la gente responde siempre. Poder viajar y concoer gente nueva es de las cosas que más me llenan de la música. Es muy bonito ver que tu música llega a sitios tan diferentes de España. Siempre que pueda, volveré allí. La primera vez que fuimos a Latinoamérica nos explotó la cabeza, teniendo en cuenta el lugar del que vinimos. ¿Cómo puede ser que llegue a Argentina y esta gente se sepa mis canciones? Cuesta digerir que hayamos influido a una generación de raperos. Me sigue chocando. 

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