La música es un elemento que nos acompaña en diversas actividades diarias. No solamente la escuchamos para divertirnos y salir, sino también para amenizar tareas del hogar o, incluso, para fomentar la concentración en el trabajo. Es en este último campo en el que cobra especial importancia y sobre lo que se habla en las siguientes líneas.

Hay estudios que detallan que escuchar mientras trabajamos ayuda a la resistencia, evade el cansancio, fomenta la imaginación y la creatividad y mejora el sistema cardiovascular.

Beneficios de la música en el trabajo

Los empleados que escuchan música durante su jornada suelen ser más rápidos a la hora de hacer sus tareas. Se ha comprobado que aumenta la productividad, pero también influye en otros aspectos, como que aumenta la empatía, el sentido de la colaboración y la comunicación entre compañeros.

Asimismo, mejora la concentración, la creatividad e imaginación. Del mismo modo, hace aumentar la motivación y evita caer en el aburrimiento, la monotonía o relaja la tensión. También mejora la frecuencia cardíaca y ayuda a aprender mejor y rápido. Así se desprende de estudios realizados por la universidad estadounidense de Maryland y un experimento realizado en Canadá.

Cómo elegir música para trabajar

Aunque escuchar música es una buena opción mientras se trabaja, no es una tarea sencilla elegir la más óptima. Si no elegimos la adecuada, los efectos pueden ser los contrarios, provocando desmotivación, pesadez y fomentar la desconexión y la falta de concentración. A continuación, se detallan algunos consejos que pueden ser útiles a la hora de la elección:

  • Los temas sin letras suelen ser los más convenientes, sobre todo en los casos en los que se trabaja con el ordenador y escribiendo. Las canciones con letra pueden interferir en la capacidad léxica y gramatical.
  • Las canciones desconocidas también son recomendables. Si conocemos las canciones y nos gustan solemos poner a cantarlas o a prestar más atención en ellas, dejando de lado, con ello, el trabajo.
  • El género es una cuestión importante. La música clásica, el jazz, los géneros relajantes o sonidos naturales suelen fomentar la concentración.
  • Hay que prestar atención a las emociones. Puede haber canciones que nos recuerden a algo y ello provoque que perdamos la concentración en la tarea que estemos realizando.