Sábado noche. Hacemos cola a las afueras de la sala Wurlitzer Ballrrom, en los aledaños del Teatro Príncipe (en el que se graba La Revuelta) como se espera en los conciertos de rock, cerveza en mano; aún con las consecuencias que esto puede traer. En fin, una anécdota más.

Aquel día descubrí a Memocracia, una banda burgalesa que lleva una década repartiendo estopa a golpe de punk, pero fuera de las etiquetas y que ahora presenta su EP Rabia y Ternrua después de dos discos, otro en directo y más de 150 conciertos“Carolina Durante también es un poco punk”, dice a ElPlural.com su batería, Gabriel Román, Gabri. “Cualquier banda con actitud, aunque tenga otro estilo, para nosotros lo es”, apuntala. Mención especial aquí a quien intenta que abra la mente en el aspecto musical en particular y en otros de la vida en general. Puede que empiece a hacerlo.

Esa resiliencia es la que estos cuatro jóvenes  -Álex García, Diego Moral, Germán Alonso y Gabriel Román- han tomado de otros grupos para adaptarala a su situación, en la que seguro mucha gente se ve reflejada. “El trabajo, el alquiler… Claro que tenemos problemas de ansiedad, pero vamos a por todas”, confiesa el entrevistado.

De aquella sala salí con una sudadera -blanca, para tranquilidad de mi madre-, un poquito más yo, conociendo a un grupo y a una amiga a la que todavía no había puesto cara, además de reencontrarme con otra. “Siempre coincidimos en los mismos sitios porque siempre somos los mismos”, nos dijimos. Y en ese maremágnum de emociones (y pogos), supongo que teníais razón, que es posible mantenerse fiel a lo de siempre sin renunciar a lo nuevo. Sentirse, en definitiva, y como dice Memo, “en mitad de muchas cosas”.

¿Quiénes sois Memocracia?

Yo soy Gabriel Román, el batería, y Memocracia es un grupo de punk que nace en Burgos, en 2015, por influencias de grupos que teníamos yo, Diego Moral y Álex García (los dos guitarras). Nos conocimos en nuestra ciudad natal coincidiendo en campamentos y demás (…) Tú scuchabas a bandas como Green Day, Blind, Fugazi…. y querías tocar sus canciones. Nos pusimos a ensayar, pillamos un local y en un año, año y medio entró definitivamente el bajista, Germán Alonso -hubo uno antes, pero ya teníamos que currar y hacer cosas y él no estaba dispuesto-. Desde entonces 150 conciertos, dos discos de estudio, otro en directo y el EP que acabamos de sacar.

Sois burgaleses, como La MODA. Esto estaréis hartos de escucharlo. No sé si alguna vez habéis soñado a ser como ellos y poner a Burgos todavía más en el mapa.

Sí, joer… La MODA, Victor Rutt, Rober del Pyro, Fetén Fetén… son los representantes a nivel musical de Burgos y al final te inspiras un poco en ellos también por su filosofía. Son la prueba de que fuera de Madrid, Barcelona o Valencia se puede hacer un proyecto sostenible y que llegue a mucha gente hasta el punto de vivir de ello. Ojalá seguir subiendo, poder un día vivir de la música y llevar a Burgos allá donde vayamos porque sí sentimos esa patria de nuestra tierra.

¿Con qué artistas que os hayan marcado habéis compartido escenario?

La MODA nos llevó a tocar a La Riviera y fue la hostia (…) Con Desakato, que a nivel nacional también nos inspiraron sus canciones y su forma de hacer las cosas… Nos ha influenciado mucho Berri Txarrak, aunque no hayamos tocado con ellos, igualmente además de por su música, por su filosofía como banda. Somos muy melómanos pero ya has visto que nos fijamos también en cómo nacen las bandas y cómo hacen las cosas.

En cualquier caso, tenéis un estilo muy propio. En vuestra descripción decís: "No somos modernos, pero tampoco punkis, no somos mayores, pero tampoco jóvenes, no somos pijos, pero tampoco cutres, no somos rock kalimochero pero tampoco indie rock”. Todo muy lejos de etiquetas en una industria que, por momentos, parece obligar a cerrarse en un estilo.

Todo el mundo nos etiquetamos a veces por simplificar. En nuestro caso las bandas de referencia son más punk, rock o incluso hardcore, aunque escuchamos de todo. Porque son géneros en los que hay que tener actitud y que requiere muchísimas ganas y energía. No puedes subirte al escenario y tocar en piloto automático. Y es la forma de hacer música con la que conectamos, nuestra marca. Aunque nos gusta mezclar y hacer otras cosas, la pegada y la contundencia siempre está ahí.

Por lo tanto, por poner una etiqueta diríamos punk, pero siempre nos hemos sentido en mitad de muchas cosas. Hay gente que seguro que piensa que no hemos hecho las cosas como se supone que deberíamos haberlas hecho siendo punk en España y que “no nos ha aceptado”.

De hecho, os vendéis, evidentemente con un toque de sorna como la (pen)última esperanza del punk-rock nacional. ¿Tan mal está el mercado?

Eso fue una fumada (risas). Es una locura… Carolina Durante en parte puede ser también punk, y muchas otras bandas o grupos… El indie al final tiene algo de punk porque el punk es una forma de ver las cosas y de actitud. Es verdad que el inde ahora está muy comercializado, pero en principio era independiente, y el punk es también hacerlo tú mismo, gestionar los discos, la actitud, no cobrar un bolo porque estás tocando en un sitio social, ayudar a alguien aunque estés petado de cosas. Para nosotros las bandas con actitud aunque hagan otro estilo también son punk.

En España justo ahora creo que está habiendo un renacer de estilos más rock y esta escena: Ripio, Shego, Caravento, Biznaga, Alcalá Norte… Un montón de gente que, sin ser punk como tal, están en estilos que antes se veían menos. Nosotros asomamos por ahí la cabeza y no sé si somos la esperanza, pero ojalá poder tener algo que decir a más escala.

Entre los temas de este nuevo EP me llaman la atención Nerviosos por nacimiento porque creo que define muy bien vuestra ambición, Vuelves a empezar y, por supuesto, El Barto. ¿Con qué tema os quedáis vosotros y por qué?

Cada uno tendría una opinión, pero yo creo que después de dos años haciendo las canciones y habiendo pensado todo un montón -han descartado otros ocho temas- todas (las canciones) nos convencen un montón a todos los niveles. Hemos dado muchísimas vueltas a todo, cada frase la hemos pensado sobremanera… Pero yo diría que Nerviosos por nacimiento relata un poco todas las cosas que nos han ido pasando estos dos años -cambiar de la edad estudiantil a la adulta, la relación con el trabajo y compaginar la banda, pagar el alquiler…-; responsabilidades que antes no tenías y tu relación con ellas.

Y, por supuesto, nuestra vivencia con la industria musical y lo que implica tener una banda independiente, que al final lo hacéis todo por vosotros mismos y no obedecéis órdenes de nadie. Todo esa mezcla se ve en el conjunto de los temas y no podría elegir una, aunque posiblemente sea Nerviosos por nacimiento el que más lo abarca.

¿Habéis notado esa madurez que da la experiencia?

Totalmente. Por un lado, la madurez de las letras, de hacer las canciones. (...) Hemos ido aprendiendo a base de golpes; hemos tenido a gente que nos ha ayudado mucho, pero no hemos tenido ningún padrino como hayan podido tener otros, sino que hemos ido aprendiendo a base de hacer cosas y cagarla. Y eso se vuelca en los temas.

También el sonido. Hemos ido a Ultramarinos Costa Brava con Santi García, que nos ha ayudado un montón en la dirección que queríamos tomar. Nos apetecía un rollo más americano con influencias como Fugazi, Jawbox, Replacements o Turnstile y aquí en España no había muchos estudios -o nosotros no hemos encontrado muchos- que vayan en este rollo. Pero él sí lo ha conseguido pillar. Y nosotros mismos hemos ido aprendiendo tema amplificadores, pedales, batería… Todo muy firiki. Grabábamos las canciones como ocho veces antes de llegar al estudio, hicimos un montón de pruebas, etc. Nos comimos mucho el coco.

En cuanto a imagen, hemos estado todo 2024 trabajando con el diseñador, Manu Arzá, para ver cómo hacerlo. Si te metes en el drive de Memo alucinas, porque hay un montón de descartes y cosas que se han quedado en el tintero porque no nos convencían. Y lo mismo con los videoclips: hemos intentado que reflejen muy bien todo lo que hemos tenido este tiempo en la cabeza y ahí debemos destacar el trabajo de Alvar Alonso (Vuelves a empezar y Nerviosos por nacimiento) y de Grapa (El Barto)

Me hablas de los problemas de una banda joven relacionados con el trabajo, el alquiler. ¿Cómo habéis compaginado esto con la música?

Uf… tenemos claro que queremos ir a por todas. El problema de esto es que implica un desgaste y unas horas y un tiempo que muchas veces no tenemos. Todos compaginamos con un trabajo y terminamos muchas veces quemados, con mucha ansiedad, problemas para dormir, yendo al límite sin calcular que en un momento dado era mejor descansar…  Estamos teniendo problemas con eso.

A parte es que muchas veces no es tan fácil como cambiar de curro, que mucha gente nos viene así y es como ‘No es tan sencillo porque también produce ansiedad enfrentarte a buscar y encontrar un trabajo nuevo’. Vamos tirando.

Yo lo tengo más fácil porque trabajo en el campo y soy mi propio jefe. Hay días que hago 14 horas y otros descanso, pero por ejemplo Álex trabaja en una empresa de sonido y viene a ensayar después de trabajar de 6 a 20… Si nos lo tomáramos más tranquilo todo y sin ir tan a muerte, mejor; pero como queremos ir a tope…

Representasteis a Burgos en el Boina Fest, que es un festi que lucha contra la despoblación. Hablábamos antes de ello, ¿habéis sentido tenerlo más difícil por no ser de capital?

Creo que tiene mucho que ver con los círculos. La música, como muchas disciplinas, guarda relación con la gente que tiene poder, pero no me refiero a poder de montar el Mad Cool, sino del conocimiento de personas que, sin hacer una cosa loquísimo, si te rodeas con ella igual te ahorras cinco años de pegarte contra un muro. Si estás en una ciudad grande es más fácil acceder a estas personas.

También es verdad que nosotros hemos intentado siempre salir de Burgos de cara a esto. Ahora estamos con un mánager y nos está ayudando mucho porque al ser una banda independiente sí hemos padecido eso de que mucha gente no te responda el correo, tener que insistir mucho… Te creas expectativas de que vas a conseguir más cosas si haces mejor música, pero la realidad no siempre es así y currar mucho no siempre asegura el éxito.

¿Qué festis tenéis cerrados?

El Boina Fest, otro en San Cebrián de Campos (Palencia), otro de zonas rurales que nos salvan un poco de poder mantenernos activos en verano.

Y respecto de la gira, vamos a París en la primera salida internacional del grupo, a Villafranche de Rouergue y Burdeos.

¿No habéis pensado en echar a concursos de bandas como las que hace el Viña Rock, por ejemplo?

El último que echamos fue el Mad Cool. Fue la hostia y queremos dar las gracias al festival porque nos trató muy bien pese a ser una banda más pequeña que otras. Conocimos también a quien nos lleva la comunicación, Tali Carreto (La Mota), que es fundamental en Memo.

Pero desde entonces dijimos que no íbamos a presentarnos a votaciones, porque nos parece un coñazo estar dando la turra a la gente, y por ejemplo el Viña lo hace de esta forma. Sí nos hemos presentado al de Premios Rock de Madrid (…) Ojalá no depender de estas cosas porque, es verdad que vienen súper bien, pero tampoco nos gusta compararnos con otras bandas a ver quién es mejor.

Planes a futuro de la banda, más allá de los concis.

Seguir ensayando a tope, ampliando la playlist y sacar algún single a finales o principios de año. Y ya a finales de 2026 sacaremos otro trabajo más grande. No puedo decir mucho más  porque ni siqueira tenemos muy claro qué va a ser (risas), pero llevamos medio año currando en ello.

*Además de todas las personas mencionadas, Memocracia destaca también el trabajo de Juan Santaner (Industrias Bala) el management. “Todos ellos son piezas clave en esta nueva etapa”.

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