Algún día se estudiará en las universidades la sociología del rocanrol. Puede parecer descabellado, pero el paso del tiempo mostrará la auténtica dimensión de la música popular como expresión de su época. Y cuando eso ocurra “The Kinks. Música, cultura y sociedad” de Javier de Diego Romero y editado por Milenio será uno de los textos de referencia. 

Porque De Diego comprende que la música y las letras son indisociables del entorno en el que se crean. Que los artistas no son ermitaños aislados de la sociedad, sino cronistas de una época. Un testimonio clave para entender la intrahistoria, el flujo vital que subyace en cada periodo y que es mantenido por sus principales actores, las clases trabajadoras. En esta crónica, la aportación de The Kinks es troncal. Más que otros grupos contemporáneos como los Beatles o los Stones, la banda de los hermanos Davies permanecen más pegados a la realidad. Es este enlace entre arte y sociedad el que De Diego no solo ha logrado detectar sino también reflejar. 

Escribir sobre música, sobre intérpretes, debe de ser sencillo. Hacerlo dentro del marco referencial que supedita su obra es otra cosa. Analizar la pintura de Velazquez y Goya desnuda de contexto histórico no es más que un ejercicio de estilo. Es necesario bucear en miles de referencias y datos para establecer los por qués, los cómos y las consecuencias. Ahí es donde el autor se muestra más brillante. Cuando es capaz de crear una relación entre el despegue económico de Gran Bretaña tras la Segunda Guerra Mundial a través del número de televisores por hogar y desde ahí, llegar a la influencia de este medio en la precoz creatividad de Ray Davies. 

Pero eso precisa de un metódico trabajo de documentación y de expurgar el dato clave del accesorio. Y aportar citas sesudas que apuntalan cada afirmación, dotando a la siempre denostada música rock de un espacio dentro de lo que se considera cultura: es decir, un síntoma de un tiempo y un talante determinado. 

De Diego se apoya en cada hito en la carrera de la banda, mostrando, en la única grieta en la que el autor deja entrever su subjetividad, la relevancia de los dos actos de aquella obra conceptual llamada “Preservation”, un claro ejemplo de manifestación incomprendida en su día pero que el paso de los años refuerza como síntoma del signo de los tiempos. 

Preguntarse si "The Kinks. Música, cultura y sociedad” es una obra sobre música o sobre historia es un absurdo. Porque si algo muestra el libro de De Diego es que, por más que nos empeñemos, el arte es siempre la manera en la que los miembros más sensibles de una comunidad interiorizan y transmiten el mundo en el que viven. 

Este libro es, en definitiva, una crónica de uno de los periodos más interesantes de la prolífica historia del viejo continente. La eclosión, en la posguerra, de una potente y nueva clase social, la juventud. De cómo la música pop fue su manera de responder e identificarse en un código disruptivo con las anteriores generaciones. 

Y si alguien duda del éxito de la propuesta solo tiene que encender la tele o conectarse a las redes sociales para darse cuenta del calado de esa revolución que tuvo a los Kinks como unos de los más acertados trovadores. Y a Javier de Diego como uno de sus más afilados notarios. 

“The Kinks. Música, cultura y sociedad” se presenta el día 15 de febrero a las 19:00 en la Librería El Argonauta. Calle Fernández de los Ríos, 50. Madrid.