El CIS revela que un 37,9 por ciento de los españoles no lee nunca o casi nunca, y en el 44,9 por ciento de los casos se debe a que no les gusta o no les interesa. Madrid es la autonomía española con más lectores habituales, y solo un 19,8 por ciento de los lectores opta por el libro electrónico.

¿Se lee en España? La pregunta es compleja y está muy abierta a matices. Pero de la reciente encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) sobre hábitos de lectura, se pueden extraer algunas conclusiones. De acuerdo con los resultados de este estudio, realizado para el centro estadístico oficial por la empresa 3datos.es, en colaboración con wwww.porcentual.es, entre el 1 y el 11 de diciembre de 2014 y a partir de 2.477 entrevistas hechas en 237 municipios de 49 provincias, la Comunidad de Madrid es la autonomía española con más lectores habituales, entendiendo por ello a personas que leen todos los días, o al menos una o dos veces a la semana. Nada menos que el 63,3 por ciento de los madrileños se declara tal cosa, frente al 25 por ciento de los cántabros que dicen tener ese ritmo lector, en una comunidad, Cantabria, con el ratio más bajo de España en esta categoría. La zona de Levante es la que tiene una mayor densidad de lectores habituales por habitante, siempre de acuerdo con las costumbres lectoras que la población le ha contado al CIS.

Del análisis también se extrae que las mujeres leen más que los hombres, aunque no los aventajan gran cosa: mientras que el 49,8 por ciento de ellas se declara lectora habitual, solo un 40,8 por ciento de ellos dice serlo. Y el 37,9 por ciento de los hombres asegura que no lee nunca, mientras que esto ocurre en un montante algo menor de mujeres, el 32,1 por ciento de la muestra encuestada. Y he aquí la pregunta del millón: ¿por qué no leen? Pues, según un 44,9 por ciento de los casos, no se debe a falta de tiempo, sino a que no les gusta o no les interesa. La falta de tiempo es el motivo que aducen el 24,8 por ciento de los no lectores, mientras que un 13,8 por ciento alega limitaciones de salud como problemas de visión.

Otra de las preguntas del millón es si el libro digital ha ganado adeptos para la causa lectora. La respuesta es no, la media de lectores que utilizan el formato digital se sitúa en el 19,8 por ciento. La causa, probablemente haya que buscarla en que el precio de las ediciones electrónicas no es sustancialmente más bajo que el de las ediciones impresas, como se suele decir que es deseable. Los que más manejan el libro electrónico son, claro, el espectro de personas entre 26 y 35, si bien en un porcentaje poco significativo, el 16,2 por ciento. Y en el norte de España la penetración del formato digital es mayor que en el sur, con Asturias liderando como la autonomía con más lectores digitalizados, con un 36,7 por ciento de los lectores.