Conversamos con Mayda Bustamante, editora, productora, coorganizadora del evento y escritora del libro 'Alicia Alonso. Giselle: el instante eterno', que se presentará ese mismo día. Bustamante trabajó durante diecisiete años, al lado de la recordada bailarina, en el Ballet Nacional de Cuba, más tarde Gran Teatro de La Habana, hoy Gran Teatro Alicia Alonso, institución que Alicia Alonso presidía y donde nuestra entrevistada llegó a ser Vicepresidenta.
¿Quién podía decir que no a Alicia Alonso? Yo desde luego no. Estaba instalada desde mi niñez como uno de esos iconos imprescindibles
Pregunta: ¿Cómo llega Alicia Alonso a tu vida?
Respuesta: Es una larga historia. En el año 1961, se funda la Escuela Provincial de Ballet de La Habana. Convocan a niñas y niños para estudiar ballet y mi mamá me matricula. Ese año el jurado lo conformaba Alicia Alonso, Fernando Alonso, Ana Leontieva, (una importante bailarina rusa que más tarde se va a vivir a La Habana donde funda su escuela, y se vincula a los Alonso) y otras celebridades del ballet cubano. Se matriculan más de 300 niñas y seleccionan unas treinta, entre ellas estuve yo. Un año después yo abandono la escuela. Muy pronto me doy cuenta que no era mi vocación, sin embargo, me acerca al ballet. Desde niña mi madre nos llevaba al Teatro a ver funciones. Tenía unos 20 años cuando empecé a trabajar en el entonces Consejo Nacional de Cultura como redactora. Me dieron a divulgar el teatro y la danza que se hacìa en el país y creo que hacía un buen trabajo. Alicia preguntó quien estaba dando a conocer las actividades que realizaba el Ballet Nacional de Cuba y alguien que no recuerdo le dijo que se trataba de una chica joven que había empezado a trabajar en la Dirección de Divulgación del Consejo. Pidió que me localizaran y me citaron a una reunión con ella. Creo que esto fue en 1975. Me propuso trabajar en el Ballet Nacional de Cuba como Relaciones Públicas y atendiendo a los medios. ¿Quién podía decir que no a Alicia Alonso? Yo desde luego no. Estaba instalada desde mi niñez como uno de esos iconos imprescindibles, quizás el único que me ha acompañado y aun me acompaña. Mucho desde entonces me ha unido a Alicia.
Trabajé durante diecisiete años en el Ballet Nacional de Cuba, más tarde Gran Teatro de La Habana, institución que ella presidía y donde llegué a ser Vicepresidenta. Me honra haber sido una de las personas que gozó de su confianza pero lo más importante, de su cariño: llevé las Relaciones Públicas, los medios, las relaciones internacionales y comerciales, fundé la Colección Gran teatro de La Habana, estuve al frente de la organización de las actividades colaterales, la oficina de prensa y la atención a invitados de ocho Festivales Internacionales de Ballet de La Habana, creé con el apoyo de Alicia el proyecto Salones del Gran Teatro de La Habana, hoy Gran Teatro Alicia Alonso, que puso en marcha un ambicioso plan de programación cultural en siete salas, algunas creadas para este fin, en lo que fue el Centro Gallego de la Habana, anexo desde hace muchos años al Gran Teatro.
Desde 1992, resido en España, pero eso no impidió que mi relación con Alicia se desarrollara con la misma intensidad en lo personal y en lo profesional hasta su adiós físico. Desde aquí, una de mis empersas distribuyó tres exitosas Giras del Ballet Nacional de Cuba, colaboré en la celebración del 90 aniversario de su nacimiento con un homenaje en París, organicé la conmemoración del 70 aniversario de la primera vez que bailó Giselle, fui Vicepresidenta de la Fundación Alicia Alonso en Madrid durante años y la editorial que fundé, dirijo y de la cual soy su editora, Ediciones Cumbres, cuenta con la más importante bibliografía dedicada ella, más de diez libros especializados en su figura y en temas relacionados con el ballet cubano.
Mayda Bustamante
Alicia ha inspirado lo mejor de mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional
P: ¿Qué representó para ti?
R: Como me he extendido en la primera, resumo en esta: Alicia ha inspirado lo mejor de mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Ha sido savia, proa y sobre todo, privilegio, el privilegio de haber obtenido su confianza y su amistad sin grietas durante varias décadas.
P: En tu intenso acercamiento a su obra, ¿qué contiene, qué aporta tu nuevo libro 'Alicia Alonso. Giselle: el instante eterno'?
R: 'Alicia Alonso. Giselle: el instante eterno', pretende un recorrido por los rincones más relevantes de los que la conocieron. Este libro que solo aspira a mantener vivo el recuerdo y homenajearla en el 80 Aniversario de la primera vez que interpretó Giselle, está concebido no como una recopilación exhaustiva de su andadura por este rol, para eso, ya existe, 'Alicia Alonso o la eternidad de Giselle', sino del momento de destello, definitorio, tal como la vieron sus contemporáneos. Profusamente ilustrado además, lo que lo convierte al final en objeto de arte.
Frases que la catapultaron en el monumento que es y si se esculpiera en cada país que tuvo el privilegio de perder el aliento ante sus interpretaciones, tendría que decir: la Giselle más extraordinaria de todos los tiempos.
Alicia es una figura única, porque no solo bailó, sino que desempolvó los clásicos con una mirada que los acercó a nuestra realidad
P: ¿Cómo ves la influencia que ejerce esta artista en las nuevas generaciones?
R: Alicia con Giselle por ejemplo, es según la crítica especializada, la responsable de que ese ballet romántico no muriera. Conocer a Alicia como bailarina es una obligación que sobre todo recae en los maestros, porque si esto sucede, los jóvenes tendrán el mejor pareadigma para aprender estilo, técnica e interpretación. Hay que añadir que Alicia es una figura única, porque no solo bailó, sino que desempolvó los clásicos con una mirada que los acercó a nuestra realidad, coreografió obras ajenas a su trabajo de reconstruccion del repertorio universal, fundó el Ballet Nacional de Cuba, una gran compañía y junto a los Alonso creó la reconocida escuela de ballet, una manera distinta de bailar que distingue al ballet cubano, para situarse junto a las escuelas rusa, francesa, danesa. Alicia era una artista excepcional y genial sin miedo a decirlo. El rol referencial que tiene para las nuevas generaciones hay que cuidarlo y potenciarlo.
P: Cuéntanos los detalles del homenaje que se le celebrará en el Ateneo de Madrid.
R: El Ateneo y Ediciones Cumbres han organizado este homenaje por el 80 aniversario de la primera vez que Alicia interpretó Giselle. Se iniciará con una exposición virtual que recoje muchas de sus mejores fotos en este rol y tendrá como título, 'Alicia Alonso: para que Giselle no muera'. A continuación, se presentará el libro de mi autoria, 'Alicia Alonso. Giselle: el instante eterno' y se estrenará el audiovisual 'Alicia, siempre Giselle' de Jose Ramón Neyra.
Estaremos en la mesa, para dialogar con el público asistente, en un acto con entrada libre hasta completar aforo, Pedro Simón, ensayista, investigador, director del Museo de la danza en Cuba y compañero sentimental de la artista hasta el final de su vida; el investigador José Ramón Neyra y yo. Presentará el acto, Inés Alvear de la Sección de Literatura y miembro del Junta de Gobierno del Ateneo.
Y como colofón, la conocida cantautora cubana Liuba María Hevia interpretará el poema Es la magia que enamora de Santiago Castelo, al que además ha puesto música.
P: ¿Tienes constancia de homenajes que se le rendirán en otros países con motivo de los ochenta años del debut de Alicia Alonso en el personaje de Giselle?
R: En Cuba se han hecho muchos homenajes con motivo de este aniversario. Ahora toca a España, país del que era su abuelo santanderino, y al que aportó mucho. Aquí existe la Fundación de la danza que lleva su nombre, y el Instituto de la danza Alicia Alonso, adscrito a la Universidad Rey Juan Carlos. Este libro es una deuda que todavía tenemos con ella. El libro que deje constancia de sus vínculos con España.
Todo no es color rosa, y personalidades tan potentes como Alicia son polémicas para “los que ven la paja solo en el ojo ajeno”
P: ¿Alguna anécdota de tu relación con ella que con frecuencia te venga a la mente?
R: Muchas, pero me viene una a la mente. Todo no es color rosa, y personalidades tan potentes como Alicia son polémicas para “los que ven la paja solo en el ojo ajeno”. Un dia entro a su despacho y la veo riéndose con una persona que no se había portado precisamente bien con ella. Cuando se va le pregunto: ¿Alicia, cómo puede usted recibir, hablar y hasta sonreir con una persona que ha sido tan nociva en su vida? Y me respondió: “Porque olvido Maydita, porque olvido”. Yo aprendí la lección y salvando la enorme distancia, también olvido. Yo también olvido, Alicia. Gracias.
