Sharon Stone ha vuelto a levantar ampollas en Hollywood al revelar cuánto cobró por su papel en Instinto Básico, la película que la catapultó a la fama mundial. Mientras Michael Douglas ingresó entre 12 y 14 millones de dólares, ella se conformó con apenas medio millón. Una diferencia abismal que, más de 30 años después, sigue representando la brecha salarial por género en la industria del cine.

Un papel codiciado… al que solo accedió “robando” el guion

La actriz ha desvelado que el acceso al papel no fue sencillo. Según su testimonio, ni siquiera le dejaban leer el guion, por lo que su representante tuvo que actuar por su cuenta:

"Mi representante lo robó del despacho de un productor que lo tenía bajo llave con tarjeta de crédito. Lo cogió y me lo trajo. Me encerré en casa a leerlo. Cuando terminé, dije: ‘Este papel es mío’."

La audición fue tan convincente que logró quedarse con el personaje de Catherine Tramell, aunque los productores inicialmente no la consideraban una opción seria.

El desdén inicial de Michael Douglas

Sharon Stone también relata que Michael Douglas, ya una estrella consagrada por aquel entonces, no quiso hacer una prueba junto a ella.
“Él pensaba que ya me conocía porque nos habíamos cruzado en Cannes y le caí mal. Cuando supo que estaba preseleccionada, se negó a hacer la prueba. No quería saber nada.”

Sin embargo, el director insistió en que viera la grabación de la prueba. Según Stone, cuando Douglas la vio, cambió radicalmente de opinión:
“El director le dijo: ‘Mira la prueba. No hay otra actriz que pueda hacer esto como ella’. Y después de verla, reconoció que era perfecta para el papel.”

Una diferencia de sueldo que aún escuece

Pero lo más llamativo de su testimonio no es cómo se quedó con el papel, sino cuánto cobró por él. Sharon Stone revela sin tapujos:
“Me pagaron 500.000 dólares. Michael Douglas cobró entre 12 y 14 millones. Esa fue la diferencia.”

La brecha salarial fue inmensa, a pesar de que el personaje de Catherine Tramell fue el que convirtió la película en un fenómeno mundial y a Stone en un icono sexual y cultural.

El “castigo” por mostrar su sexualidad

La actriz también recuerda que fue duramente juzgada por la industria y por parte del público por la carga sexual del personaje.
“Me castigaron por mi sexualidad. Me culparon por algo que simplemente estaba actuando. Pero a Michael no le dijeron nada.”

Durante años, Stone fue reducida a ese único rol. Le costó obtener otros papeles de calidad, y sentía que su éxito había molestado a muchos dentro del sistema de Hollywood.

También ha contado que la famosa escena del cruce de piernas —una de las más icónicas de la historia del cine— fue grabada bajo engaño.
“Me dijeron que con las luces no se vería nada. Y luego, cuando vi la escena en el cine, fue una bofetada. Literalmente le di una bofetada al director.”

Esa secuencia se convirtió en símbolo de la película, pero también en un momento de traición personal para la actriz, que no fue informada adecuadamente de lo que se iba a mostrar en pantalla.

No me arrepiento, pero no fue justo

Hoy, con 67 años, Sharon Stone reflexiona sobre lo que significó aquel papel en su vida:
“No me arrepiento de haber hecho Instinto Básico. Pero no fue justo. Ni en cómo me trataron, ni en lo que me pagaron, ni en cómo me juzgaron.”

Una historia de éxito que, tras bambalinas, fue también una historia de desequilibrio, lucha y resistencia.

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