El cineasta Francis Ford Coppola, uno de los nombres más icónicos de la historia del cine, permanece ingresado en el Policlínico Tor Vergata de Roma tras detectarse una fibrilación auricular momentos antes de someterse a una intervención cardíaca programada. El director, de 86 años, había viajado a la capital italiana “en secreto” el pasado martes, tras presentar su última película, Megalópolis, en Portland (EE.UU.).
La operación prevista era una ablación cardíaca, un procedimiento considerado relativamente sencillo y que el propio Coppola ya se había realizado hace tres décadas. Sin embargo, según informa el diario italiano La Repubblica, una arritmia detectada antes de entrar en quirófano obligó a los médicos a posponer la intervención y mantener al paciente bajo observación.
Conocida la noticia, el propio realizador quiso lanzar un mensaje tranquilizador a través de sus redes sociales: “Da Dada (tal como me llaman mis hijos) está bien. Aproveché la oportunidad de, al estar en Roma, actualizar un procedimiento de fibrilación auricular que me hice hace 30 años con su inventor, el gran doctor italiano Andrea Natale. ¡Estoy bien!”, escribió.
Los especialistas confían en que su ingreso hospitalario sea breve, salvo que surjan complicaciones. Coppola se encuentra en Italia desde hace varias semanas, combinando descanso y trabajo en un país con el que mantiene una estrecha relación familiar y cultural, y que visita con frecuencia.
Un legado cinematográfico que marcó una época
Nacido en Detroit en 1939, en el seno de una familia de origen napolitano, Francis Ford Coppola se convirtió en una figura clave del llamado Nuevo Hollywood, movimiento que revolucionó la industria cinematográfica en los años 70. Su carrera despegó con fuerza en 1972 con el estreno de ‘El Padrino’, una adaptación de la novela de Mario Puzo que transformó para siempre el género de mafias. La película, que ganó tres premios Oscar, fue solo el comienzo de una saga que continuó con El Padrino II (1974) y El Padrino III (1990), consolidando su prestigio internacional.
Coppola volvió a deslumbrar con la monumental Apocalypse Now (1979), una odisea bélica ambientada en la Guerra de Vietnam, inspirada en El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. El rodaje fue caótico, pero el resultado se convirtió en una de las obras maestras indiscutibles del siglo XX. También destacan en su filmografía La conversación (1974), Drácula de Bram Stoker (1992) y Tucker: un hombre y su sueño (1988), entre muchas otras.
A lo largo de su trayectoria, el director ha cosechado seis premios Oscar, cinco Globos de Oro, dos Palmas de Oro en Cannes y un BAFTA, además de un sinfín de reconocimientos a nivel internacional. En 2002, recibió el Premio Especial 50 Aniversario del Festival de San Sebastián, un certamen en el que ya había triunfado en 1969 con la Concha de Oro por Llueve sobre mi corazón.
El regreso de un visionario con Megalópolis
Tras años de discreción mediática y alejado de los grandes estrenos, Coppola ha regresado con fuerza gracias a su ambicioso proyecto: Megalópolis. Se trata de una producción autofinanciada por él mismo con más de 120 millones de dólares de inversión, lo que refleja su compromiso artístico absoluto y su independencia creativa.
La película fue presentada recientemente en el Magna Graecia Film Festival, celebrado en Calabria, donde fue recibido con entusiasmo por cientos de jóvenes. Allí, el cineasta compartió su visión del mundo:
“Los jóvenes me dicen que el mundo es un desastre, pero yo les respondo que no hay problema que el ser humano no pueda resolver. Debemos construir un nuevo gran futuro, y hacerlo juntos por el bien de nuestros hijos”, expresó ante el público de Soverato.
Megalópolis ha devuelto a Coppola al foco de la crítica internacional y lo sitúa, una vez más, en el centro del debate cinematográfico global. Mientras se recupera en Roma, su figura sigue siendo la de un creador irrepetible, con la mirada puesta en el futuro y una obra que ha dejado una huella imborrable en la historia del séptimo arte.