Originario de Vigo, G. Parsi ha sabido encontrar su espacio en la música urbana con un sonido que mezcla rap, funk y electrónica. Su álbum Parpadeos, lanzado en 2023, marca un punto de inflexión en su carrera, reflejando una evolución hacia un estilo más atmosférico y maduro.
A lo largo de una entrevista con ElPlural.com, el artista habla sobre sus influencias, su proceso creativo y la escena musical actual, además de adelantar detalles sobre sus próximos proyectos.
Pregunta: Para quiénes no conocen tu trabajo, ¿cómo describirías tu estilo?
Respuesta: Es rap nueva escuela, reflexivo e íntimo. Un poco vacilón, también.
P: ¿Cómo decidiste que querías dedicarte a la música? ¿Hubo algún momento clave en tu vida que te llevó a ello?
R: Esta anécdota mola. Toco la batería desde los 16 años y he tenido varios grupos. En el rap empecé con amigos, pero yo creo que el punto clave de decir voy con todo a esto del rap fue en 2015. Por casualidades, conocí a Bejo, que en su momento era como nosotros, un chaval que rapeaba. Ya había empezado su carrera, pero nada tenía la fama que tiene ahora. Estábamos rapeando en un salón, y tras escucharme, me dijo “Chacho, eso te lo tienes que grabar”. Cogió y me lo grabó en su casa, en su armario.
P: ¿Qué influencias han marcado tu estilo y tu forma de componer?
R: Kase-O ha sido una gran influencia tanto a nivel musical como personal. Ahora intento pillar más del estilo del sonido estadounidense. Las locuras que hace Kendrick Lamar, pero también cosas como Drake. A nivel sonoro, salir de España es importante.
P: ¿Cómo surge una nueva canción? ¿Partes de una melodía, una letra o una emoción en particular?
R: Parto de un tema que me obsesione o una preocupación. Hago mucha acumulación de notas de móvil, frases que me sirven para ir adaptando o juntando en temas.
P: ¿Escribes y produces tu propia música?
R: Los productores con los que he colaborado los he encontrado online. Yo hago la grabación y la producción vocal. Es un proceso bastante íntimo, personal, como quien hace maquetas de barco en su casa.
P: ¿Tienes alguna rutina o ritual para empezar a escribir?
R: Hay épocas en las que he estado muy activo escribiendo, prácticamente a diario, lo que saliese. Es importante pillar el ejercicio de expresarte con facilidad escribiendo, para que cuando te llegue un tema que te inspira sea fácil escribir. Ahora estoy más desentrenado, escribo en ratos sueltos.
P: ¿Cómo definirías la evolución de tu sonido desde tus primeras canciones hasta ahora?
R: Yo creo que pasa de algo muy oscuro, de chaval rayado, a algo funky, freaky experimental a raíz de juntarme con Mario Ocepek, que aparte de un productor buenísimo, es mi amigo y compañero de piso. El disco que hicimos juntos es funky raro, una mezcla curiosa. Ahora he madurado más hacia un sonido de hip hop nueva escuela con bastante influencia estadounidense, con más empaque y atmósferas.
P: ¿Cómo ves el panorama actual de la música emergente? ¿Es un buen momento para los nuevos artistas?
R: Es un muy buen momento para ponerse a crear porque los medios están hiper accesibles y hay una industria cada vez más potente y profesional. Sin embargo, a la vez da la impresión de que hay un poco de colapso y de que los hábitos de consumo son un poco pasivos. La gente no sabe cómo encontrar o descubrir cosas frescas. No sé si en los próximos años habrá una especie de circuito fuera de la industria más estándar que permita que no solo te llegue a ti como persona interesada en la música lo avalen los tres sellos principales.
P: Y hablando de la industria musical, ¿has sentido el apoyo o crees que sigue siendo difícil para los nuevos talentos abrirse camino?
R: Es difícil porque hay mucha competitividad. Yo diría que estoy bastante fuera de la industria, pero he tenido apoyos puntuales de gente a la que sí que le ha molado lo que hago.
P: ¿Cuál es tu relación con las redes sociales?
R: Me dan pereza. Intento utilizarlas como una especie de expansión del concepto de la música y usar el lenguaje audiovisual, que también es algo que me gusta. Las uso para dármelas un poco de artista conceptual, pildoritas que complementan lo que es la canción.
P: Parpadeos es un título muy evocador. ¿Qué significa para ti y cómo resume el espíritu del disco?
R: Se llama Parpadeos por dos cosas. El título me lo propuso un amigo y gira en torno a la idea de recopilar flashes concretos. Cada canción habla de un tema en específico, es como un mosaico o una colección de instantáneas. Creo que también juega con la idea de que, aunque la música es en apariencia oscura o, así como un poco densa, los mensajes y todo el discurso detrás es bastante luminoso. Así que Parpadeos hace referencia a esas lucecillas.
P: ¿Cómo surgió la idea del álbum? ¿Ha habido algún momento clave que haya definido la dirección?
R: Es un collage de los temas que han ido saliendo. Ha salido orgánicamente, no había una apuesta conceptual previa y recoge lo que ido escribiendo.
P: ¿Qué diferencia Parpadeos de tus trabajos anteriores?
R: La diferencia principal es la edad que tengo. Es un álbum de los 30, el anterior era de los 25. En esa época todo era más por lo lúdico. Ahora sigo tomándome muchas cosas en broma, pero las decisiones que voy tomando son importantes y van delimitando un camino vital. Trato de hacerlo de la mejor forma posible y las letras de los temas recogen las reflexiones, rayadas y sensaciones de la época de los 28 a los 30.
P: ¿Algún proyecto próximo que puedas adelantarnos?
R: Cosas pachangueras, bailables. Que lo puedas poner en una fiesta y anime a la gente.
P: ¿Tienes algún sueño o meta artística que aún no hayas alcanzado?
R: Hacer una girilla. Y luego lograr un álbum de colaboraciones con gente que me inspire.
P: ¿Qué consejo le darías a otros artistas emergentes que buscan encontrar su voz y espacio en la industria?
R: No sirve como consejo para petarlo en la industria, pero sí para vivirlo de la mejor forma. Hay que pensar en la audiencia como un grupo de gente con el que te comunicas y no como clientela. Hay que pensar más en lo que das que en lo que recibes, entonces es cuando se vuelve placentero y auténtico.