Entra Quique González por la redacción de ElPlural.com y no solo veo a uno de los mejores artistas de nuestro país. Veo a un vecino de Villacarriedo al cual me encuentro cada vez que como donde Fonso. En la barra de Las Piscinas apura un trago el bohemio madrileño que se mudó con su guitarra a los valles pasiegos. Un parroquiano más en el verde lienzo montañés. En el lugar donde echó raíces y contempla la existencia siendo testigo del costumbrismo pasiego. "Sopranismo pasiego", lo define. Su música es una excusa para conectar con mi tierra y mi alma.
Acaba de lanzar 1973, su nuevo disco, un homenaje al año que le vio nacer. Un trabajo alejado de la nostalgia que nos habla de la resistencia de lo analógico. De seguir luchando a la contra. De seguir resistiendo porque es la única salida. A sus poco más de 50 años vuelve al caos de la gran ciudad. Atrapados entre las frecuencias de la Gran Vía, coches, ruidos y bullicio, Quique González trae viento del norte y calma.
P: ¿Cómo ves a Madrid?
R: Más agresiva y ruidosa que nunca. También la veo deshumanizada, sobre todo el centro. Menos mal que mi barrio (Ciudad Lineal) resiste como la aldea de Astérix y sigue más o menos igual. Me cuesta la velocidad a la que se vive y el tráfico, que es infernal. Lo que debería hacer más ruido y no lo hace es el precio de la vivienda.
P: El tema de la precariedad lo tratas en Cheques Falsos.
R: Es algo por lo que tendríamos que estar saliendo a la calle todos los días . Nos acostumbran a la precariedad y, aunque esta canción no habla de ello directamente, tiene mucho que ver. Hay mucha gente con un sueldo de 1.200 euros que tiene que hacer malabares para, ya no te digo comprar, sino alquilar una vivienda. Esto es algo que tendría que cambiar.
P: ¿Poner tu año de nacimiento al disco es un acto nostálgico?
R: No soy nada nostálgico y el disco, de hecho, habla de lo contrario. Formo parte de una generación que nació en lo analógico, que trata de ubicarse en el 2025 y enfrentarse al futuro. Vivimos un momento de exceso de información brutal, dominados por la tecnología, las redes sociales y las pantallas.
P: ¿Tiene ideología la nostalgia?
R: En Coleccionistas se habla de cómo mi generación sigue teniendo culto al objeto, a pesar de que desaparecen tiendas de discos, quioscos, librerías, cines... Se reivindica el valor del objeto frente a las nuevas generaciones, las cuales tienen todo en una pantalla.
P: En La Noche Americana (2005) hay una canción que lleva también el año de tu nacimiento, 73. ¿Ves muy diferente aquel año respecto a cómo lo veias con 32 años?
R: Esa canción habla de aquella generación presa de la heroína. Antes sufríamos una falta de información y, ahora, un exceso.
P: ¿Qué significa resistir en 2025?
R: Aguantar los golpes de la vida, las pérdidas de amigos y familiares, que es lo que toca cuando nos vamos haciendo mayores. También las pérdidas emocionales y lo que se va yendo de nosotros mismos. Las balas silban cada vez más cerca y... hay más balas. Nos tenemos que hacer fuertes y sobreponernos.
P: Esto es muy estoico, un concepto "de moda" y a cuyo significado también se le han atribuido posiciones ideológicas.
R: Tengo muy buenos amigos defensores del estoicismo. De hecho, se ríen de cómo la industria fagocita ese concepto. Sin embargo, creo en ello como modo de vida.
P: Al final, llevas toda tu carrera peleando a la contra.
R: Te vas a caer sí o sí, te vas a sentir decepcionado, te van a hacer daño y te van destruir. Las únicas opciones para darle la vuelta a la situación son la resistencia y la fortaleza.
P: "Un hogar es un prisión y la falta de discreción, una condena". ¿Cómo se arregla esto cuando es el hogar aquello que te refugia?
R: No sé cómo evitar algo así, pero existe. Hay gente que, a pesar de no querer, sigue manteniendo una familia, hogar o pareja. Y sigue ahí por pura necesidad. Es un drama porque la otra opción es quedarte en la calle.
P: En De verdad lo siento, dices: "Antes de hacernos daño, vamos a separarnos". Es complicado esto.
R: Empiezas una relación, no te haces muchas preguntas y te dejas llevar por los sentimientos. Cuando empiezas a pensar que tienes que separarte de un amigo, socio o pareja, cuesta mucho dejarte llevar por lo que realmente quieres ya que hay algo detrás que has costruido y es muy complciado deshacer. Ojalá termináramos las relaciones con la misma naturalidad con la que las empezamos.
P: Dedicas S.T.U.O.P.E.T ("Siempre un ojo puesto en ti) a Nora, tu hija. ¿Cómo ves su mundo?
R: Por un lado me da un poco de miedo ya que como padres tenemos que proporcionar a nuestros hijos suficientes herramientas para que puedan desenvolverse en la vida. Sin embargo, la brecha generacional con nuestros ellos es mucho más grande que la que teníamos con nuestros padres. Por ello, tengo dudas sobre qué herramientas tengo que proporcionar a mi hija para que se desenvuelva en un mundo que me cuesta entender. En casa tenemos mucho cuidado con las pantallas y a veces pienso si eso va a ser malo porque su mundo va a ser absolutamente dominado por la tecnología. ¿Tengo que apartarla de ello? Al menos por el momento, está bien hacerlo para que siga valorando lo analógico.
P: Antes nombrabas de los estragos de la heroina. Ahora podemos hacerlo del de las pantallas.
R: Son algo mucho más adictivo e igual de pernicioso que una droga ilegal. Además, abarca a varias generaciones. Estamos donde quieren que estemos. Mientras sigamos haciendo scrolling y mirando gilipolleces en redes sociales, no vamos a estar protestando por la vivienda. En ese sentido nos han ganado y nos tienen donde quieren. Veremos en el futuro todo el daño que nos estan causando. Me saca de quicio ver a familias en restaurantes y niños con los dibujos en un teléfono móvil para que no molesten. Un niño que crece mirando una pantalla a los 15 años tendrá una falta de empatía acojonante.
P: En Coleccionistas nos das un merecido palo a los medios de comunicación: "Los dueños de los diarios han estado soltando mierda".
R: Vivimos tiempos en los que la mentira tiene mayor recorrido que la verdad. Siempre me interesó el periodismo y estudié un poquito. Recuerdo que un profesor contaba que se intentó publicar un periódico que solo tuviera noticias buenas y fue un fracaso. Espero que no lleguemos a ver que un periódico publique verdades no tenga ningún éxito. Vamos camino de ello y es dramático. Me imagino que a vosotros os lo parecerá también. Si solo vale la mentira, cualquiera puede ser periodista.
P: He tratado de encontrar referencias a Cantabria en el disco y la que más me ha gustado es: "Vestidos chándal de matanza en las noches de fiesta / trajes de etiqueta en el jergón”.
R: Siempre se cuelan imágenes y dichos del valle. Esa que dices es puro sopranismo pasiego. Es una imagen graciosa que, al mismo tiempo, provoca algo de miedo. Situaciones que te producen rechazo y atracción.
P: ¿Qué clase de viejo rockero te gustaría ser?
R: No lo pienso ni me planteo esas cuestiones. Estoy bien en el sitio en el que estoy, aspiro a no arrastrarme por el escenario y no perder el respeto que siento que tengo de compañeros y público. Tan solo aspiro a envejecer con la mayor dignidad posible.
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