Durante su paso por el Warped Tour en Long Beach el 27 de julio de 2025, Dropkick Murphys sorprendieron al público y a la prensa con una declaración musical cargada de ácido: dedicaron su tema First Class Loser a Donald Trump mientras proyectaban imágenes suyas en compañía de Jeffrey Epstein. Un momento que ha levantado ampollas y ha encendido debate político y cultural.
Un escenario, una canción y un mensaje devastador
Lo que parecía ser una actuación más dentro del aclamado tour de Dropkick Murphys se convirtió en uno de los momentos más virales del año. En pleno concierto, cuando el público ya estaba entregado al ritmo frenético del punk celta, la banda lanzó un vídeo visual que acompañaba la canción First Class Loser con imágenes de Donald Trump mezcladas con recortes de prensa y fotografías en las que aparecía junto a Jeffrey Epstein, el conocido financiero acusado de tráfico sexual de menores.
El vocalista, antes de comenzar la canción, hizo una alusión directa al expresidente, refiriéndose a él con sarcasmo como “ese tipo que se maquilla de color naranja”. A partir de ahí, el espectáculo visual tomó un cariz político inesperado: insultos, sátira, montaje explosivo y una letra cargada de desprecio al poder.
First Class Loser: un himno de desprecio punk
La canción no es nueva, pero su contexto sí lo es. First Class Loser siempre ha sido un tema agresivo, un retrato despiadado de una figura arrogante, tóxica y egocéntrica. Sin embargo, el uso de esta canción para ilustrar con imágenes reales a Trump ha elevado su impacto a otro nivel.
Frases como “Es un perdedor de primera clase”, “nadie lo puede negar”, o “imbécil, abusador, todo lo que desprecias” se convirtieron en una acusación directa cuando el público vio a quién iban dirigidas. La sincronización entre las imágenes y los versos fue meticulosa, generando una respuesta emocional intensa: aplausos, vítores, teléfonos grabando, y una oleada de comentarios encendidos en internet.
Dropkick Murphys muestran en sus conciertos un montaje de Trump y su amigo Jeffrey Epstein, el pederasta multimillonario que apareció muerto y frecuentaba al presidente de EE UU.
— Fernando Navarro (@fernavarro17) July 31, 2025
Un escándalo por el que Trump no debería estar en la Casa Blanca. pic.twitter.com/8N1ODpE6Sn
Punk político: una tradición que sigue viva
Dropkick Murphys no es ajeno a la polémica. Desde sus inicios, la banda ha defendido posturas progresistas, obreras y antifascistas. No es la primera vez que expresan abiertamente su oposición al trumpismo, pero este nuevo capítulo ha sido especialmente directo.
En el punk, la crítica al poder forma parte del ADN del género, y con esta actuación han recordado que el escenario no es solo un espacio de entretenimiento, sino también de resistencia y denuncia. La política ha vuelto al centro de la escena musical, y esta vez con una contundencia inapelable.