Para cuando Pxxr Gvng lanzó su primer álbum, Los Pobres, el logotipo del grupo creado en 2013 había cambiado. Las manos en cuenco que recogían las pocas monedas que les caían, ahora invertían su posición para tirarlas al suelo desde arriba. Un gesto mitad premonitorio, mitad manifestante, para un disco que lo cambió todo. A partir del 28 de agosto de 2015, el margen se situó en el mapa y todos se aprendieron los nombres de quienes habían sido los nadie.
A esta estratégica iconografía le seguía un hilo de trece temas que acunaban un sonido casi recién nacido en España y que salía de las conexiones Granada-Madrid entre Kefta Boys y Corredores de Bloque, el germen del paisaje que, con una década de perspectiva, puede verse en amplitud. Sin embargo, fueron Yung Beef, Kaydy Cain, Khaled y Steve Lean los encargados de expandir y resignificar el género del trap en España. "Los que mastican drama", como se autodefinían en la icónica Pobres, el segundo track del álbum, no lo tuvieron fácil en su escalada. Tras el estreno de su álbum, un gran sector del público que renegaba de la ola estadounidense, se cerró en banda al sonido que capitaneaban los cuatros traperos, quienes, antes de consagrar la fábula que hoy todos conocen, también fueron cosidos a críticas elitistas y ladipaciones musicales.
Sin embargo, el compendio de drogas, sexo y delincuencia que traían los Pxxr Gvng bajo el brazo y en forma de disco, no pretendía ser fácilmente digerible, ni hacerle promoción a Sony España- con quien firmaron para lanzar el álbum-; ni siquiera, alcanzar una posición vertebral de la industria, sino que había brotado finalmente para parir una escena undergorund e independiente que maniobrara bajo sus propios códigos. La interrupción de la fiesta, el anti todo, un guiño al diablo decorado con el sello de una multinacional. De ahí precisamente nace la doble leyenda de Los Pobres: un disco de culto que marcó el curso del género y que en su origen estaba destinado a ser un conjunto mediocre de canciones que entregarle a Sony, como jugada para ridiculizar el sistema a los ojos de todo el mundo. Y vaya si les salió bien.
Tanto fue así, que Tu coño es mi droga, uno de los temas que más trascendieron del disco, llegó a ser la canción más viral de Spotify en junio de 2015, cuando los traperos lo lanzaron como segundo single de lo que acabaría siendo su álbum debut. A esta le siguieron temas que acabarían siendo de culto como Cambios, Ex Drugdealer o Pxxr Brother, entregas envueltas en capas de jerga y autotune que narraban las crónicas de una vida en la calle.
La banda sonora de los bajos fondos
Tras asimilar los esquemas yankees de Atlanta y Georgia y aplicarlos a los códigos urbanos patrios, los tentáculos de Pxxr Gvng se extendieron a lo largo y ancho de un país azotado por la crisis y con la primera línea del panorama musical estancada entre la música protesta y el rap estandarte de grupos como Violadores del Verso y SFDK.
La fórmula mágica era regirse por los dogmas no escritos que amparaban a la generación perdida de los chavales de barrio: vender droga, los códigos de la calle y estar avispado, esencialmente. En lo musical, tempos acelerados, autotune, carisma, explicitud y agilidad. No hay más. Lo decía Yung Beef en una entrevista en el año en que Los Pobres pegó el pelotazo: "El trap es música de robar, de la calle. El que lo saque de eso ya no es trap".
Granada y Madrid, el caldo de cultivo
Cualquier entendido en la materia señala que el germen de Pxxr Gvng y su gesta fue bidireccional. Por un lado, durante el 2010, en Madrid, D. Gómez, Markés, M. Ramirez, Big Jay, Pocas Libras, Callejo, Nano y MackDeRojas, fundaban Corredores de Bloque, un colectivo destinado a unificar el nuevo sonido urbano de diferentes zonas de la capital. Bebían de esquemas clásicos estadounidenses, rompían rotundamente con el rap estandarte en España y "la poesía de mierda" que dejaban entrever las letras de cantautor.
Unos años más tarde, en 2013, surgen los Kefta Boys, una comunidad musical que también nacía a la sombra de la crisis, la droga y el desamparo. Un joven Yung Beef en la órbita de este colectivo acaba poniéndose en contacto a través de Internet con el productor Steve Lean, un arquitecto del sonido que le acompañaría en todos sus pelotazos, la fundación de Pxxr Gvng incluída. De la mano del uruguayo, que más tarde se integraría en el equipo de producción estadounidense 808 Mafia, Yung Beef y Khaled -también integrante del colectivo granadino- se juntan con el madrileño D.Gómez, que más tarde pasaría a ser Kaydy Cain, para crear Pxxr Gvng como máximo exponente de una generación condenada a buscarse la vida y que consiguió inmortalizar el tablero de los pobres.