Daniel Sabater sigue completando poco a poco ese mosaico autobiográfico que comenzó con Un año de mierda y termina con Inconformista, la última pieza del que será su próximo EP, No me quiero pegar. Al final, el inconformista no es otro que el propio Daniel, un tipo que —como canta en el tema— "siempre quiere más y más y más". ElPlural.com ha conversado con Daniel para conocer un poco más sobre cómo será su nuevo trabajo.

Pregunta: En Un año de mierda mencionas elegir la parte "mala, del agobio, la depresión y las rayadas mentales". ¿Cómo encuentras la fuerza para transformar estas experiencias difíciles en música?

Respuesta: A pesar de los aspectos negativos, mi vida tiene partes muy chulas. Hay que relativizar y tampoco hay que quejarse tanto. Por otro lado, hay putadas todos los días en la vida. Lo único que te queda es gestionarlo y tirar para adelante.

P: ¿Cómo te repones a ’un año de mierda’?

R: Siempre me he agarrado a la motivación. Además, cada vez valoro más quién soy, o cómo son mi familia y amigos. Toda la parte humana que te construye.

P: ¿Cómo es vivir en el lado oscuro del inconformismo?

R: Es algo que siempre he llevado muy mal porque siempre he estado en ese lado. Existe el relato ese de no conformarse y querer más y más, en siempre tener que ‘performar’ al 100%. Se me metió mucho en la cabeza; me ha comido por dentro, de hecho. Sin embargo, he aprendido a aceptar la parte buena del éxito. Antes conseguía algo pero no encontraba ninguna recompensa. Hay que tener cuidado con el ‘ahora qué’. Estoy a favor de que empecemos a aplicar el conformismo. Igual es el objetivo.

P: "Romántico con un lado salvaje”. ¿Cómo es esta dualidad?

R: En mi música soy un constante contraste, una incongruencia. Nunca encuentro mi definición y estoy empezando a aceptar que soy muchas cosas. ¿Por qué no serlas? Las personas somos diversas, tenemos momentos, cambiamos… Es interesante.

P: Oddliquor está detrás de la producción del nuevo álbum. ¿Cómo ha sido trabajar con él?

R: Es mi padre, musicalmente y en la vida. Una especie de gurú. Hemos producido juntos todos los temas del EP excepto uno. Ha dado sentido a este proyecto y nació de estar en el estudio y no sólo nutrirme de su talento y su mundo interno sino también de su persona. Cuando entré al estudio lo primero que me preguntó fue cómo estaba. Al empezar las sesiones, le contaba qué sentía. Y eso ha provocado que esté ante un proyecto en el que hablo de mí y en el que reflexiono. Todo es por su culpa. Me ha hecho sentir abrazado. Me gusta cómo es.

P: Inconformista y Un año de mierda forman parte de un nuevo EP. ¿Qué reflexión personal haces de este trabajo?

R: A raíz de abrirme con Marcos (Oddliquor) me di cuenta de cómo me sentía y lo que había sentido ese año. Hubo un momento en el que hice tope y solo me salía hablar de cosas negativas. Preocupaciones, miedos, sacrificios, errores… De repente, hago la reflexión de No me quiero pegar- el título del EP. Vivo en la dualidad de querer ser el foco pero tampoco quiero pagar el precio de mi vida y mi arte. Es complejo. Por eso, acepto seguir por mi camino porque es el único que tengo. Si eso significa no pegarse, vamos a por ello.

P: En 2024 empiezas gira. ¿Qué sientes en los directos?

R: El día que decidí que iba a hacer música y que no había otra opción fue cuando tenía seis años y vi a unos profesores tocando en directo. Estaban tocando Smoke in the water y sentí algo increíble. Cuando estoy desmotivado con la música voy a un concierto y me despierta. Poder actuar en directo es lo que me mueve. Imagínate las ganas que tengo de volver a empezar.