No mires arriba (Don't Look Up) ha sido una de las películas más esperadas del año y de las más vistas en los últimos días de 2021. Con sátira, tintes políticos y el problema inminente del cambio climático, el director Adam Mckay ha construido una ingeniosa historia de un hallazgo científico que podría acabar con el mundo en cuestión de meses.

La trama de una de las últimas películas de Netflix se centra en el descubrimiento de un cometa gigante que se acerca directamente a la Tierra con 100% de probabilidades de impacto. Los dos científicos que lo descubren, protagonizados por Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio, se dirigen a la Casa Blanca para tratar de detener una catástrofe mundial. La trama se desarrolla entre un tira y afloja por los intereses políticos de la élite y la urgencia real del fin de la humanidad transmitiendo una crítica ácida hacia la sociedad actual.

Las redes sociales han sido la principal plataforma por la que los espectadores han podido compartir sus percepciones sobre el mensaje de la película, si se han sentido satisfechos con el final o, por el contrario, reconocen que no han podido terminarla. La película también ha generado otros momentos muy comentados protagonizados por los actores como cuando Jennifer Lawrence aseguró que se drogó para interpretar una de las escenas o cuando desveló que llegó a cobrar cinco millones de dólares menos que su co-protagonista.

Al popular debate también se ha sumado el conocido astrofísico y escritor estadounidense Neil deGrasse, quien ha aportado una teoría de lo más realista sobre el mensaje definitivo de No mires arriba.

“Finalmente vi la película de Netflix Don’t Look Up, una historia ficticia de una nación distraída por la cultura pop y dividida sobre si prestar atención a las terribles advertencias de los científicos. Todo lo que sé sobre ciclos de noticias, programas de entrevistas, redes sociales y política me dice que la película era, en cambio, un documental”, rezaba su mensaje publicado en su cuenta de Twitter.