Reduciendo el sentido del arte a su expresión más pura, el pueblo es el origen de todo. El concepto de lo popular debería ser inseparable de cualquier expresión artística, especialmente de la música. Un ejemplo claro es Bailódromo Vol. 1. Carlangas ofrece al público un trabajo en el que sintetiza una noche de fiesta en 20 minutos. Es difícil reflexionar sobre lo bello y festivo en medio de una situación tan penosa como la que está viviendo España por culpa de la DANA.
Sin embargo, en mitad del caos vemos cómo el pueblo salva al pueblo. Bailódromo es un trabajo relativamente corto, pero diseñado para escucharlo varias veces hasta que su esencia se integre. Genera buen rollo y dibuja escenas costumbristas en las que la exaltación de la amistad y el amor emocionan. Es una noche de fiesta en cada una de sus fases: algo tan sencillo y, a la vez, tan difícil, como pasarlo bien.
P: Formas parte del elenco de artistas de SOM Valencia.
R: Cuando sucede algo así, además de hacer bailar a la peña, los músicos debemos ser útiles. Por eso es tan importante usar nuestra fuerza, energía y poder de convocatoria. Todo esto demuestra que, cuando hay que arrimar el hombro, la música y el conjunto de la sociedad estamos ahí.
P: ¿Debe el artista posicionarse?
R: Un artista debe tomar posición en todo, ya sea de forma implícita o explícita. Y ante una catástrofe, no hay medias tintas. Este sábado tenía un concierto en Valencia y lo he cancelado. Tengo una conexión brutal con la ciudad y la zona. De hecho, tengo una colega en Paiporta. Hay que estar, no queda otra.
P: ¿Crees que hay cierto marketing en esto?
R: No lo percibo, la verdad. Soy un poco "bambi" para estas cosas. La cuestión es estar ahí y que la peña llene las salas.
P: En esto también se erige la importancia de lo popular, un término básico para entender tu música.
R: Vivimos en una sociedad que tiende cada vez más hacia la individualización. Todo lo que sea juntarse y hacer de pegamento va a ser bueno. Reivindico la música como un elemento evasor que nos libera de toda la mierda que nos rodea. Guerras, crisis, pandemias, catástrofes... Ese momento en el que te pones un disco que te emociona o vas a un concierto que te gusta es liberador. En este caso, la desgracia nos une como pueblo. Más allá de la polarización política, estamos arrimando el hombro. No preguntes ni por qué lo haces ni cómo lo haces. Simplemente, hazlo.
P: Bailódromo engloba bastante ese carácter liberador, también la importancia de la unión, la amistad y la exaltación del amor: "Los amigos no te olvidan. Bailando abrazados en discos vacías".
R: El contacto físico con la gente que quiero es básico y lo necesito desde siempre. Es algo que no debemos perder. Además, es algo que se puede dar en situaciones muy diversas. Una de ellas es celebrando en una disco en la que no hay nadie un martes por la noche, donde suena una música que igual no te gusta, pero que en ese momento te está flipando. En ese sentido, Bailódromo tiene un propósito narrativo. Es una noche de fiesta que acaba así, y al día siguiente te levantas con una sensación de plenitud.
P: ¿Mantienes amistades fuera de este mundo?
R: A pesar de que conozco a mucha gente, no tengo tantos amigos íntimos. Evidentemente, he construido muy buenas relaciones dentro de la música; sin embargo, esas amistades verdaderas son las que me hacen salir del bucle del trabajo. Me libera tener conversaciones sobre otros ámbitos y todo ello me nutre como artista. Mi amigo Jevy dice que la sal de la vida está en el detalle, y es ahí donde quiero ir. No es fácil porque estamos metidos en una rueda jodida y en un sistema que está montado así. Vivo en una gran ciudad donde todo va muy rápido y me dedico a una industria en la que todo es cada vez más salvaje.
P: Esto me recuerda a lo que describes en "Mucho con poco".
R: Es la letra que más me gusta de todas mis canciones. Si te embarcas en una idea de éxito, de ambición desmesurada, de ultra productividad, al final estás comprando y estás donde el sistema quiere que estés. Los momentos más felices de mi vida se han dado en situaciones muy sencillas. Tomando algo con unos colegas en el bar de al lado de mi casa, surge una conversación y se hace la magia. Estando de viaje con mi novia en una playa al lado de la casa de mis padres o compartiendo un rato con mi hijo. Ayer estábamos en un autolavado y le dije: "Móntate en tu sitio que está la policía". Me dijo que no me preocupara, que teníamos un coche muy rápido y podíamos escapar. Esas cosas me emocionan y me hacen feliz. Busco ir hacia esa idea sin renunciar a mi desarrollo profesional.
P: ¿Cómo ha afectado la paternidad a tu vida?
R: Te hace darte cuenta de que tienes que desconectar, y eso solo afecta positivamente. Creemos que estar encima de todo te hace más productivo. Sin embargo, es bueno alejarse y volver para tomar una mejor perspectiva. Pero un hijo lo cambia absolutamente todo. Hay cosas maravillosas y es la experiencia más fuerte y bonita del mundo. Por otro lado, te hace estar todo el rato cansado. A pesar de la energía y el esfuerzo, merece absolutamente la pena. También aprendes mucho a nivel laboral o sobre cómo cuidar la relación de pareja a partir de la llegada de un ser nuevo, o cómo estructurar tu tiempo libre. Es increíble y no es nada fácil. Vas aprendiendo en el proceso.
P: ¿Entiende que su padre sea un rockero?
R: Sabe que me dedico a dar conciertos porque ha venido a alguno, pero no creo que sepa qué es un rockero. Ya lo irá viendo.
P: Tener un coche rápido, por ejemplo.
R: Pues tenemos una furgoneta.
P: También encaja bien en el concepto de popular el nombre Los Cubatas.
R: Son Mundo Prestigio en su versión rock. Desde que empecé el proyecto, son mi banda en directo. El nombre surgió de una casualidad. Antes de tocar en el Tomavistas, los vi tomando unos cubatas y los presenté así. Fue un bolo que quedó muy bien y se quedó. Además, en Bailódromo encaja dentro de la estética y narrativa kitsch, con neones y moqueta.
P: Así me imagino Discos Vacías.
R: Me ayudó mucho la película Fallen Leaves, de Aki Kaurismäki. Hay una escena de un karaoke donde van dos obreros a cantar y ligar. Todo bastante decadente: las luces, la estética, el decorado, la vestimenta. Los Cubatas tiene mucho que ver con la construcción de Bailódromo, que se convertirá en una serie que iré sacando cuando me dé la gana.
P: La intro ayuda mucho a zambullirse en esa atmósfera.
R: Ensayando, a veces imaginábamos cómo serían esas fiestas de hip hop de principios de los 80, en las que iban colegas con pipas, birras, un sofá y un DJ pinchando funk. Y pensamos que sería genial empezar el disco con algo así, con el proceso previo a entrar en la discoteca.
P: Y para terminar, Nosoutros, con Russian Red.
R: Eso ya es el encendido de luces y la canción que ponen para echarte.
P: ¿Por dónde irán conceptualmente los siguientes Bailódromos?
R: No lo sé. El baile es un concepto muy amplio. Puedes estar de fiesta, bailando en casa con tu pareja o solo.
P: ¿Y otro trabajo más largo?
R: El año pasado hice un disco más abierto a nivel estilístico y con muchos productores. Mi idea ahora es embarcarme en un disco largo y elaborado. Estoy asentado y convencido en el proyecto. He hecho muchas salas, y se están convirtiendo en una olla a presión. Lo necesitaba, porque el público es tu gasolina.
P: Al final volvemos a la reflexión sobre la importancia del contacto.
R: Es que lo es todo. El otro día llenamos en Sevilla la Sala X, a la que fui muchas veces con Novedades Carminha. Fue espectacular, uno de los bolos más importantes de mi vida. Puedes ir a los festivales que quieras, pero ese tipo de espacios son fundamentales.
P: Me imagino que engancha esa sensación.
R: Engancha que te cagas. Luego das un salto y estás en la barra compartiendo con la peña. Ahora vamos a la sala But de Madrid el 21 de noviembre y al DabaDaba de Donostia al día siguiente. También hemos ampliado el número de salas para 2025. Todo esto está siendo muy clave.
P: El 21 habrá que llenar la But.
R: Es una sala muy importante para mí porque viví bastante tiempo en la calle de atrás. Además, va a ser el primer concierto que haga en sala con el proyecto Carlangas. Madrid es la ciudad en la que vivo desde hace 18 años. Va a venir mucha gente, y le tengo muchas ganas a ese directo. Es el concierto de puesta de largo.
P: El año pasado te pregunté por el Compos. Y quería volver a hacerlo.
R: El otro día me llamaron porque metieron a 7.500 personas en el partido de Copa del Rey contra el Alavés. Mi padre me mandó vídeos y fue impresionante. Una asistencia similar a la que había en Primera. No ando mirando si gana o pierde, pero el Compos engloba el punto emocional. Es uno de tantos vínculos que tengo con Santiago.