Ha llegado la hora de desempolvar el traje de baño y darse un chapuzón. Seguramente, muchos ya lo hayan hecho, pero los habrá también que estén deseando coger vacaciones para disfrutar de unos días de desconexión. Sea cual sea tu caso, hay cuestiones que se repiten todos los años y que verano tras verano nos traen de cabeza. Uno de ellos es, precisamente, cómo tenemos que lavar los bañadores y bikinis para que no se estropeen. Es cierto que no se trata de una ciencia exacta, pero también es verdad hay varias pautas que puedes seguir para que este tipo de prendas duren más tiempo.

La primera de ellas es lavarlos inmediatamente -mejor a mano, pero luego iremos con ello- después de usarlos. Esperar más puede deteriorarlos debido a la sal, el cloro o los restos de arena. Asimismo, se aconseja que los remojos no sean prolongados y, si has estado en la playa, que éstos se produzcan dentro de agua fría para eliminar bien los restos de arena.

Al margen, existen otros trucos que se han ido extendiendo con el paso de los años, como evitar introducir el bañador o bikini directamente en la lavadora. Es decir, “a quemarropa”. Por el contrario, si no optas por el lavado manual, es aconsejable meterlos antes en una bolsa hermética, con agua dulce y fría, y llevarlos así hasta casa. Si estamos ya en casa cuando vayamos a lavarlos, podemos igualmente meterlos en una bolsa de tela y, muy importante, seleccionar un programa corto a revoluciones bajas.

De no ser posible el truco de la bolsa, siempre encontramos una alternativa que, en este caso, pasa por llenar un recipiente con agua fría y sumergir el traje de baño alrededor de media hora para eliminar la mayoría de químicos y deshechos que podrían estropear el tejido.

Más allá de lavados, hay otros actos que sirven igualmente para que estas prendas no se pongan feas. Una de ellas es enjuagarnos antes de meternos en el agua. Esto es, como se explica en la sección de moda de El País, porque los textiles de natación suelen contener polímeros de resistencia, que ayudan a que el tejido pueda estirarse antes de volver a su forma. Es verdad que la exposición durante mucho tiempo a la sal o el cloro resta elasticidad, pero si se enjuaga antes el bañador, los filamentos de este tejido se llenarán de agua dulce y, en consecuencia, absorberán menos agua “mala”.

Con qué detergente lavar los trajes de baño

Otro de los puntos a tener en cuenta es con qué detergente lavamos nuestro traje de baño. En este sentido, lo correcto es usar un detergente pensado para prendas delicadas, pero si no dispones de uno, puedes hacer uno tú con bicarbonato de sodio y agua.

Pese a todo, la marca de bañadores ‘Speedo’ deja claro que es preferible lavar los bañadores y bikinis a mano en vez de en la lavadora, porque la segunda, pese a su enorme utilidad, puede dañar la prenda al estar está compuesta de un tejido muy concreto. Para proceder a ello lo explica de una manera muy simple: basta con que “se empape en la solución de limpieza durante una media hora y luego se enjuague con agua limpia”.

¿Y a la hora de secarlo?

Exactamente lo mismo, cuantos menos electrodomésticos usemos, mejor. De esta manera, lo más recomendable es prescindir de la secadora y secar los trajes de baño como se ha hecho casi toda la vida, y es que el calor de la máquina solo puede terminar de fijar las manchas o dañar la elasticidad de la prenda.

Con esta máxima muy presente, Norit recomienda secar los bañadores del revés y, esto es importante, siempre a la sombra, dado que el sol desgasta el color. Por último, a la hora de tenderlos se emplaza a prestar mucha atención a las pinzas y las cuerdas, dado que pueden rozar y desgastar la tela. En la misma línea, y debido a la consecuencia fatal del calor sobre las prendas protagonistas de estas líneas; sácate la idea de plancharlos.

En última instancia, tampoco es demasiado factible escurrir los bañadores. Por el contrario, es mucho más recomendable extenderlos sobre una toalla seca, enrollando el peaje y presionando hacia debajo para absorber el agua, y dejarlos finalmente planos para secar la humedad restante.