La llegada del verano trae consigo un aumento de las temperaturas, que en ocasiones pueden llegar a ser muy altas. Por este motivo, expertos en electrodomésticos están alertando sobre un aspecto que hay que revisar en la nevera que suele pasar desapercibido y que, en caso de estar en mal estado, puede hacer que pierdas mucho dinero. Estamos hablando de la goma del frigorífico.
Un problema común que pasa desapercibido
Durante los días de calor extremo, es habitual que el frigorífico tenga que trabajar más para mantener la temperatura interna. Sin embargo, si el electrodoméstico no está en buen estado, el esfuerzo puede no ser suficiente. Según el fabricante de electrodomésticos Beko, uno de los fallos más frecuentes está en la junta de la puerta, especialmente en neveras con varios años de uso.
Un portavoz de la mencionada empresa explicó que “un problema que puede aparecer en el frigorífico es el desgaste del sello de la puerta. Si está dañado, puede que la puerta no cierre bien, lo que obliga al sistema de refrigeración a esforzarse más para conservar los alimentos”.
Este funcionamiento forzado, además de aumentar la factura eléctrica, puede dañar el propio aparato y hacer que la comida se estropee antes de tiempo. “El aire caliente que entra en el frigorífico puede saturar el sistema de refrigeración, sobre todo en días de mucho calor”, añadió el portavoz.

Cómo comprobar si la puerta cierra bien
Comprobar si la puerta del frigorífico está cerrando correctamente es una tarea sencilla que no requiere conocimientos técnicos ni herramientas específicas. De hecho, se puede hacer en cuestión de segundos con un objeto que todos tenemos en casa: una hoja de papel. Así lo explica Salah Sun, responsable de gestión de producto en Beko en Reino Unido, quien propone un método casero y rápido para detectar posibles fallos en el sellado de la puerta del electrodoméstico.
“Puedes usar cualquier papel que tengas en casa. Colócalo entre la puerta y el sello, y cierra la nevera. Si al tirar del papel no notas resistencia, es probable que tengas que cambiar la junta de la puerta”, detalló el experto. Es decir, al cerrar la puerta con la hoja en medio, el papel debería quedar bien sujeto. Si por el contrario se desliza con facilidad al tirar, eso podría indicar que el cierre no está funcionando como debería.
Este tipo de prueba resulta muy útil para saber si la goma de la puerta, con el paso del tiempo, ha perdido eficacia. Un sellado defectuoso permite que entre aire caliente, lo que obliga al frigorífico a trabajar más para mantener la temperatura adecuada, aumentando el consumo eléctrico y reduciendo la vida útil del aparato. Por eso, revisar el estado de la junta puede evitar averías y ayudar a conservar los alimentos en mejores condiciones, especialmente en épocas de calor intenso.
El calor seguirá subiendo
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya ha publicado su previsión para los próximos meses, y todo apunta a que el verano será más cálido. Según el organismo, “el escenario más probable para el trimestre comprendido por los meses de junio, julio y agosto, que se corresponde con el verano meteorológico, es el de temperaturas por encima del promedio normal en todo el país”. Esta tendencia al calor será más acusada en algunas zonas concretas del territorio nacional. La AEMET detalla que hay “mayor probabilidad en la vertiente mediterránea y en ambos archipiélagos”, lo que incluye tanto las Islas Baleares como las Canarias.
En cuanto a las lluvias, el pronóstico es menos preciso. La agencia indica que “no hay un pronóstico” definido sobre cómo se comportarán las precipitaciones durante este periodo estival. Sin embargo, los expertos recuerdan que esta época del año suele seguir ciertos patrones climáticos. En este sentido, aclaran que “en general, los veranos suelen caracterizarse por períodos secos en ocasiones interrumpidos por episodios de tormentas”.

Consejos para ahorrar luz durante el verano
Además de revisar el estado de la nevera, hay otros gestos sencillos que pueden ayudar a reducir el consumo de electricidad en casa durante los meses más calurosos:
- Aprovecha la luz natural. Mantén las persianas abiertas durante las horas de luz para evitar encender lámparas innecesariamente.
- Ventila en las horas más frescas. Abre ventanas temprano por la mañana o al anochecer, y mantén cerradas las ventanas durante las horas de más calor.
- Evita usar el horno. Genera mucho calor y obliga a que el aire acondicionado o la nevera trabajen más. Opta por platos fríos o cocinados en microondas.
- Revisa el aire acondicionado. Limpia los filtros y asegúrate de que no esté funcionando más horas de las necesarias.
- Desconecta lo que no uses. Muchos aparatos siguen consumiendo energía aunque estén apagados si están enchufados.
- Lava en frío. Usar programas de lavado a baja temperatura en la lavadora puede reducir considerablemente el gasto energético.
Con estos consejos, además de controlar el estado de los electrodomésticos, es posible reducir el consumo eléctrico sin renunciar al confort durante el verano.