Mantener la goma de sellado del frigorífico en buen estado es clave para que el aparato funcione de forma eficiente. Esta banda de caucho, que se encuentra en los bordes de la puerta, cumple un papel fundamental: evita que el aire frío se escape, ayudando así a conservar los alimentos y a reducir el consumo de energía. Sin embargo, con el tiempo puede acumular suciedad, moho y bacterias, lo que compromete su capacidad de aislamiento.
Existen métodos sencillos y efectivos para limpiar esta parte del frigorífico, utilizando productos caseros que probablemente ya tengas en casa. A continuación, se presentan seis recomendaciones prácticas para llevar a cabo esta tarea de manera segura.
1. Limpia con detergente neutro
El primer paso es realizar una limpieza regular con agua y detergente neutro. Esta combinación limpia sin dañar el material. Basta con diluir el detergente en agua, humedecer una esponja suave y pasarla por toda la goma, prestando atención a los pliegues donde se suele acumular más suciedad.
2. Vinagre blanco para el moho
Para eliminar el moho, el vinagre blanco es una buena opción gracias a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. Se recomienda mezclar partes iguales de vinagre y agua, aplicar la solución con un paño y dejar actuar durante unos diez minutos antes de limpiar.
3. Bicarbonato para eliminar manchas
El bicarbonato de sodio también puede ser útil, sobre todo para tratar manchas persistentes. Una pasta hecha con una cucharada de bicarbonato y un poco de agua se puede aplicar sobre la goma, dejar reposar de cinco a diez minutos y luego frotar con un cepillo suave
4. Blanqueador
En casos de suciedad más intensa, donde pueda haber una mayor presencia de bacterias, se puede utilizar una mezcla de cloro (una cucharada por litro de agua tibia). Es importante aplicarla con precaución y aclarar bien la zona después, usando un paño húmedo.
5. Comprueba el sello
Además de la limpieza, conviene revisar periódicamente el estado del sello. Si la goma presenta grietas o ha perdido elasticidad, puede afectar al rendimiento del frigorífico y aumentar el gasto energético.
6. Evita los químicos agresivos
Por último, es fundamental evitar el uso de productos abrasivos o químicos agresivos, como lejía concentrada o amoniaco, ya que pueden dañar el material. Lo recomendable es optar siempre por soluciones suaves y no corrosivas, que prolonguen la vida útil del electrodoméstico.
Conservar en buen estado la goma del frigorífico no solo contribuye a una mejor conservación de los alimentos, sino que también supone un ahorro energético a largo plazo. Dedicar unos minutos a su limpieza cada cierto tiempo puede marcar la diferencia en el rendimiento del aparato y en el gasto mensual en electricidad.