Lavar los platos en un fregadero atascado es una de las tareas domésticas más frustrantes. Cuando el agua no drena correctamente debido a una obstrucción en las tuberías, el problema puede empeorar con el tiempo si no se soluciona adecuadamente. Las causas más comunes de estos bloqueos son los restos de comida, grasa y jabón que se acumulan en las paredes internas de las tuberías, reduciendo el flujo de agua y dificultando su evacuación.

Aunque muchos recurren al clásico truco de la abuela, que consiste en verter bicarbonato de sodio seguido de vinagre y agua caliente, este método no es la solución definitiva. La acción del agua caliente puede derretir algo de la grasa solidificada y despejar temporalmente el desagüe, pero no elimina completamente los restos acumulados ni aborda la causa subyacente del problema. Para resolver obstrucciones más profundas o persistentes, existen tres tipos de métodos: mecánicos, químicos y enzimáticos.

Métodos mecánicos para desatascar el fregadero

Los métodos mecánicos son muy efectivos y no requieren productos adicionales. Uno de los más conocidos es el desatascador de fuelle, también conocido como ventosa. Este dispositivo simple y económico se utiliza colocando la ventosa sobre el desagüe y presionando varias veces para generar succión y liberar la obstrucción. Para obtener mejores resultados, es recomendable bloquear los orificios de respiración del fregadero con un paño mientras se utiliza el desatascador.

Otro método que utilizan los fontaneros profesionales es el resorte desatascador, un cable metálico flexible con una punta diseñada para recoger los residuos que obstruyen las tuberías. Este método es ideal para obstrucciones más profundas, ya que el resorte puede llegar a zonas alejadas del desagüe, donde otras herramientas no tienen acceso. Su funcionamiento consiste en insertar la punta del resorte, girarlo lentamente y retirar los materiales atascados.

Métodos químicos

Los productos químicos son una opción rápida para deshacer los bloqueos. Existen limpiadores alcalinos y ácidos que actúan descomponiendo los residuos adheridos a las paredes de las tuberías. Los productos alcalinos, como los que contienen sosa cáustica, son eficaces contra grasas y aceites, mientras que los ácidos disuelven bloqueos más resistentes, como restos de jabón o cal. Sin embargo, se debe tener precaución, ya que estos productos pueden ser corrosivos y peligrosos si no se manejan correctamente.

Métodos enzimáticos

Una alternativa más respetuosa con el medio ambiente son los productos enzimáticos. Estos productos contienen bacterias o enzimas que descomponen los residuos orgánicos de forma natural, sin dañar las tuberías. Aunque son más lentos que los productos químicos, su uso regular ayuda a mantener las tuberías limpias y libres de obstrucciones, además de ser más seguros para el medio ambiente y las instalaciones. Este tipo de productos es ideal para el mantenimiento preventivo, y se recomienda utilizarlos periódicamente, por ejemplo, dejándolos actuar durante la noche una vez al mes.

Cada uno de estos métodos tiene ventajas y limitaciones, por lo que la elección depende del tipo de obstrucción y de la frecuencia con la que se desea realizar el mantenimiento. Sin embargo, es importante recordar que, aunque algunos remedios caseros pueden aliviar el problema temporalmente, los métodos profesionales garantizan una solución más duradera y eficaz.

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