Los zapatos son una de las prendas que más problemas suelen dar por las molestas rozaduras o ampollas que pueden producir. Es importante comprar unos zapatos confortables y de la talla adecuada para evitar estas dolencias innecesarias. No obstante, el calzado nuevo suele hacer daños hasta que no se adaptan el pie por completo, pero se pueden utilizar una serie de trucos para minimizar las molestias que puedan producir.

Las ampollas son los problemas más dolorosos que puede producir un zapato. Pueden generar ardor e infecciones si no cuidan adecuadamente, de ahí vienen los siguientes remedios para prevenirlas y evitarlas:

1. Usar la talla correcta

Aunque parezca algo obvio, muchas personas sufren rozaduras y ampollas por utilizar la talla equivocada. Dependiendo del fabricante o de los materiales con los que se han producido el número puede variar. Por eso es conveniente probar el calzado antes de comprarlo.

2. Usar vaselina o crema hidratante

El uso de vaselina o crema hidratante tanto en los pies como en el calzado es una buena forma de prevenir las rozaduras y las ampollas. Hay que frotar una generosa cantidad para que la piel permanezca hidratada y humectada para evitar en cierta medida las lesiones.

3. Secar bien los pies

Al salir de la ducha es de especial importancia secar bien los pies para evitar la proliferación de hongos, infecciones y rozaduras. La humedad incrementa el riesgo de sufrir este tipo de problemas.

4. Introducir los zapatos en el congelador

Para estirar el calzado que queda algo ajustado en el pie se pueden meter en el congelador con una bolsa de agua llena hasta la mitad y bien sellada en su interior.

5. Usar polvo de talco

El polvo de talco es un producto desodorante y antitranspirante que ayuda a disminuir la humedad causada por la sudoración. Su uso en el calzado cerrado puede ayudar a evitar las rozaduras por la fricción de la piel.

6. Usar calcetines

El uso de calcetines de algodón es una buena forma para proteger la piel contra el roce del calzado.

7. Utilizar aloe vera

Las propiedades hidratantes del aloe vera lo convierten en otro aliado para evitar rozaduras. También cuenta con una acción cicatrizante y calmante que reduce las ampollas.