La forma en que los pasajeros se identifican y embarcan en los aeropuertos podría experimentar un cambio significativo en los próximos años. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), entidad dependiente de las Naciones Unidas responsable de establecer normas para la aviación civil a nivel global, ha propuesto implantar un nuevo sistema basado en documentos de viaje digitales y reconocimiento facial.

Un pase automático

Según informan varios medios británicos, entre ellos The Times, la OACI prevé que este cambio comience a aplicarse en un plazo aproximado de tres años. La propuesta eliminaría la necesidad de tarjetas de embarque tradicionales y modificaría el proceso de check-in tal como se conoce actualmente.

El nuevo sistema permitiría a los pasajeros descargar un pase de viaje digital en sus teléfonos móviles al momento de reservar su vuelo. Este documento se actualizaría automáticamente en caso de cambios en el itinerario, evitando así la necesidad de gestionar múltiples versiones del pase de embarque.

Almacenar el pasaporte de forma digital

Además, el plan contempla la posibilidad de que los viajeros puedan almacenar también su pasaporte en formato digital dentro del mismo dispositivo. Una vez en el aeropuerto, serían identificados mediante escáneres de reconocimiento facial, lo que reduciría la necesidad de controles manuales y el uso de documentos físicos.

El uso de esta tecnología también permitiría a las aerolíneas saber cuándo un pasajero ha llegado al aeropuerto, gracias al escaneo facial, sin necesidad de que este pase por un mostrador de facturación. Según la OACI, la adopción de este modelo podría mejorar de forma notable el flujo de personas en los aeropuertos, disminuyendo tiempos de espera y agilizando los procesos de embarque.

¿Cuándo se verán estos cambios?

Aunque todavía no se han anunciado fechas específicas ni aeropuertos piloto para su implementación, la propuesta refleja una tendencia creciente hacia la digitalización del sector aéreo y el uso de tecnologías biométricas. No obstante, su adopción definitiva dependerá de cuestiones técnicas, logísticas y también del cumplimiento de normativas de privacidad y protección de datos en los distintos países.

Por ahora, el proyecto se encuentra en fase de planificación, pero podría marcar un antes y un después en la experiencia de volar si logra implementarse con éxito. Expertos del sector aéreo coinciden en que, si bien el avance es prometedor, será fundamental garantizar la seguridad de la información personal y el respeto a los derechos de los pasajeros.

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