Ubicado en el corazón de la provincia de Teruel, Linares de Mora se alza majestuoso en la Sierra de Gúdar, a más de 1.300 metros de altitud. Este pintoresco pueblo, declarado Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural, ha sido una de las incorporaciones de este año a la lista de los Pueblos Más Bonitos de España. Sus calles empedradas, arquitectura medieval y entorno natural lo convierten en un destino imprescindible para los amantes de la historia, la naturaleza y las tradiciones.
Un viaje a través de la historia
Esta pintoresca villa tiene origen árabe, pero fue a partir de la reconquista cuando empieza a conformarse el trazado urbano tal y como lo conocemos ahora. La población fue rescatada de manos de los musulmanes por el rey Alfonso II de Aragón en 1181, quien encomendó la defensa a la Orden del Temple.
Linares de Mora conserva varias puertas de acceso al recinto amurallado. (Foto: Ayuntamiento de Linares de Mora, en Teruel)
El nombre de Linares ya aparecía en el fuero de Daroca de 1142, lo que indica su existencia anterior. A lo largo de los siglos, el pueblo ha sido conocido por diversas denominaciones, como Linares del Puerto y Linares de Aragón, hasta adoptar su nombre actual en 1910.
La localidad forma parte del Camino del Cid, un itinerario turístico cultural que atraviesa España de noreste a sudeste siguiendo los pasos del caballero medieval Rodrigo Díaz de Vivar tras el destierro, a través del 'Cantar de mio Cid'. Este poema anónimo que marcó un hito en la historia de la literatura española al tratarse de la primera obra narrativa extensa en lengua romance.
El pueblo de Linares de Mora es uno de los integrantes de la ruta Anillo del Maestrazgo, un itinerario circular de 242 kilómetros que parte de Rubielos de Mora y atraviesa varios municipios de las provincias de Teruel y Castellón. Se puede recorrer en bici o en coche y descubrirás, entre otras cosas, el castillo de Onda, uno de los conquistados por el Cid Campeador.
El encanto medieval de Linares de Mora
Los restos de los muros del Castillo de Linares, de origen musulmán, se elevan sobre el punto más alto de la villa. Esta fortaleza medieval tuvo un papel defensivo importante desde que Alfonso II encomendara las labores de vigilancia a los templarios. Tiene planta muy irregular para adaptarse a la roca en que se asienta y está construido en mampostería.
El pueblo conserva varios tramos de su antigua muralla y varias puertas, el Portal Alto, el Portal Bajo o de la Fuente y el Portalico, que evocan su pasado defensivo.
Entre los elementos más destacados del casco histórico se encuentra la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, construida entre 1785 y 1795. Está considerada como una obra maestra del barroco turolense.
Ermita del Loreto (Foto: Ayuntamiento de Linares de Mora)
Destaca también el Ayuntamiento, un edificio de tres plantas con una fachada que destaca por su portada de sillería con arco de medio punto. Sobre la portada se abre un balcón con rejería del siglo XIX, y el edificio se remata con vanos rectangulares y balcones, coronados por un alero de madera. Otros puntos de interés son el Antiguo Hospital, la Fuente y Lavaderos, situados junto al Portal de Abajo, el Puente del Loreto (siglo XIII), que cuenta con un único ojo con arco muy rebajado. Este puente permite el acceso a la ermita del Loreto y forma parte de un ramal ganadero que une varias vías trashumantes.
Naturaleza en estado puro
Linares de Mora está rodeado por la riqueza paisajística de la Sierra de Gúdar, incluida en la Red Natura 2000 como un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). El barranco del río Linares y todo su entorno es otro de los lugares imprescindibles para el viajero, especialmente si quiere desconectar del bullicio urbano.
Pino de El Escobón, el árbol monumental más importante de la sierra de Gúdar (Foto: Ayuntamiento de Linares de Mora, Teruel)
Entre las rutas de senderismo más recomendadas está la que conduce a El Escobón, el árbol monumental más importante de la sierra de Gúdar, con una majestuosa figura y copa redondeada. Es un pino laricio de 22 metros de altura cuyo tronco tiene 1,40 metros de diámetro.
Asimismo, los amantes de la espeleología encuentran una magnífica sima con un recorrido de 232 metros. Otro punto emblemático de la zona es la Cueva Mona, que da nombre a una vía ferrata con un recorrido de 87 metros que incluye un puente tibetano de 15 metros con panorámicas increíbles a Linares de Mora.
Las tradiciones que perviven en Linares de Mora
Linares de Mora es un pueblo que vive sus tradiciones con intensidad. Las Fiestas de San Antonio Abad, patrón de los animales, que se celebran el 16 y 17 de enero y son especialmente populares. Durante celebración, los vecinos encienden hogueras en las calles y bendicen a sus animales, una costumbre que se remonta a la época medieval y que, según la tradición, también ayudaba a ahuyentar a los lobos que acechaban a los rebaños en los duros inviernos de la sierra.
Una gastronomía para saborear
La gastronomía de Linares de Mora es otro de sus grandes atractivos. Combina productos de calidad con recetas tradicionales- Entre los platos típicos destacan las migas de pastor, una comida humilde elaborada con pan duro, panceta, longaniza, ajo y aceite, suelen servirse acompañadas de huevo frito, uvas o incluso piña, creando una combinación deliciosa. Otra especialidad local son los testamentos, un dulce típico del pueblo que consiste en finas capas de masa de pan con aceite y azúcar.
La localidad es un importante productor de trufa negra, un hongo apreciado en las mejores mesas del mundo. La provincia de Teruel, y en especial la comarca, es un referente en este producto, con mercados destacados como los de Sarrión y Estación de Mora. Otro de los productos estrella es el Jamón de Teruel, el primero en obtener una Denominación de Origen Protegida (DOP) en España. Elaborado a partir de cerdos de razas selectas como Landrace, Large White y Duroc, este jamón combina las excepcionales condiciones climáticas de la región con siglos de experiencia de los maestros jamoneros turolenses.
Setas: la riqueza micológica de Linares de Mora
Los extensos pinares y carrascales que rodean Linares de Mora son un paraíso para los amantes de la micología. Entre las setas más comunes y apreciadas están los níscalos (Lactarius deliciosus) y las setas de cardo (Pleurotus eryngii). La recolección de setas es una actividad tradicional en el municipio, pero requiere seguir normas de sostenibilidad para preservar el entorno y la biodiversidad.
Un merecido reconocimiento
La reciente incorporación de Linares de Mora al listado de los Pueblos Más Bonitos de España es un homenaje al esfuerzo de sus habitantes por conservar su patrimonio, su arquitectura y sus tradiciones. Este reconocimiento no solo refuerza su valor histórico y cultural, sino que también impulsa el turismo sostenible, atrayendo a visitantes en busca de experiencias auténticas.