Madrid no tiene playa, pero cualquiera que se atreva a visitar las piscinas naturales que esconde la Sierra Norte, quedará maravillado y repetirá seguro. Por ejemplo, el encantador pueblo Horcajo de la Sierra-Aoslos, combina una rica herencia cultural que preserva con orgullo con la impresionante belleza natural de sus refrescantes pozas. Las cuales se presentan ante los viajeros como un refugio climático y, por qué no decirlo, realmente hermoso, para pasar los días de más calor.

El origen de Horcajo de la Sierra se remonta a la época de la Reconquista

Horcajo de la Sierra surgió como muchos otros pueblos de la zona a partir de la repoblación cristiana durante la Reconquista. Su primer asentamiento data del siglo XI, bajo la tutela del Señorío de Buitrago del Lozoya. Su nombre, "Horcajo", hace referencia a la confluencia de dos arroyos, el de la Hera y el de los Haces, que se unen en el Arroyo del Valle y posteriormente con el río Madarquillos​.

En la Edad Media, Horcajo de la Sierra formaba parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago y estaba dividido en cuartos, siendo cabeza de uno de ellos. Esta estructura administrativa y social ayudó a consolidar la comunidad y a desarrollar sus recursos naturales, especialmente los relacionados con la ganadería y la agricultura.

El pueblo medieval madrileño de Horcajo de la Sierra se fundó durante la Reconquista. Wikipedia

El pueblo medieval madrileño de Horcajo de la Sierra se fundó durante la Reconquista. Wikipedia

Uno de los hitos importantes en la historia del pueblo es que es mencionado en el Libro de la Montería de Alfonso XI, donde se destaca la geografía y la importancia de la zona para la caza​ en el siglo XIV. Además, existen documentos históricos que datan del siglo XVII y XVIII que reflejan disputas sobre el uso del agua de las regueras, vitales para la irrigación de los campos locales.

En cuanto a sus tradiciones, este pintoresco municipio de la sierra madrileña ha conservado otras actividades aparte de la ganadería y la agricultura, como el hilado de lana y el cultivo de lino, unos oficios centenarios que han sido documentados en decenas de archivos históricos que aún pueden consultarse en las instituciones del lugar.

Desde que alcanzara en 1930 la cifra más alta de habitantes, con un total de 489, Horcajo de la Sierra ha ido perdiendo población paulatinamente debido a la migración hacia las grandes ciudades. Asimismo, en 2009, el nombre del pueblo se amplió oficialmente a Horcajo de la Sierra-Aoslos, reconociendo así a los dos núcleos de población que lo componen en la actualidad.

Una escapada refrescante que querrás repetir

Cuando la capital pasa de ciudad idílica a caldero humeante, los que no han tenido la suerte de poder irse a la playa de vacaciones, buscan desesperadamente bajar su temperatura corporal en las piscinas naturales, lagunas y pozas que ofrece el entorno natural de la Comunidad de Madrid. Una de estas opciones de refugio climático pueden ser las Pozas de Horcajo de la Sierra, situadas en el entorno del Valle Medio del Lozoya, específicamente en el área recreativa de La Alberca y La Tejera.

Pozas de Horcajo de la Sierra. Facebook de las áreas recreativas de La Alberca y La Tejera

Pozas de Horcajo de la Sierra. Facebook de las áreas recreativas de La Alberca y La Tejera

Allí, las frescas y transparentes aguas del río Madarquillos han creado y modelado distintos espacios ideales para bañarse, nadar y relajarse. Además, la zona ha sido equipada con servicios y comodidades para los visitantes como pueden ser mesas, fuentes, barbacoas y un área de juegos infantiles, lo que lo convierte en el lugar perfecto para pasar un día completo en la naturaleza. E incluso repetir todo un fin de semana.

Para llegar a estas pozas desde la ciudad de Madrid, se toma la A-1 hasta la salida 85, dirección Horcajo de la Sierra. Una vez en el pueblo, las indicaciones hacia la zona recreativa de La Alberca y La Tejera son claras y fáciles de seguir.

¿Qué ver en el pueblo de Horcajo de la Sierra?

Un recorrido por este pintoresco municipio madrileño puede comenzar en la Iglesia de San Pedro in Cathedra, ubicada en el extremo sur del casco urbano. Esta iglesia, que data del siglo XV, es uno de los edificios más antiguos del pueblo y alberga un retablo mayor de gran valor artístico.

Al pasear por las calles del pueblo, se puede apreciar también su arquitectura popular, la cual se ha mantenido a lo largo de los siglos. Las edificaciones de mampostería rústica, que incluyen corrales, pajares y establos, reflejan el modo de vida tradicional de la Sierra Norte. Destacando también la Plaza Mayor, ubicada en el corazón del municipio, que está rodeada de casas típicas y terrazas acogedoras.

Uno de los lugares de mayor interés para los turistas es la Casa del Cura, construida en los años 50 del siglo XX, que actualmente alberga a las Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo. A poca distancia, se encuentra la Fuente Antigua, con una inscripción que podría datar de 1855 o 1899, y la Fuente de Doble Caño, ambas ejemplos de la arquitectura utilitaria de este histórico pueblo.

Enclavado en un hermoso entorno natural donde perderse

Rodeado de montañas, bosques y campos, el entorno natural de Horcajo de la Sierra es perfecto para disfrutar y capturar las mejores vistas panorámicas y sumergirse en la tranquilidad que nos regala el campo. Así, la Dehesa Boyal y las áreas de regadío situadas lo largo del río Madarquillos se presentarán como unos escenarios de ensueño para pasear y hacer picnics mientras respiras aire limpio.

Para los que disfrutan con las actividades en la naturaleza, este municipio ofrece también numerosas oportunidades de senderismo y paseos a caballo. El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y la Sierra de Guadarrama permiten a los más aventureros explorar y disfrutar de impresionantes paisajes montañosos y de la rica biodiversidad de esta zona de sierra. Asimismo, el Embalse de El Villar, muy cercano a Horcajo de la Sierra, es conocido por ser un área perfecta para la observación de aves, atrayendo cada año a decenas de entusiastas de la ornitología.

Las Rosquillas de San Roque, un gusto al paladar

La gastronomía de este pintoresco pueblo de Madrid se ha convertido también en una parte esencial de la experiencia que ofrece Horcajo de la Sierra a quienes se animan a visitarlo. Platos tradicionales como el cordero asado y el cocido serrano son muy apreciados por su calidad, aunque son sus postres típicos los que destacan particularmente. Como las Rosquillas de San Roque, que no puedes dejar de probar.

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