Reconocido por su impresionante patrimonio y por formar parte de los 116 pueblos más bonitos de España desde 2021, el municipio madrileño de Nuevo Baztán se presenta ante los viajeros como un destino cautivador gracias a su riqueza histórica y arquitectónica. La conservación excepcional de sus monumentos, la armonía urbanística, y la cuidada integración de su entorno natural son solo algunos de los aspectos que resaltan la singularidad de esta localidad. Fundado en el siglo XVIII por el visionario Juan de Goyeneche y diseñado por el afamado arquitecto José Benito de Churriguera, Nuevo Baztán se erige como un reflejo vivo de la ambición y el esplendor barroco de la época.
El entramado urbano de Nuevo Baztán, con su meticulosa planificación y su diseño barroco, muestra a los visitantes una visión urbanística muy avanzada para su tiempo. Las plazas junto a las calles empedradas y las casas antiguas crean un entorno que fomenta el sentido de comunidad. Este casco urbano único complementado por la riqueza natural de sus alrededores y su proximidad a la ciudad de Madrid, que se encuentra a 50 minutos en coche, hace de Nuevo Baztán un lugar de inigualable belleza que atrae tanto a historiadores como a amantes de la naturaleza y la arquitectura.
Origen e historia de Nuevo Baztán
La historia de Nuevo Baztán se remonta al siglo XVIII, cuando la localidad fue fundada por Juan de Goyeneche, un ilustrado navarro que pretendía establecer una economía autosuficiente que funcionase al margen del reino. Así, este pueblo se concibió como una especie de comuna utópica, con su propia jurisdicción y servicios básicos como educación, servicios médicos y boticarios; y contaba con diversas fábricas de textiles, vidrios, jabones y destilerías.
Goyeneche, reconocido por ser primer editor de prensa en España, siendo el responsable de la ‘Gaceta de Madrid’, desempeñaba un papel significativo en la corte y se le recuerda como una figura central de la Ilustración española. Su compromiso con el progreso nacional lo llevó a adquirir tierras en la cuenca de Henares, donde su visión se materializó en un ambicioso experimento urbanístico y sociológico al que llamó Nuevo Baztán, un nombre hacía honor al valle de Baztán en Navarra, de donde era originario Goyeneche.
A pesar de los esfuerzos iniciales por desarrollar una comunidad próspera, la muerte de su fundador y el fracaso de las fábricas llevaron a Nuevo Baztán a un estado de olvido y abandono. Sin embargo, el legado arquitectónico e histórico de Goyeneche ha perdurado, y hoy en día el municipio madrileño es reconocido por su importante patrimonio, habiendo sido declarado Monumento Histórico Artístico en 1941 y Bien de Interés Cultural a principios del 2000.
¿Qué ver en Nuevo Baztán?
En el corazón de Nuevo Baztán se encuentra el Palacio de Goyeneche, que, a pesar de haber perdido parte de su esplendor original, sigue siendo un testimonio impresionante de la riqueza y el poder de su fundador, Juan de Goyeneche. La puerta principal del palacio, con su distintivo león y el escudo del Valle de Baztán, recuerda al visitante el origen navarro del fundador del pueblo.
Escudo y León en la fachada del Palacio de Goyeneche en Nuevo Baztán, Madrid.
La Iglesia de San Francisco Javier, contigua al palacio, es una joya arquitectónica con un retablo de mármol de Cuenca diseñado por Churriguera. Aunque las restricciones impuestas al arquitecto limitaron su estilo, logró incorporar elementos barrocos, que añaden un toque de elegancia al interior. La iglesia, con su cúpula oculta desde el exterior, tiene dos criptas, incluida una donde está enterrado Goyeneche.
La Plaza de la Iglesia, desde la que se puede disfrutar de la fachada de la impresionante construcción religiosa, es además el centro neurálgico de Nuevo Baztán y se encuentra rodeada de terrazas donde los visitantes pueden disfrutar del ambiente del pueblo. La Fuente de los Tritones, también obra de Churriguera, adorna la plaza y es un ejemplo magnífico del diseño barroco del pueblo.
Fuente de los Tritones y fachada de la Iglesia de San Francisco Javier, Nuevo Baztán, Madrid.
Asimismo, el Centro de Interpretación, situado en las antiguas bodegas del palacio, ofrece una visión detallada de la historia y la cultura de Nuevo Baztán. A través de las exposiciones los visitantes pueden profundizar en la vida y las ambiciones de Goyeneche y Churriguera.
Las plazas de este pueblo madrileño, como la Plaza del Mercado o del Secreto y la Plaza de Fiestas, muestran la vibrante vida social y la economía del pasado de Nuevo Baztán. Mientras que la Plaza del Secreto evoca imágenes del bullicioso comercio de antaño, la Plaza de Fiestas era el escenario de numerosos eventos culturales y sigue siendo una parada obligada para los turistas.
Además, la Fonda, la casa donde se alojaban los comerciantes y mercaderes que venían a negociar con las empresas del pueblo, y la Fábrica de Vidrio son lugares de interés que los visitantes no deben perderse durante su recorrido por Nuevo Baztán.
Más allá del núcleo arquitectónico, las Vistillas del Palomar y el Arrabal del Conjuro representan la vida rural de la época, con el Arrabal del Conjuro albergando hoy la Bodega Cuarto Lote, donde se pueden adquirir productos locales. Cabe destacar la Olma Vieja, un olmo singular que ha sido durante 300 años un testigo silencioso de la historia del pueblo; y las Casas de Distinción, que albergaban a las familias más influyentes del lugar.
Bodega Cuarto Lote en Nuevo Baztán, Madrid.
Para una experiencia completa, se recomienda comenzar la visita en la Oficina de Turismo de Nuevo Baztán para obtener mapas y posiblemente unirse a una de las visitas guiadas. Estas visitas proporcionan un contexto histórico y cultural enriquecedor, permitiendo a los visitantes apreciar plenamente la belleza y la historia de este hermoso pueblo.
Una gastronomía de raíces castellanas
La gastronomía de Nuevo Baztán se caracteriza por sus raíces castellanas, ofreciendo una experiencia culinaria que destaca por sus sabores tradicionales y auténticos. Los platos fundamentales de esta región incluyen las chuletas de cordero y los variados asados de carne, que forman parte la rica herencia gastronómica de la zona. Estos platos suelen ir acompañados de verduras frescas de las vegas locales y se maridan perfectamente con el 'V de Valmores', un vino premiado tanto a nivel nacional como internacional, que se produce en la misma región.
Además, Nuevo Baztán ofrece dulces únicos como los repápalos, elaborados con una mezcla de canela y vino, que son una especialidad aclamada tanto por locales como por los viajeros, un postre exquisito que definitivamente vale la pena probar.
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